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Caja de zapatos delató a sospechosos de adosar una bomba a la cárcel

TEMUCO. Cuatro de los cinco detenidos quedaron en prisión preventiva. Fiscalía formalizó cargos por infracción a la Ley de Control de Armas.
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Diego Ahumada Santibáñez

Seis meses de investigación en las últimas 24 horas arrojaron cinco detenidos por la colocación de un artefacto explosivo de dinamita en la Cárcel de Temuco, hecho ocurrido el 15 de enero recién pasado.

Silenciosamente, el caso avanzó con resultados positivos para la Fiscalía de Alta Complejidad (Fiac). Son tres los tomos del caso y este miércoles, Fuerzas Especiales e Inteligencia de Carabineros, allanaron tres domicilios entre Temuco y Padre Las Casas.

De esta manera, lograron la detención de Cristian Chávez Sandoval y Viviana Quidel Colimán. Los sospechosos Samuel Nahuelpán Bravo, Mario Roa Zapata y Abner Caro Contreras, fueron detenidos en las cárceles de Temuco y Angol, donde permanecían privados de libertad, cumpliendo condenas o en prisión preventiva.

En horas de la mañana de ayer en el Juzgado de Garantía de Temuco, los cuatro varones fueron formalizados por el fiscal regional Cristian Paredes, en calidad de autores del delito de colocación de artefacto explosivo y el juez de garantía Federico Gutiérrez, decretó prisión preventiva en su contra por considerarlos un peligro para la seguridad de la sociedad, previa petición del fiscal del caso, Luis Torres. Las penas que arriesgan superan los 10 años de cárcel.

En tanto, Viviana Quidel, fue formalizada por portar y haber mantenido el explosivo en su domicilio. El magistrado no otorgó medidas cautelares en su contra por lo que fue dejada en libertad. Arriesga hasta 5 años de presidio.

Tras la audiencia, se anunció la presentación de un recurso de apelación a la decisión y se informó de la existencia de dos prófugos por el mismo caso.

Se trata de Jonathan Torres Norambuena y Eduardo Menaique Montecino, este último, uno de los internos que se fugó el pasado 2 de julio desde un bus de Gendarmería en Chillán, cuando era trasladado desde la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago hasta Temuco, donde debía enfrentar un juicio oral por el asalto armado a un servicentro.

La investigación

A las 10:50 horas del 15 de enero, a bordo de un Chevrolet Astra blanco, sin placa patente, delincuentes adosaron al muro perimetral del gimnasio de la Cárcel de Temuco -por calle Las Heras-, una caja metálica con 11 cartuchos de dinamita, además de amongelatina y explosivo plástico C-4; según la Fiscalía, para provocar una fuga masiva de reos.

Según relató el fiscal Luis Torres, la investigación se inicia con los elementos que componen la bomba, en particular, una caja de zapatos donde se alojaron los explosivos.

"La caja de zapatos tenía un código, que permitió establecer que había sido vendida en la tienda Gejman, de calle Portales 950, el día 19 de noviembre de 2013 (...) y su compradora era la imputada Viviana Quidel Colimán", explicó en audiencia.

El dato fue el punto de partida. La Fiscalía, recabó las identidades de los 25 internos que el día y hora de la instalación de la bomba estaban en el gimnasio para conocer quiénes tenían algún vínculo con Viviana Quidel, quien resultó ser conviviente del hermano de Samuel Nahuelpán Bravo, sindicado como uno de los líderes de la operación que se habría coordinado desde el interior del penal.

Paralelamente, se revisaron los registros de televigilancia, los que captaron el vehículo con las personas que adosaron el explosivo a bordo. Otra cámara, desde el interior de la cárcel, muestra a los internos despejando un rincón del gimnasio, "esperando su oportunidad para huir del lugar", relató el fiscal Torres.

Luego, se investigaron nexos entre los imputados a través de las redes sociales, en particular Facebook. Desde el perfil de Abner Caro Contreras, la Fiscalía descubrió una fotografía suya con un automóvil blanco, de similares características al vehículo utilizado en el intento de fuga. El SEBV de Carabineros logró establecer que se trataba del mismo vehículo -ya que tenía una abolladura característica- en que se trasladó el grupo a instalar la bomba.

También obtuvieron desde un allanamiento de Gendarmería, un teléfono del prófugo Eduardo Menaique en el cual hay fotografías de parte el explosivo utilizado, las cuales fueron periciadas por el Labocar con resultado coincidente.

Los explosivos habrían sido adquiridos en el norte del país, según precisó el fiscal Luis Torres.

Defensa

El defensor penal público Iván Espinoza, señaló al término de la audiencia que la prueba presentada por el Ministerio Público "es muy difusa", ya que a su juicio "no hay ninguna vinculación de información, de traspasos de datos, de dinero, a terceros", comentó el abogado, agregando que "en este momento si existiese un juicio, tengan claro que los señores Nahuelpan y Chávez saldrían absueltos", aseguró.

A primera hora de la mañana de ayer, el general de zona, Christian Franzani, destacó el trabajo policial.

"Carabineros de Chile en esta oportunidad quiere enviar un mensaje a la ciudadanía, que se sienta segura de lo que está realizando Carabineros. Nosotros queremos traspasar esta sensación de inseguridad que existe en la ciudadanía a los delincuentes", afirmó.

En tanto, el intendente (s) José Montalva, recordó que el Gobierno presentó en su oportunidad una querella criminal en contra de quienes resulten responsables, invocando la Ley Antiterrorista. "Acá en seis meses, hubo un trabajo efectivo de parte del Ministerio Público y Carabineros, el que da posibilidades de encontrar a las personas y que ellas paguen condenas si así lo estima un tribunal de justicia", comentó la autoridad.

2015 los internos a mediados de ese año comienzan a planificar la fuga para lo cual realizaron coordinaciones con personas que se encontraban fuera del recinto.

15 de enero de 2016 el Gope de Carabineros desactiva el explosiva que no estalló, ya que el mecanismo de mecha se apagó en medio de su recorrido.

37 metros a la redonda es el poder destructivo del artefacto explosivo adosado a la Cárcel de Temuco, según estableció peritaje del Ejército. Pudo causar la muerte de gendarmes e internos.