Las autoridades de Nueva York (EE.UU.) investigaban ayer una explosión ocurrida el sábado a las 20.30 horas en el barrio de Chelsea, que causó 29 heridos y generó pánico en la ciudad, que recientemente conmemoró el decimoquinto aniversario del 11-S.
La detonación tuvo lugar en una zona de Manhattan muy concurrida los fines de semana. La bomba fue colocada dentro de un basurero.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, aseguró que las investigaciones no pararán hasta que se sepa "quién y por qué" realizó ese "acto intencional", "violento" y "criminal organizado".
Mientras, el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que, a pesar de que aún no hay evidencias que lo demuestren, la explosión del sábado fue un "acto de terrorismo".
Por su parte, el jefe de la Policía de Nueva York, James O'Neill, afirmó que "hasta ahora nadie ha reivindicado todavía su responsabilidad en la explosión", pero que los agentes continúan recabando pruebas tanto en el lugar de la explosión, como en el sitio donde se encontró un segundo artefacto: una olla a presión de cuya parte central salía un cableado oscuro.
Asimismo, explicó que este último dispositivo, localizado a cuatro manzanas de la zona de la explosión, ya fue trasladado a un laboratorio del FBI en Quantico (Virginia) para ser analizado.
De Blasio destacó que las personas que resultaron heridas ya fueron dadas de alta, e hizo un llamado a los neoyorquinos para que sean "pacientes" con la investigación.
Asamblea de la onu
El incidente en Nueva York se dio un fin de semana previo a la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), que se celebrará en la urbe y donde acudirán cientos de gobernantes de distintos países del mundo, invitados por Barack Obama. Incluso se espera que acuda la Presidenta Michelle Bachelet.
Por lo mismo, De Blasio le dijo a la población que "tiene que estar vigilante y entender que en los próximos días habrá una gran presencia policial en la ciudad con motivo de la Asamblea General" de Naciones Unidas (ONU), añadió el edil.
Ataque en Minnesota
El mismo sábado de la detonación en Nueva York, pero media hora antes, a las 20.00 horas, en un centro comercial de la ciudad de St. Cloud (Minnesota), se registró un ataque que causó nueve heridos.
La agresión la realizó un hombre que, vestido con uniforme de guardia de seguridad privada y armado con un cuchillo, atacó a nueve personas, las que se encuentran fuera de riesgo vital. El agresor fue abatido por un policía fuera de servicio.
Amaq, una agencia de noticias vinculada al autodenominado Estado Islámico (EI), aseguró que el agresor era uno de sus "soldados".
Según el jefe policial de St. Cloud, Blair Anderson, el sospechoso hizo por lo menos una referencia a Alá durante el ataque y preguntó a una de las víctimas si eran musulmanas antes de agredirlas. Por su parte, el portavoz del FBI en Minnesota, Kyle Loven, confirmó a EFE que están colaborando con la policía local tras conocerse la información entregada por el EI.
Un duro golpe recibió la canciller alemana, Angela Merkel, ayer en la elecciones regionales celebradas en Berlín. En la ronda también se ratificaron la erosión de los grandes partidos, especialmente la Unión Cristianodemócrata (CDU), de la líder germana, y logró que la derecha radical se consolide, ya que obtuvieron acceso a la Cámara de la ciudad-estado y capital del país.
Por su parte, el Partido Socialdemócrata (SPD) se mantiene como primera fuerza en la región, con un 23% de apoyo. Sin embargo, según las proyecciones de los canales de televisión públicos ARD y ZDF, el SPD deberá buscar más apoyo y no podrá seguir solo con la coalición que lideraba afianzado con la CDU, ya que a pesar de salir en segunda posición, con un 18%, su aprobación va en declive constante.
Por su parte, la derecha radical de Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo un 12,5%, debajo de las expectativas de esa formación emergente pero que le garantiza una sólida representación en la Cámara regional, la décima donde consigue escaños del total de 16 que existen en el país germano.
El Partido Liberal (FDP) es otro de los que regresan a la Cámara de la ciudad-estado, que tras quedar relegado a extraparlamentario en 2011, en las elecciones de ahora obtuvo un 6,5% que le permite tener presencia política en Berlín.
A pesar de que las grandes formaciones tradicionales de Alemania, SPD y CDU, sufrieron notables caídas de votos, de unos cinco puntos cada una, y quedaron asimismo las dos en mínimos históricos, ninguna formación del espectro ultraderechista logró, hasta ahora, representación en el Parlamento federal.
Tras las votaciones efectuadas, el SPD seguirá siendo la fuerza dominante en la capital germana y continuará liderando el gobierno regional.
Elecciones en Berlín dan un nuevo golpe a Angela Merkel