Familiares de abogados muertos en Argentina: "Quedamos devastados"
AGRADECIDOS. Numerosas personas e instituciones ayudaron para repatriación.
Una odisea impulsada por el amor a los seres queridos y que implicó un recorrido de más de 1.200 kilómetros separados por la cordillera, fue la que debieron realizar los familiares de la pareja de abogados y sus dos hijos fallecidos en Argentina el 13 de julio, con la finalidad de repatriar los restos.
El accidente carretero que costó la vida de los temuquenses Daniela Orellana y Claudio Conejeros, así como de sus hijos Facundo y María Ignacia, ocurrió cerca de las 11 de la mañana en las cercanías de la ciudad de Puerto Madryn, y sólo en horas de la tarde de ese día sus familiares en Chile se impusieron de la triste noticia.
Luis Orellana Riquelme, hermano de Daniela, indicó que "cuando nos enteramos que Claudio, Daniela, Facundo y María Ignacia habían fallecido en un accidente en Argentina quedamos todos devastados, sin saber qué hacer. Eran las 15 horas, y el accidente había sido a las 11 de la mañana de ese mismo día".
Tras los primeros instantes de dolor y desazón, Luis realizó los primeros contactos con la Cancillería, desde donde entregaron información de los pasos a seguir para la repatriación de los restos.
"Eran casi 1.200 kilómetros de distancia que nos separaban de donde ellos estaban. Fue un viaje larguísimo, 20 horas, hasta que arribamos a Puerto Madryn a las 3 de la mañana, y allí nos estaba esperando el cónsul Francisco Tello", apuntó Luis Orellana, quien agregó que "allí nos indicaron que el accidente fue por un tema climático, mucha niebla, con dos vehículos que se encuentran de frente".
Tras numerosos trámites, incluyendo con una funeraria trasandina, finalmente se contrató un avión que salió el sábado a las 14 horas de Argentina, arribando a Chile a las 16 horas.
Gloria Riquelme, tía de Daniela, señaló que "los trámites se realizaron de forma rápida, era otro país, pero todo salió bien, y con mucho respeto. Para nosotros Daniela, María Ignacia, Facundo y Claudio, eran muy especiales, muy queridos, y ese cariño por ellos quedó de manifiesto con el apoyo de quienes le conocían en Temuco, por ejemplo fue lindo el gesto del Colegio Adventista de Temuco, donde estudiaba María Ignacia, donde su curso a recibirla al aeropuerto".
AGRADECIMIENTOS
Luis Orellana quiso entregar el agradecimiento de la familia hacia todas las personas e instituciones que apoyaron en la rápida repatriación de la pareja de abogado y sus hijos.
"Queremos dar las gracias a Marta Gatica, asistente social de la Cancillería; al cónsul Francisco Tello y al Consulado de Comodoro Rivadavia; a la policía argentina, Migración chileno-argentina y policía chilena; a la Aduana chilena en la persona de Jorge Muñoz; al gobernador de Cautín, José Montalva; a Ángela Guerrero, asistente social de Temuco; al seremi de Salud Carlos González, a Carabineros de Chile. Y a los medios de comunicación, que fueron respetuosos con nuestro dolor".