Tradición milenaria
Como mapuche reflexiono en que, por cosmovisión heredada de la sabiduría (kimun) de mis antepasados, la conciencia de la presencia diaria y permanente del "dueño de los hombres", "el que nos dejó" (Ñgnechen, Elchen) nos obliga a oraciones diarias (llellipun) para agradecer y pedir permisos a ese ser de fuerza y energía positiva (kume newen), por ello la propuesta de una parlamentaria sobre cambiar la frase: "En nombre de Dios" por "En nombre del pueblo" para abrir las sesiones de la Cámara ¿es comprensible y aceptable hacerla obligatoria para todos o debiera ser de libre decisión de cada cual? ¿Es posible, para nosotros los mapuches, que las personas ateas terminen con toda manifestación religiosa e instalen doctrinas materialistas que, en la práctica, han terminado convirtiendo, en religión y fe? En lo personal, concuerdo que la frase: "En nombre de Dios se abre la sesión", es un recuerdo a la asamblea que ellos son producto del amor de un gran creador por lo que "sus decisiones deben estar acorde con las leyes naturales por él establecidas", leyes naturales que son la base de los principios valóricos de mi, varias veces, milenario pueblo en que ninguna actividad se realiza sin hacer previamente una oración (llellipun, ñguillatun) al "dueño de los hombres", al que nos dejó".
Hugo Alcamán Riffo, mapuche lofche
Ayuda a Haití
El Gobierno de Chile ha anunciado que destinará 50.000 dólares -es decir, más de 33 millones de pesos-, procedentes del Fondo Chile contra el Hambre y la Pobreza en ayuda para las víctimas del paso del huracán Matthew por Haití. Ante esta elocuente demostración de generosa filantropía internacional, cabe preguntar: ¿Quién tomó esta decisión? ¿Hubo acaso una consulta ciudadana a los "chilenos y chilenas" sobre esta determinación? ¿Fue una resolución democrática o bien, hubo la tan manoseada "consulta popular"? Por lo demás, ¿es que en Chile no hay pacientes que enfrentan elevadas sumas por enfermedades y padecimientos? ¿Es que las pensiones de los jubilados son las adecuadas? ¿Es que acaso no hay mejoras que realizar en la propia infraestructura de hospitales, o bien de escuelas, calles y un larguísimo etcétera? ¿Es que no hay pobreza o necesidades que superar en el país con estos montos destinados arbitrariamente a otras latitudes?
Rafael Videla Eissmann
¿Cuántos son?
¿Cuánto(a)s son? es la pregunta que desde hace un tiempo permanece sin una respuesta certera, precisa y exacta relacionada con varios ámbitos, por ejemplo, los cores que efectivamente salieron a turistear, los niños fallecidos en el Sename, los médicos que recibieron becas de especialidades y no volvieron a trabajar en hospitales públicos, el total de chilenos (fracaso del censo), los parlamentarios y cercanos involucrados en boletas falsas, los votantes afectados por cambio de domicilio, el padrón definitivo de votantes, la cantidad exacta de dinero y número de involucrados en EFE, desmalezamiento de Refinería de Con Con, caso Caval, Corpesca, en la ANFP en caso Jadue, en el Milico Gate, en el MOP, en las redes de Martelli, en los "Jubilazos", en los fracasados intentos de revivir el tren al sur con la remodelación de las estaciones, los casos de corrupción por la basura, los pesos a devolver por cada chileno estafado por corrupción en el papel Confort, farmacias, pollos, gas, La Polar y otras, cantidad de viviendas que faltan por hacer en zonas con tragedias naturales. Podría seguir, porque la lista es larga, es de esperar que nuestras autoridades en pleno y en pos de la tan citada transparencia entreguen las respuestas a estas sensibles interrogantes.
Luis Enrique Soler Milla
Ley de aborto
En estos últimos días hemos visto manifestaciones con delantales blancos de médicos por la vida, carta de los mineros rescatados desde el fondo de la tierra y una marcha cuyo único sonido fueron los latidos del corazón de guaguas en gestación. ¿Qué más se necesita para que nuestros legisladores no aprueben la ley de aborto?Massiel Moreno
No hay mal que dure 100 años
Lo que estamos viviendo hoy con este gobierno de la "Vieja Minoría" no es ni más ni menos que la cosecha de lo que hemos sembrado en el pasado en que apuramos la llegada de la democracia para prostituirla antes y cosechar lo que estamos cosechando.
Dios está siendo expulsado de ella y las leyes son a gusto de tribunales, jueces y conveniencia de grupos de izquierda. El único consuelo que nos queda a quienes no estamos conformes con la situación actual es que el adagio se cumpla. "No hay mal que dura 100 años ni tontos que aguanten".
Víctor Volante