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Unos 350 pacientes esperan por un trasplante en La Araucanía

DRAMÁTICO. Una creciente cantidad de habitantes de la Región requiere de la generosidad de otros seres humanos para mejorar su calidad de vida. Personas que necesitan un riñón o córneas, junto a algunos casos aislados de quienes aguardan por un corazón, incrementan la lista de espera por un trasplante de órganos en La Araucanía.
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Una mejor esperanza de vida es la que persiguen los cerca de 350 habitantes de La Araucanía que actualmente se encuentran en lista de espera para un trasplante de órganos.

Mientras 190 enfermos renales requieren de un trasplante de riñón, otros 150 pacientes necesitan de córneas para mejorar su visión. A la vez se estima que menos de una decena de personas está a la espera de un corazón, desconociéndose lo que ocurre en el caso del requerimiento de hígado y pulmones.

La dramática lucha de quienes viven a la espera de un órgano, ha cobrado relevancia en las últimas semanas debido al caso de la joven de 17 años, Jacinta Zañartu, quien se transformó en prioridad nacional para trasplante de corazón y pulmones debido a una hipertensión pulmonar que agravó una cardiopatía congénita. Si bien la adolescente logró ser trasplantada gracias a la aparición de un donante compatible, existe una gran cantidad de personas que muere a la espera de una donación que mejore su calidad de vida.

En Chile, según datos del Ministerio de Salud se necesita de un total de 1.800 órganos para satisfacer la lista de espera de pacientes que requieren ser trasplantados. Lamentablemente, a la par de esta creciente necesidad ha ido disminuyendo progresivamente el número de donaciones, la que el año pasado cerró en 88.

A nivel local, la realidad no es nada alentadora debido al aumento de la lista de espera posterremoto de 2010 en la que se detuvo por dos años la realización de trasplantes renales. Desde la reanudación del programa en 2012 hasta la fecha se han efectuado 41 trasplantes, 21 de ellos gracias a la aparición de un donante cadáver y el resto con donante vivo.

Durante este 2016 de 7 posibles donantes, cuatro se transformaron en donantes efectivos. "De estos cuatro, tuvimos tres multiorgánicos en los que se logró extraer córneas, hígado y riñones, y el cuarto que fue solamente renal. Para estar a mitad de año, llevar cuatro donantes efectivos es bueno, porque el 2015 durante todo el año obtuvimos 6", expresó Cecilia Hope, enfermera coordinadora del Programa de Donación de Órganos y Tejidos del Hospital Hernán Henríquez Aravena de Temuco.

A la luz de lo que está ocurriendo, la profesional manifestó que para la obtención de donantes es fundamental "el que nuestra familia sepa qué queremos hacer con nuestro cuerpo una vez que ya no necesitemos los órganos que portamos, porque es muy difícil para los familiares tomar la decisión en ese momento tan doloroso en el que se les informa que su paciente está clínicamente fallecido".

Negativa familiar

Precisamente debido a las altas cifras de negativa familiar, que a nivel regional superan el 50%, es que se insta a las familias a conversar, más allá de la nueva ley de donación universal que transforma a todos los ciudadanos en donantes a menos que la persona decida inscribirse en el Registro Nacional de No Donantes.

A nivel nacional, la cantidad de personas que ha renunciado a ser donante ya alcanza a los 4 millones. En la Región en tanto, el Registro Civil e Identificación contiene en su base de datos a un total de 862 personas inscritas como no donantes.

Al momento de la aparición de un potencial donante, la alta negativa familiar en la Región se explica en parte por las características socioculturales de la zona, ya que la etnia mapuche tiene una percepción distinta de la muerte. Según su creencia se debe traspasar este umbral sin ningún tipo de alteraciones. "Según nuestra experiencia, las personas de la etnia mapuche sobre los 50 años no donan, pero eso ha ido variando en las nuevas generaciones", explicó Hope. Algo similar ocurre en Japón, donde prácticamente no se hacen trasplantes de donante cadáver porque creen en la reencarnación.

Muerte cerebral

Un mínimo porcentaje de personas que ni siquiera alcanza al 1% tendrán una muerte que los transforme en potenciales donantes. Los enfermos de cáncer, los politraumatizados y quienes presenten fallas cardiacas quedan descartados de inmediato. En definitiva, los únicos potenciales donantes son pacientes con muerte cerebral producto de un accidente cerebrovascular, un aneurisma o algún traumatismo que haya conducido a la muerte cerebral.

