Frases
"Fue una vergüenza que me hicieron pasar. Dejarme sólo al final, creo que es una franca discriminación".
José Ruiz Müller
"Siento una admiración grande por Rufino Bernedo. Era una persona extraordinaria".
Leopoldo Muñoz
"Fue una vergüenza que me hicieron pasar. Dejarme sólo al final, creo que es una franca discriminación".
José Ruiz Müller
"Siento una admiración grande por Rufino Bernedo. Era una persona extraordinaria".
Leopoldo Muñoz
La Municipalidad de Temuco hará un efectivo aporte a la campaña para la siembra de alevines en los ríos de la provincia de Cautín. En estos momentos los clubes de pesca y caza realizan el esfuerzo para que la provincia recupere el incentivo turístico que significaban sus ríos con abundantes peces, especialmente, truchas salmonídeas.
Durante la madrugada de ayer una banda de delincuentes vulneró los sistemas de seguridad de la Municipalidad de Temuco en calle Prat para ingresar al edificio y llevarse 11 pantallas de computadores y dinero en efectivo. El fiscal decretó diversas diligencias a un equipo multidisciplinario de Carabineros e Investigaciones.
La directora de la Onemi estableció que se deben perfeccionar las redes de comunicación hacia la zona costera, las alarmas y también los refugios. Por su parte, el intendente Andrés Jouannet, recogió la petición y anunció que los proyectos de la Onemi se enviarán al Core para poder financiar las medidas solicitadas.
Hoy en todo el país se celebrará un nuevo aniversario patrio. Una fecha trascendental dentro del calendario de festejos nacionales, toda vez que este 18 de Septiembre no sólo se conmemoran los primeros atisbos libertarios, materializados en 1810 con la constitución de la Primera Junta Nacional de Gobierno -ya que oficialmente la independencia de Chile fue rubricada el 12 de febrero de 1818-, sino que también se le rinde un tributo a la cultura criolla, a las tradiciones más arraigadas de nuestra geografía y en especial a ese sentimiento tan propio de nuestro país y que definimos como "chilenidad", y que podría resumirse como el conjunto de expresiones culturales que lentamente y gracias al aporte de todos quienes habitan esta tierra, se ha ido enquistando en el territorio y cuyo uso se ha mantenido en el tiempo, traspasándose de generación en generación, para dar forma a la identidad nacional.
Por ello, estas fiestas debieran ser un incentivo al reencuentro, de manera que la ciudadanía completa deje de lado las diferencias -tan habituales, por cierto, en tiempos previos a una elección popular- y rinda honores de manera fraterna a estos valores que a lo largo de la historia han ido configurando ese rasgo que nos diferencia del resto de los países del continente, y que no sólo nos hace reunirnos y festejar con alegría las hazañas deportivas, sino también solidarizar con aquel que necesita ayuda cada vez que la naturaleza se ha ensañado con nuestro territorio.
Y el principal lugar para realizar este acto de reencuentro no se halla en las fondas y ramadas o cualesquiera de los lugares públicos donde se rinde culto a las representaciones más típicas de nuestra cultura, sino que se encuentra en la propia familia. Allí, en la intimidad del hogar y alrededor de las tradicionales preparaciones gastronómicas de esta fecha, se deben reconocer los verdaderos valores que han dado origen a nuestra identidad y asumir el compromiso de preservar y perpetuar lo mejor de lo nuestro. Ese debe ser el verdadero sentido de estos festejos.
Hoy, en el día de la Patria, muchos nos reunimos para celebrar juntos, y en muchos también se despierta el anhelo de trabajar juntos en construir un país mejor, más justo, más feliz y en paz, donde nadie sobra. Todos compartimos una historia común y juntos debemos renovar la esperanza. Todos, desde nuestras diferentes identidades, podemos hacer un aporte respetuoso al conjunto. Desearíamos que nuestra mirada de futuro, nuestra esperanza tenga puesta su atención preferente en aquellos que han sido más marginados, los más pobres, los que más sufren, los que están heridos, los que desde el seno de sus madres claman por vivir. Sólo si nuestra mirada parte desde ellos, al proyectar el futuro Chile y construir su porvenir, tendremos la certeza de marchar hacia un país mejor, más integrado en su diversidad intercultural, humano y cuidadoso del bien común.
Chile está viviendo un cambio muy profundo a todos los niveles, y es esta una oportunidad extraordinaria que no podemos desaprovechar para aportar de tal manera, que el alma de Chile salga fortalecida. Este día de fiesta nacional nos recuerda que la patria libre tiene raíces, tiene una larga historia de éxitos y fracasos, de dolores y alegrías que debemos asumir para mejorar lo bueno y corregir nuestra falencias y errores. No partimos de cero; la historia nos enseña y nos sostiene; tenemos una tradición rica en los valores del humanismo cristiano que han hecho grande a Chile que debemos respetar; somos frutos de ese pasado y sólo lo que se construye desde esa verdad tendrá solidez y verdadero futuro.
Por eso el día 18 de Septiembre es un día en que debemos tomar conciencia de lo bueno que tenemos y expresar un profundo agradecimiento por lo que Dios nos dio en la naturaleza y por todo lo que nuestros antepasados hicieron por nosotros. Millones de hermanos nuestros que nos precedieron, derramaron su sudor y su sangre para que Chile tuviera lo que hoy tenemos. Muchos compatriotas siguen hoy construyendo la Patria, son héroes anónimos a los cuales en este día debemos rendir un homenaje.
Nos consuela la conciencia que se ha ido creando la necesidad de mejorar la política, de aumentar la transparencia y la participación, de evitar que todo se rija por la competencia y el individualismo. Reconocemos y agradecemos los esfuerzos que en diversos campos se están haciendo por medio de numerosas iniciativas legales. Los cristianos tenemos el deber de contribuir con todas nuestras fuerzas a solucionar los problemas de nuestra patria y a recrear la esperanza necesaria en el futuro. Sin esperanza no habrá un futuro humano. Somos discípulos de un maestro que con su muerte y resurrección nos permite transformar la cruz y el fracaso, en esperanza. ¡Viva Chile!
Héctor Vargas obispo de Temuco