Alarmante nivel de consumo de alcohol
La Araucanía muestra durante el último mes una prevalencia de 56% en la ingesta de alcohol, la más alta del país.
No fueron buenas noticias las que develó el último informe del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda). La Araucanía alcanzó en el último mes un 56% de prevalencia de consumo de este tipo de bebidas, sobrepasando al promedio nacional, que llega al 48,9%.
Este alto consumo de alcohol ubica a la Región por segunda vez consecutiva liderando este informe a nivel nacional, por encima de regiones como Aysén (55,2%), Metropolitana (53,3%) y Tarapacá (52,3%).
Sin embargo, los números son sólo una cara de este flagelo. El lado más oscuro de esta realidad se traduce en riñas, violencia intrafamiliar, ausentismo laboral y accidentes de tránsito asociados al consumo de alcohol, muchos de ellos con personas lesionadas y otras que lamentablemente han perdido la vida. Esto sin considerar que todas estas condiciones redundan en un alto costo en materia de salud pública.
Otra variable de este estudio y donde también La Araucanía exhibe negros datos es en la edad de inicio de consumo. Los adolescentes de entre octavo básico y cuarto medio están iniciándose en la ingesta de alcohol entre los 12 y 13 años. Situación en la que según confirmó la misma directora del Senda, Stefany Acuña, se halla uno de cada tres jóvenes.
La realidad develada por este informe deja en evidencia un problema en extremo preocupante, toda vez que los altos niveles de consumo temprano de alcohol son graves para el organismo y afectan la corteza prefrontal del cerebro, donde se desarrollan los procesos de memoria, aprendizaje y rendimiento escolar. Por ello, el elevado consumo de alcohol en la Región, y la temprana iniciación de los jóvenes en su ingesta, deben llamar la atención no sólo de las autoridades, que a través de Senda manejan una serie de centros de tratamiento y rehabilitación gratuitos para la población afectada, sino también al interior de las familias, ya que se sabe que muchos padres instan a sus hijos a beber a temprana edad o validan los episodios de consumo excesivo los fines de semana.
Es tiempo de tomar conciencia y actuar.