El día martes 02 del presente mes, pudimos leer al ciudadano Pedro Iñiguez en la sección Correo en este medio, haciendo referencia al Pabellón que representó a Chile en la feria Internacional denominada Expo Milán, el cual llegó a La Araucanía como un regalo para convertirse en un centro cultural y de comercio.
Comparto profundamente la crítica del Sr. Iñiguez, respecto a la ubicación que estableció el intendente Jouannet para situar tal obra artística, pasando a llevar a los ciudadanos temuquenses, quienes -según mi criterio- debieron ser los protagonistas en la decisión del mejor lugar para emplazar el Pabellón.
Aquí además, se está pasando a llevar la historia de uno de los clubes más antiguos del fútbol regional, como lo es Deportivo Comercial, eliminando por completo la cancha que conoce gran parte de su historia, para transformarla en "el mejor lugar" para instalar el recinto cultural, cuya estructura trae bajo el brazo la construcción de estacionamientos subterráneos, dañando de pasada, el medioambiente que rodea el sector.
Me pregunto ¿Cómo no se pensó en otro lugar para ubicar esta estructura, pudiendo reforzar un gran sector que cada día crece en población y estructura urbana como es la Isla Cautín? No puedo dejar de pensar que aquí se hizo lo más fácil, no pensando en un futuro y dañando un espacio deportivo, en vez de mejorarlo y fortalecerlo.
Se pensó muy mal por parte de las autoridades locales el emplazamiento del Pabellón Expo Milán en la cancha del Deportivo Comercial de Temuco y aunque la estructura sea desarmable y se pueda pensar en otra ubicación en el futuro, el estacionamiento subterráneo quedará y se transformará sólo en un enorme gasto que no será rentable, ya que el sector - siendo honestos- no es concurrido por la comunidad y peor aún, está alejado del centro de la ciudad, lo cual no ayudará a descongestionar nada.
No me cabe duda que este es un gran proyecto para la región, que beneficiará a los productores asociados a la Cámara de Comercio Mapuche y a otros semejantes también, pero insisto que no se puede destruir una cancha tan importante para el fútbol amateur regional, menospreciando la oportunidad de darle vida y un aire turístico a un espacio a orillas del río Cautín.
Jaime Quintana Senador