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Autoridades decretan estado de emergencia

EN CHARLOTTE. Se desplegó la Guardia Nacional y el jefe policial no descarta el toque de queda, tras la muerte de afroamericano a manos de la policía.
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Nicole Otazo c.

Tras la segunda noche de manifestaciones en la ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte, Estados Unidos, desatadas por la muerte de una afroamericano que murió a manos de la policía local, el gobernador de la ciudad, Pat McCrory, declaró ayer estado de emergencia y afirmó que la situación es intolerable.

La razón

La autoridad decidió declarar estado de emergencia, luego de conocer que una persona resultó herida de gravedad por el impacto de una bala durante los disturbios de la noche del miércoles y teniendo en cuenta que otra ya había muerto la tarde del martes.

La alcaldía de Charlotte había dado a la persona herida por muerta; sin embargo, se encuentra en condición crítica. En la misma línea, aseguraron que el disparo que hirió al individuo se produjo de "de civil a civil".

Piden proactividad

Por su parte, Jennifer Roberts, alcaldesa de Charlotte, y Kerr Putney, jefe de Policía local, aseguraron ayer en una conferencia de prensa que actuarán de manera más "proactiva", frente a la situación que se vive, ya que contarán con nuevos refuerzos en el lugar.

En la misma línea, ambas autoridades dijeron que utilizarán nueva estrategias y más severas para proteger los inmuebles e impedir los posibles desmanes del futuro. Esto, después de que el miércoles terminó con 44 detenidos, 9 civiles heridos, numerosos destrozos de la vía pública, comercios, viviendas y vehículos.

Por el momento, Putney descartó la implementación de un toque de queda en Charlotte, aunque es una medida que no se descarta y está presente dependiendo de cómo se siga desarrollando el conflicto. "Actuaremos de acuerdo a las circunstancias", dijo el jefe policial.

La desgracia

Según la versión oficial de la policía local, el fallecido fue baleado este martes después de que se le pidiera tirar un arma que portaba cuando se bajó de su vehículo. En el vehículo esperaba que su hijo saliera de la escuela, en el estacionamiento de un edificio residencial de la zona.

Aunque Putney indicó que en las imágenes, grabadas por las cámaras del vestuario de los uniformados, no se puede ver que Scott tenía un arma ni que apuntaba con ella a ninguno de los agentes, la Policía acusó al ciudadano afroamericano de ser una "amenaza de muerte inminente" para ellos, ya que en Carolina del Norte no es legal portar armas de fuego.

La familia del hombre muerto por la policía asegura que lo que llevaba en las manos era un libro que leía mientras esperaba que su hijo regresara de la escuela. "La historia es muy diferente de la que se ha contado en las redes sociales", aseguró el jefe de la policía local, ya que los agentes pidieron a Scott que arrojara el arma con la que salió de un vehículo y al no hacerse efectivo, los agentes dispararon.