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Estudio respalda "atracción de los polos opuestos"

VIDA AFECTIVA. Sin embargo, plantea la investigación, este efecto solo se da cuando las personas involucradas en la conquista están solteras.
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Pamela De Vicenzi

En el ámbito de las relaciones afectivas, una creencia popular afirma que "los polos opuestos se atraen". Un estudio de la Universidad Charles de Praga (República Checa) confirmó lo que parecía ser un mito, aunque sugirió una excepción: para que los opuestos se atraigan, las personas involucradas deben estar solteras.

En cambio, si una persona se encuentra en una relación, buscará a alguien que tenga las mismas características que ella. En otras palabras, el estado civil afecta la atracción afectiva.

"Por primera vez, hemos observado cómo nuestra situación en cuanto a relaciones afecta a quienes encontramos atractivos", señaló Jitka Lindová, autora principal del estudio, publicado en la revista Frontiers in Psychology.

Amor y parentesco

En dos experimentos, Lindová y su equipo reclutaron a un grupo de 120 estudiantes universitarios y les mostraron fotografías de rostros que fueron modificados con técnicas digitales para que tuvieran una similitud con ellos. Los participantes debían calificar cada retrato, cuya persona podía ser tanto del sexo opuesto como del mismo.

Los resultados arrojaron que los participantes solteros encontraron las caras distintas a ellos más atractivas que los rostros similares, sin importar el sexo de la persona de la imagen.

"Nuestra interpretación es que los mecanismos de percepción de la atracción, que nos dan una preferencia por una pareja adecuada genéticamente, pueden ser suprimidas durante las relaciones románticas", explicó Lindová.

La investigadora agregó que precisamente este mecanismo sirve para que la persona pueda mantener la relación en la que se encuentra y de este modo evitar la búsqueda de alternativas que se puedan traducir en infidelidad.

Lindová también plantea que la autosemejanza con el otro "se vuelve más importante en términos del apoyo social que esperamos recibir de sus familiares, conocido como señales de parentesco".

El equipo de investigación aseguró que se han realizado pocos estudios para analizar cómo las percepciones cambian cuando la persona comienza una relación.

120 universitarios fueron parte de la investigación realizada por la Universidad Charles de Praga, República Checa.