Correo
Acusa discriminación
Mediante la presente y a través de este medio de comunicación quiero manifestar mi molestia al Servicio Electoral (Servel), por haber rechazado mi postulación a candidato a concejal por la comuna de Nueva Imperial. Hice entrega de toda la documentación que requiere dicha postulación, sin embargo, el Servel manifiesta que no cumplí con todas las exigencias que mandata la ley, finalmente se inhabilitó mi postulación. Considero que este es un acto discriminatorio, que se distancia de los derechos elementales consagrados en el convenio 169 de la OIT, carta de las Naciones Unidas y otros instrumentos. ¿De qué derecho estamos hablando, si nos privan de hacer este ejercicio? La Constitución señala en su artículo N°1 "las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos". Todos tenemos derechos a participar en igualdad de condiciones en estos procesos eleccionarios, sin importar el color de piel ni condición social, esta actitud demuestra una vez más que las leyes y las instituciones están hechas por unos pocos y que representan a esos pocos. Patricio Mellico Raguileo, dirigente mapuche
Filosofía I
No cabe duda, que a raíz de la polémica por las clases de filosofía lo que debiéramos hacer precisamente en las escuelas y liceos públicos es fortalecer las horas de filosofía y complementarlas con temas de ciudadanía y educación cívica. Lo que sí, me parece que a estas alturas de la historia, al menos en el ámbito de lo público, son absolutamente innecesarias las clase de religión, sobre todo en un país laico donde los valores cívicos de la tolerancia, la justicia, la igualdad y la solidaridad tienen por cierto una cariz más propio a un Estado de derecho democrático y republicano que a uno confesional decimonónico. Asimismo, deberíamos promover el estudio de la propia historia, universal y chilena, con un enfoque crítico; los mitos y héroes de la vida patria deberían ser analizados desde la luz de la razón y de la evidencia, más que desde la lógica del rock star y del chovinismo populachero.
Rodrigo Reyes Sangermani
Filosofía II
Hay muchas preguntas que cabría hacer al Ministerio de Educación (Mineduc) con relación a la decisión de eliminar del currículo de tercero y cuarto medio la enseñanza de la Filosofía. Desde luego, en primer lugar, cabe interrogar acerca de las razones de la eliminación. Si la decisión no ha sido obra de la espontaneidad irreflexiva, uno supondría que detrás de ella ha habido algún tipo de raciocinio, y es importante que la opinión pública pondere ese raciocinio en su mérito. Teóricamente, uno tendría que estar abierto a que, efectivamente, haya razones suficientemente persuasivas y categóricas, y que la comunidad académica, especialistas, rectores de universidades, filósofos, pedagogos y educadores sean, en realidad, ignorantes con respecto a los argumentos que subyace a la decisión del Mineduc. Es una posibilidad.
Sin embargo, a mi juicio, hay una pregunta anterior. Y es que también cabría preguntarle a la autoridad qué entiende por Filosofía, ya que una decisión de esta naturaleza presupone una concepción de lo que la disciplina es (y no es). La palabra filosofía es extraordinariamente amplia y puede cubrir muchas categorías de cosas. Y -hay que reconocerlo- al pensar en la formación de un estudiante secundario uno puede asumir que la filosofía tiene un rol que, a decir verdad, otras disciplinas cumplen de mejor manera. No obstante, desde una perspectiva laxa, suele asociarse la filosofía a una especie de actitud crítica respecto de la realidad. A la idea de fomentar preguntas esenciales, a cuestionar las verdades preestablecidas, a encontrar argumentos o razones para respaldar prácticas, pensamientos o decisiones. A no dar por sentado fenómenos que nos parecen obvios y a indagar profundamente en las causas que explican nuestras concepciones sobre el hombre y el mundo. Si el Mineduc coincide en esta manera de entender la filosofía, entonces la primera pregunta representa un desafío mayúsculo.
Guido Larson Bosco, Instituto de Humanidades Universidad del Desarrollo
Le deben el arriendo
Quiero denunciar que en las elecciones primarias que se realizaron en la comuna de Lautaro arrendé un local al candidato a alcalde Juan Luis Salinas, para que lo utilizara como sede de su comando. El contrato fue por $250 mil mensual y él me entregó un cheque por 1.750.00 mil pesos, monto que corresponde al período desde el 10 de abril al 10 de noviembre del presente año. Tras las elecciones de junio el candidato perdió y al querer cobrar el cheque que me había pasado me dijeron que no tenía fondos y fue protestado. Ahora el local está cerrado y fue pintado con los colores de su comando. Ellos no me quieren pagar a pesar que tengo un contrato vigente, tampoco cancelaron las cuentas de agua ni electricidad.
Fernando Schifferli