"No todos los fallecidos pueden ser donantes, eso es algo que la gente debe tener muy claro. De hecho sólo el 2% de las muertes que se producen en este hospital, corresponde a pacientes donde su condición crítica deriva en muerte encefálica", añadió Cecilia Hope.

En tal sentido, el médico coordinador del Equipo de Trasplante Renal del Hospital Regional, doctor Mario Gorena, aseguró que en materia de donación y trasplante es esencial derribar los mitos. A su juicio, un potencial donante no es una persona que únicamente llega grave a la Urgencia.

"En el momento en que una persona está en muerte encefálica, lo que significa que el corazón no se ha detenido y que está con un ventilador y por lo tanto está oxigenando la sangre, recién ahí se empieza a ver la posibilidad de donación y si es que la familia estaría dispuesta a donar", recalcó.

Efectivamente, uno de los mitos que circula entre la gente es que los médicos no harán todos los esfuerzos por salvar la vida de alguien que llegue grave. "Eso es imposible, la gente se confunde principalmente por desinformación", dijo.

Tampoco es cierto que la lista de espera favorezca a personas influyentes o con mejor posición social, considerando que la decisión de quién recibirá un órgano pasa por un criterio absolutamente técnico. En el Instituto de Salud Pública, ISP, está la información de todos los receptores posibles en Chile. De esta manera cuando surge un donante se confrontan sus datos con los exámenes de histocompatibilidad con los potenciales receptores.

En la medida que esta información sea parecida a las personas que podrían recibir el órgano se va produciendo un puntaje que va poniendo a las personas en primer, segundo o tercer lugar por un criterio absolutamente biológico. Según el doctor Gorena, la compatibilidad es especialmente importante en los trasplantes renales que son los que se hacen en Temuco junto a los de córneas.

Riñones

Desde el año 1985 el Hospital Hernán Henríquez realiza trasplantes renales. A partir de esa fecha hasta hoy se han efectuado 250 injertos de riñón.

La necesidad es creciente considerando el aumento de los pacientes con insuficiencia renal crónica. Actualmente, en la Región hay unos 800 pacientes en diálisis, sin embargo no todos son candidatos a trasplante renal, principalmente por las patologías asociadas.

"Por ejemplo un paciente dializado diabético es un paciente de muy alto riesgo para un trasplante y se prefiere que siga en diálisis. A la vez, un paciente muy añoso con cardiopatías tiene un riesgo elevado al someterse a una cirugía; por lo tanto en todo el mundo nunca el 100 por ciento de los dializados puede ir al trasplante cadáver porque hay indicaciones médicas que hacen que esto no sea razonablemente seguro", sostuvo el médico quien agregó que no todos los injertos tienen una alta tasa de sobrevida. "Si un paciente pierde su injerto a lo largo del tiempo, puede ir a diálisis y prepararse de nuevo para un trasplante".

Los trasplantes renales lideran las estadísticas a nivel nacional. De esta manera, todo el resto de los órganos representa un porcentaje muy inferior. A febrero de 2016, según Minsal se han efectuado a lo largo del país 39 trasplantes renales, 12 hepáticos, 4 de corazón y 3 de pulmón. (Ver gráfico).

La tasa de donantes en Chile es de siete en un millón. Hay otros países latinoamericanos que son similares en cuanto a sistemas de salud y que sin embargo, nos llevan la delantera. Cuba tiene una tasa de 10 donantes por cada millón de personas, y en Uruguay y Argentina, hay entre 20 y 25 por millón.

El país líder del mundo en donaciones es España, con una tasa cercana a 40 donantes por millón de personas. Se conoce que en el caso de España, cuyo sistema funciona del mismo modo que en Chile (todos son donantes, a menos que declaren ante notario que no quieren serlo); existió el interés por capacitar a los médicos y a los especialistas de urgencias y neurólogos, con el fin de que ante la muerte de una persona, se reaccione rápidamente y se sepa bien qué hacer sin perder tiempo en improvisaciones.

Sin duda es un aspecto a considerar y podría llegar a evitar las pérdidas de potenciales donaciones.