Los hinchas de Deportes Temuco no pudieron sacarse, ayer por la tarde en el Estadio Germán Becker, la amargura del debut en el Coloso Araucano -cuando perdieron 1-3 ante Iquique-, tras ver caer a su escuadra (1-2) frente a un efectivo Cobresal, por la fecha 5 del torneo de Apertura de la Primera División, a pesar de mostrar argumentos como para haber tenido un mejor final.

El duelo, si bien en los primeros 15 minutos tuvo a dos rivales que se esmeraban por prodigarse opciones de anotar en los arcos rivales, de a poco la posesión del balón la fue ganando el Albiverde, aunque la efectividad visitante tuvo un premio inesperado.

Tras una mano dentro del área del defensor local Diego Díaz, el juez Christian Rojas sancionó la pena máxima, que en los 22' tradujo en gol Víctor Hugo Sarabia.

Mano, penal

El hecho le dio la posibilidad a los del técnico argentino Dalcio Giovagnoli manejar el ritmo del partido ante un combinado temuquense que, en lo que restaba de primer tiempo, se hizo muy predecible en su tradicional funcionamiento por las orillas y centros que no llegaban a otra parte que a los botines, los cabezazos de los defensores visitantes o a las manos del bien ubicado portero Sebastián Cuerdo.

En el complemento levantó notoriamente su juego colectivo el conjunto de Luis Landeros, gracias a la inclusión, especialmente, del argentino Sergio López (por Domínguez) y, en menor medida, de José Huentelaf (por Piña).

De hecho, los tiros largos del trasandino y juego asociado con Canío y un notable Jaime Soto, por derecha, generaron los mejores momentos del local, el que tuvo el gran inconveniente de no rubricar en goles las opciones generadas.

Opciones fallidas

Al menos tres opciones se anotó, personalmente, Matías Donoso, fallando una chilena y un par de remates que, quizás por ansiedades acumuladas, terminaron en ahogados gritos de gol.

Eso, hasta el minuto 66', instante en que una de las figuras del Histórico, Cristián Canío, rubricó positivamente una media vuelta dentro del área, para decretar el empate 1-1, tras recibir desde el sector izquierdo de la carga dueña de casa.

Seguía machacando el pórtico cobresalino el anfitrión, ya sin Donoso en cancha (reemplazado por Campana, en los 74', por una dolencia fuerte en su rodilla derecha), pero mostrando la misma ineficacia que del otro lado tendría a un factor decisivo para la resolución del encuentro.

Oficio de gol

En los 75', ingresó por Israel Poblete el experimentado "golicultor" paraguayo de Cobresal, Ever Cantero, quien -como se preveía- complicaría a tal punto a la última línea albiverde, que luego de una habilitación del talentoso Víctor Hugo Sarabia dentro del área, fue a buscar la pelota en el corazón del sector del portero Luis Marín y marcar el que terminó siendo el 1-2 del forastero.

"No sé si fue justo el resultado, pero sí fue un triunfo más que importante. Fue trascendente el ingreso de Ever Cantero para marcar diferencias", lo indicó el técnico de Cobresal, Dalcio Giovagnoli.

Autocrítico, el DT de Temuco, Luis Landeros, reconoció que por la dolencia física de Matías Donoso, "quizás pudo haber sido antes el cambio, pero pensábamos que él, como jugador potente arriba, podía marcar diferencias".

El presidente del Albiverde, Marcelo Salas, opinó que "el primer tiempo fue muy enredado para los dos equipos, pero en el segundo fuimos superiores de principio a fin, pero no concretamos. Ellos, de las dos ocasiones que tuvieron, nos convirtieron".

Descanso

Para el "Matador", Deportes Temuco "no ha hecho malos partidos, hemos perdido dos de local, pero está recién empezando el campeonato y esperamos que Luis (Landeros) trabaje en la semana para solucionar los problemas que hemos tenido".

El plantel temuquense tendrá libre hoy, para regresar a los entrenamientos mañana, a las 11 horas, en el complejo deportivo del camino a Labranza, a la espera de realizar un posible duelo amistoso -el próximo fin de semana libre- ante Deportes Valdivia.

partidos habían jugado, antes de ayer, Deportes Temuco y Cobresal, con 6 triunfos de los nortinos versus 4 de los temuquenses. 14