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En prisión preventiva quedó paramédico acusado de abuso

TEMUCO. El profesional trabajaba en Gendarmería.
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En prisión preventiva quedó un paramédico que prestaba servicio en Gendarmería, identificado como Miguel Lavanderos Cerda, quien fue denunciado por la misma institución tras recibir tres denuncias de postulantes de la entidad por el delito de abuso sexual reiterado, situación ocurrida el miércoles.

Los hechos, según precisó la fiscal Marta Belmar, habrían ocurrido cuando Lavanderos el día 12 de octubre "habría efectuado abuso sexual a tres de las personas que le tocaba examinar, quien de acuerdo al capitán de Gendarmería, su única función era medir, pesar y ver si las postulantes tenían un tatuaje corporal visible".

Fue en ese procedimiento donde, de acuerdo a la persecutora, que el imputado "les habría pedido desvestirse para quedarse solo con ropa interior, posteriormente les hacía sacarse la ropa interior y las hizo tenderse en una camilla, donde procedió a efectuarle tocaciones en los genitales".

Belmar agregó además que los hechos fueron reconocidos por el imputado pero que aquello, según indicó su defensor, Lavanderos lo habría realizado "en el cumplimiento de sus deberes y que está tranquilo".

Gendarmería

Consultado el director regional de Gendarmería, coronel Luis López Cisterna, éste indicó sobre los hechos denunciados son impresentables.

"El día de ayer (miércoles), tres postulantes femeninos a gendarme alumno, denunciaron al oficial encargado del proceso de postulación (un paramédico) de tocar sus partes privadas, esa situación es impresentable, por lo cual de forma inmediata dimos cuenta de esa situación al Ministerio Público".

El mismo López Cisterna comunicó que al interior de la institución se está desarrollando un sumario y "se está estudiando, pese a la presunción de inocencia, la posibilidad de no renovar contrato a este funcionario".

Familia Antilef pide al Gobierno que le garantice seguridad

ANTECEDENTE. Los residentes acusaron un nuevo ataque, pero Carabineros dijo que el hecho fue protagonizado por gente que estaba cazando.
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Lorenzo Lovera Seguel

Difíciles y dolorosos han sido los últimos 17 días para la familia Antilef-Pizarro. Primero, por enfrentar la pronta partida de uno de los suyos - Osvaldo Antilef Pizarro, tras ser asesinado de 3 disparos en Vilcún - y a ello hay que sumarle un ataque frustrado, ocurrido a la hora del partido de Chile versus Perú el martes pasado, el que finalmente no pasó a mayores.

Por lo mismo, desde el seno de la abatida familia le piden al Gobierno que les ofrezca una salida a sus problemas, incluso están dispuestos a dejar el predio donde también murió Fabián Tralcal, uno de los cinco sujetos armados que atacó a esta familia.

"Si es necesario irse y vender, no habría ningún problema pero nadie ha hecho nada", advierte a El Austral Diego Antilef, hermano de Osvaldo, quien entregó más detalles de cómo han sido los últimos días en su inmueble, aledaño al centro de eventos "Ojo de Agua".

El mismo Diego Antilef insistió en que "más que la posibilidad de irnos, es la posibilidad de que el Gobierno nos ofrezca algo para poder vivir tranquilos porque en ese caso mi papá no se puede quedar en la casa, tiene que andar arrancando noche por medio".

A lo anterior, se debe agregar que el ataque también ha tenido consecuencias - negativas - en el ámbito económico, situación que el familiar describe como crítica. "Nosotros vivimos en base al centro de evento y obviamente por lo ocurrido ya no entra nadie, nos cancelaron eventos, estamos de brazos cruzados, no tenemos plata, estamos abandonados", acusó.

Antilef, eso sí, destacó la ayuda y preocupación del fiscal de la causa, Roberto Garrido, de quien dijo que "la única persona que realmente nos ha apoyado y estado con nosotros es el fiscal Roberto Garrido y un sicólogo de la Fiscalía, que nos ha brindado un apoyo excepcional".

Ataque

A pesar de contar con un numeroso contingente policial en las afueras de su propiedad, la familia Antilef-Pizarro estuvo a punto de vivir una situación crítica el pasado martes.

El mismo Diego Antilef explicó que los hechos ocurrieron cuando "mi familia estaba descansando, algunos estaban acostados y de repente se escucharon dos balazos consecutivos. En ese momento mi tío que es no vidente escucha a la policía que enseguida pide refuerzos y uno se mete a la casa y dice que hay que apagar las luces y botarse al piso".

Acto seguido, según el mismo familiar, "se empiezan a escuchar balazos de parte de la policía y de los atacantes - que estaban en el predio pero no dispararon hacia la casa - desde unos 200 a 300 metros aproximadamente y el fuego bajó cuando llegaron los refuerzos de Fuerzas Especiales y empezaron a arrojar bengalas", explicó Diego Antilef.

Carabineros

Lo referido por familiares fue negado por el general de la IX Zona de Carabineros, Christian Franzani, quien sostuvo que el disparo que la familia escuchó la noche del martes, obedeció a que una persona se encontraba cazando a unos 400 metros de la propiedad de Osvaldo Antilef Sanhueza y los suyos.

Al respecto, el general explicó que "efectivamente a 400 metros del lugar se escuchó un disparo e inmediatamente se activó el protocolo de seguridad con la familia y se le alertó que en las inmediaciones se escuchó un disparo pero el personal territorial del destacamento se pudo entrevistar con unas personas que estaban cazando en el lugar", dijo el general.

"Efectivamente se escuchó un disparo e inmediatamente se activó el protocolo de seguridad con la familia".

Christian Franzani,, general IX Zona de Carabineros"