Correo
AFPs I
En referencia a lo expuesto en el correo del día viernes por don Ernesto Erdmann Carmine, quien señala según estadísticas que nuestro país tiene uno de los mejores sistemas de pensiones y recalca desconocer la "injusticia" de este sistema, deseo explicar las falencias de este modelo para la gente humilde. En primer lugar no da cabida a "lagunas en las cotizaciones", no todas las personas trabajan con un empleador que le cotice, muchos personas en nuestra Región son trabajadores agrícolas, obreros de la construcción, temporeros, independientes, asesoras del hogar (por un par de horas) o simplemente hacen "pololitos", por la cesantía existente no pueden darse el lujo de pedir a sus empleadores que les coticen y si lo hacen son despedidos, reemplazados por otros trabajadores "menos complicados", por lo que estas personas no lograrán cumplir con 30 años de trabajo y sin lagunas en su AFP. Además, después de los 50 años de edad los trabajos en estos mismos rubros comienzan a escasear por ser considerados "viejos", los empleadores al escoger sus trabajadores comienzan a seleccionar obreros más jóvenes por lo que seguirá aumentando la brecha de lagunas.
La mayoría de los adultos mayores de nuestra Región viene de esta realidad y a esto debemos sumar el grupo de dueñas de casa, quienes jamás cotizaron. Por lo que el sistema de pensiones los hace sentir que sólo merecen una limosna y deben depender de familiares (hijos, sobrinos), viviendo de allegados para hacer rendir el dinero. De esta realidad vengo y trabajo a diario con personas que no les alcanza, reciben entre 36 mil a 120 mil pesos para mantenerse y conviven en familias numerosas, no porque tengan hartos hijos, sino porque se unen a más familiares para vivir dignamente y repartirse gastos.
El sistema de cotizaciones está pensado en que todos tendremos la capacidad de trabajar a lo largo de la vida, pero no considera a personas que sufren de enfermedades catastróficas que los deja postrados, o con gastos elevados, muchos de ellos jefes de hogar, a quienes se les jubilará anticipadamente, pero ese dinero no les alcanzará para costear los gastos de su propia enfermedad y menos el de su hogar aumentando la pobreza y expectativas de mejorar su calidad de vida.
Existen muchas otras razones, pero esto es parte de las "injusticias" a lo que la gente se refiere.
Fabiola Godoy
AFPs II
En relación a la carta del señor Ernesto Erdmann Carmine publicada en su prestigioso medio el viernes 5, me permito plantearme algunas reflexiones...
A una persona que trabajó por 40 años y hoy recibe una pensión (que más parece limosna) de $120.000, ¿le importará que Chile tenga el 8° mejor sistema de pensiones del mundo? De verdad, siendo profesor, no ingeniero como el señor Erdmann, sé que cuando me jubile recibiré alrededor de $200.000, como mis colegas que ya padecen la jubilación (en un Estado con ética debería decir disfrutar la jubilación). Me parece hasta pueril y ofensivo argumentar de la forma que lo hace este señor para justificar el abuso que cometen las AFPs con la venia del Estado.
No se puede perder de vista, además, que se ha venido dando como argumento otra falacia: la edad promedio de los chilenos está al alza (cantidad) por lo tanto hay que repartir los fondos de ahorro previsional en más años. Falso. Hoy vivimos hasta cuando producimos. Después somos sobrevivientes, esclavos de los fármacos y tratamientos invasivos; confinados al encierro porque los recursos no permiten otra cosa. Esa es la triste realidad de la gran mayoría.
Francisco Eladio Méndez Castro
Demolición de casa
Estimado Director, la verdadera cuestión que refleja la demolición de una casa considerada patrimonial -otra más de muchas anteriores y lamentablemente muchas por venir si no hacemos algo, por lo menos a nivel ciudad-, es cómo lo público y lo que llamamos en algún momento polis, que debería pertenecernos a todos en su dimensión patrimonial, se encuentra raptada por el mercado en su faceta más devoradora que es la especulación inmobiliaria sin control. ¿Qué le importa a la empresa constructora que le pasen un parte o una sanción económica en relación a las ganancias que verdaderamente recibirán por la plusvalía del terreno cuando se construyan las edificaciones habitacionales o comerciales que sin duda estarán a la venta dentro de poco? Nada. pero como no nos podemos quedar en el pataleo, en el chapoteo, mi propuesta radica en que debemos levantarnos como ciudadanía y hacer que en el municipio, aparte de las comisiones y departamentos existentes, se cree uno de urbanismo y patrimonio para resguardar lo poco que nos queda, pero que no por eso es menos valioso. Ramiro Villarroel Cifuentes
Libros caros
El "lujo" de leer en Chile cada vez es más abismante.
Renata Soledad Morales