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Platos costeros, campesinos y mapuches esperan al interior de la Feria Pinto

TÍPICO. Trece cocinerías se ubican en el sector de las pescaderías, con precios módicos, abundancia y sabores únicos. Tras el incendio del Mercado, este sector se ha convertido en el centro de atracción de quienes buscan buena mesa y tradiciones locales.
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Hugo Soto Cárdenas

En el corazón popular de Temuco, a metros del Edificio Marsano, de la Estación de Trenes y de la que fuera la casa de Pablo Neruda, las cocinerías de la Feria Pinto aguardan al visitante con un colorido, perfumado y delicioso cargamento de platos de manufactura chilena, con ingredientes sacados de la tierra o el mar regional, y con recetas que unen lo mejor de la cocina mapuche con las tradiciones campesinas.

Cazuelas de pollo y vacuno, pescado frito, empanadas, estofados, caldillo de mariscos, son algunas de las delicias que este grupo de 13 restaurantes ubicados junto a las pescaderías tiene a disposición de una clientela fiel, conformada en buena parte por los mismo clientes que llegan desde toda La Araucanía a comprar a la feria.

MUY BARATO

Entrando en el rango de "picada", las cocinerías de la Feria Pinto hacen coincidir la generosidad de los platos con precios accesibles a todo bolsillo.

¿Es un negocio rentable con precios tan bajos? de acuerdo con lo señalado por Rubén Reumay, propietario de Cafetería y Cocinería Reumay, es el volumen de gente el que mantiene activos estos locales.

"Éste es un negocio familiar, yo trabajo con mi señora y mi hijo, desde hace ya 8 años, cuando se entregó la remodelación de la feria", rememora Reumay, quien agrega que "viene mucha gente, y se incrementa más a fines de mes, cuando se nota que la gente está recién pagada. Tenemos clientes fieles, que vienen todos los días a almorzar, y a eso se suma la gente que viene del campo a comprar a la feria, o personas de paso, que vienen desde otras ciudades hasta Temuco a trabajar".

En este local, la reina de los platos es sin lugar a dudas la cazuela, tradicional plato chileno donde todos los ingredientes se mezclan en una olla o cazuela y de allí su nombre.

"La vamos variando, un día puede ser de vacuno, otro día de ave y otro de cerdo", cuenta Rubén Reumay, mientras hace pasar desde la cocina hasta las mesas precisamente una enorme cazuela de vacuno. "En cuanto al precio, es muy barato, cuesta 2.500 pesos una cazuela, con verdadero sabor a campo", dice.

Tras las cazuelas, el segundo plato más solicitado es el pescado frito, a 3.500 pesos, hecho en el lugar y entregado todavía chirriando desde el sartén al plato.

La experiencia de abrir Cafetería y Cocinería Reumay fue la primera que en el área de los negocios tuvo su propietario.

"Fue difícil en un principio, pues no teníamos clientes y hubo que ir captándolos, pero eso se logró en base al buen servicio y a la calidad de nuestros platos", apunta Rubén Reumay, quien agrega que "ya una vez que el local se hace conocido, todo comienza a andar sobre ruedas".

La atención es de 9 a 18 horas.

PESCADERÍAS

Si bien al interior de la Feria Pinto hay un patio destinado a la cocina, los 13 locales ubicados en la zona de pescaderías tienen un sello particular, donde el cliente puede degustar un rico ceviche (a mil pesos) de alguna de las pescaderías, mientras espera que le sirvan su plato en la cocinería ubicada al lado.

"El Tiburón Dorado", "El Arca", "La Reina de la Cazuela", "Donde Juanito", "Los Canallas", son algunos de los pintorescos nombres de estos pequeños centros del buen comer. Mientras se trabaja afanosamente al interior de las cocinerías para dar abasto con tanto pedido, a las afueras -tanto en el lado que da hacia dentro de la feria como en el que da a la calle- se suman las mesas y los comensales.

