
El equilibrio político en La Araucanía
Mauricio Partarrieu
Hoy, después de las Elecciones Municipales, ¿hay algo nuevo en el mapa político que se nos presenta? A primera vista, alguien podría decir, que salvo por los 4 alcaldes independientes que, también podrían ser asimilados a uno y otro sector; están las mismas dos coaliciones tradicionales y nada nuevo bajo el sol.La respuesta anterior conduce a un profundo error, pues la aparente continuidad de los dos conglomerados más importantes, es la punta del iceberg observable, donde al igual que aquellas masas de hielo; los verdaderos cambios están ocultos en aquel 61,36% que no participó. La abstención ha pasado de ser el tipico "no estoy ni ahí" a un acto político de repudio transversal a la oferta política existente y que lejos de "no estar ni ahí", implica una repolitización silenciosa al margen de las fuerzas políticas tradicionales.
Desde la vuelta a la democracia las dos principales coaliciones se han encontrado en un equilibrio virtuoso para ambas partes, lo que ha implicado el favorecer los consensos y evitar impulsar cambios sin la venia de sus contenedores permanentes. La irrupción de fuerzas políticas nuevas, como es el caso de Valparaíso, y el descenso a tasas crecientes de la abstención son señales inequívocas que los antiguos equilibrios certeris paribus, son improbables de mantener.
Entonces, ¿cuál sería el desenlace más probable? Una posibilidad es hacer esfuerzos conducentes a mantener un equilibrio que hace rato dejó de ser estable, y más bien se encuentra amenazado de manera permanente por la deslegitimación ciudadana. La otra opción es impulsar cambios estructurales que revitalicen la competencia política, entre ideas políticas legítimamente divergentes, que estén más allá de las personas que lideren estos proyectos políticos en disputa y de la retórica carente de sustancia.
Este cambio en la política regional y nacional es necesario, no por que favorezcan a uno u otro sector, si no porque de lo contrario el sistema político corre el riesgo de un desplome con todos los costos sociales que eso implica.