A cuatro años de la Ley Zamudio
Se hace necesario educar a la población en todo lo relativo al desplazamiento por las calles, ya sea en áreas urbanas como rurales, a fin de evitar más atropellamientos. De las 198 causas iniciadas desde 2012, sólo 32 han llegado a una sentencia en un proceso civil y otras 53 terminaron por otras causales.
La resolución de la Corte Suprema, que acogió una acción legal bajo la Ley Zamudio, y que consideró arbitraria la decisión del Colegio Alemán de negarle la matrícula a un menor de 4 años por su timidez y porque estaba con tratamiento con un fonoaudiólogo, debe llevarnos a reflexionar sobre cómo se construye una sociedad más tolerante e inclusiva.
Sólo para recordar, la Ley Zamudio debe su nombre a Daniel Zamudio, el joven que fue asesinado brutalmente en marzo del 2012 en la Región Metropolitana por tener una condición sexual distinta. La norma busca como objetivo restablecer el imperio del Derecho, cuando se comete un acto de discriminación arbitraria.
No es primera vez que en la Región se resuelve un caso de discriminación apelando a esta normativa. En 2012, en mi calidad de abogado, presenté una demanda en el Juzgado de Letras de Lautaro, la primera usando esta ley en La Araucanía, en representación de mi cliente, Juan Enrique Easton Hevia, quien durante cinco años sufrió discriminación por parte de la Federación del Rodeo Chileno (Ferochi).
El hecho se originó luego que el Tribunal de Disciplina de la institución castigó a Easton en el 2008 con la suspensión por cinco años de toda actividad deportiva y dirigencial en el seno de Ferochi.
A esto se sumaba la inhabilitación de inscribir caballos a su nombre o del criadero del cual sea propietario, en cualquier clase de rodeo por un periodo de 60 meses, lo que era un duro golpe para un hombre que ha estado ligado toda su vida a los caballos.
El juicio finalmente se ganó y los tribunales determinaron que la medida de Ferochi era arbitraria, dejando sin efecto las sanciones y las prohibiciones que habían establecido tras la resolución. Así Juan Easton pudo volver al rodeo y a disfrutar de los caballos, que es su pasión.
Las estadísticas del Poder Judicial (a marzo de este año), sostienen que de las 198 causas iniciadas desde 2012, sólo 32 han llegado a una sentencia definitiva en un proceso civil y otras 53 terminaron por otras causales, como desistimientos o acuerdos.
Finalmente, podemos concluir que la ley Zamudio es una excelente herramienta jurídica para poner fin a actos de discriminación que día a día se comenten en la distintas esferas sociales.
Dionisio Ulloa Berrocal , abogado