Juana Ancamil lleva ya 25 años trabajando en la Feria Pinto. Hoy sus dominios están concentrados en el local 204, "Juanita la única", bautizado así porque ella es la propietaria, la cocinera y quien lleva los platos a la mesa. Increíblemente, trabaja sola y nadie se ha quejado de quedarse sin almuerzo.

«Además, nadie más por aquí se llama Juanita, así es que soy la única por partida doble", apunta Juana Ancamil, mientras se multiplica cocinando un pescado frito, llevando una cazuela a la mesa y entregando una boleta. "En desayunos calculo que atiendo un promedio de 20 personas y al almuerzo unas 25 más. Lo que pasa es que soy rápida: rápida para cocinar, rápida para atender, y al final hago todo y queda rico".

Cazuela y pollo arvejado es el menú del día de "Juanita la única". Generoso platos trasladan las preparaciones caseras hasta las mesas, ubicadas junto a los puestos de venta de pescados y mariscos.

"Todos los días tengo una buena clientela, gente que viene del campo principalmente, y además personas que trabajan aquí cerca, en los supermercados y negocios", cuenta Juana Ancamil, quien agrega que "los fines de semana son los días de mayor venta, la gente aprovecha de venir a comprar, de pasear y de compartir un rico almuerzo".

El precio de la cazuela en este local es de 2.500 pesos. Incluir una bebida sube el valor del plato a 3 mil pesos. Y lo mismo ocurre con el pollo arvejado.

"A la gente le gusta un buen plato caliente, grande, aromático, y servido rápido", dice la propietaria de "Juanita la única", quien asegura que "mientras Diosito me dé vida, seguiré preparando ricos almuerzos, solita como siempre pero trabajando como si hubieran cuatro".

Pescado

Una curiosidad de esta agrupación de cocinerías es que por el hecho de ubicarse de frente a los locales de venta de pescado y mariscos, los sibaritas pueden dar rienda suelta a su gula adquiriendo -por mil pesos- un vaso de ceviche, producto estrella que las pescaderías venden casi tanto como las tacas y choros.

"Para quienes venimos de otras comunas a comprar a la Feria Pinto o a los supermercados cercanos, es sagrado pasar a almorzar acá", sostiene el cunquino Manuel Contreras, quien aprovechó su compra de alimentos para mascotas, para disfrutar de una cazuela de vacuno. "Cada vez que vengo solo o con mi familia a Temuco, almuerzo en la Feria Pinto, es más barato y los platos son más contundentes".

ZONA TÍPICA

Tanto la Feria Pinto como el Barrio Estación surgieron a fines del siglo XIX tras la aprobación en 1892 del primer Plan Regulador para la capital regional. La importancia cultural e histórica de esta parte de la ciudad, sumado al patrimonio arquitectónico de las edificaciones todavía en pie en ese lugar, motivaron a la Agrupación Defendamos la Ciudad de Temuco, a proteger este barrio y la feria mediante una declaración de Zona Típica, que es otorgada por el Consejo de Monumentos Nacionales.

Hoy, la agrupación local reunió más de 500 firmas de temuquenses que apoyan la idea, documento que fue entregado hace unos días a profesionales del Consejo de Monumentos Nacionales, ya en la etapa final de este proceso. De hecho, el expediente de la zona típica temuquense pasará a la tabla del Consejo de Monumentos durante este mes.

"Junto a un representativo grupo de actores locales de este sector logramos identificar los principales aspectos a proteger que tienen que ver con usos, practicas e intangibles que van más allá de un inmueble", señalaron los profesionales del Consejo de Monumentos Nacionales tras el encuentro. Y es precisamente en ese contexto donde las cocinerías, restaurantes y pescaderías forman parte importante de este pintoresco cuadro que une a la Feria Pinto con el Barrio Estación.

"La Feria Pinto es uno de los puntos tradicionales de la ciudad de Temuco, sin duda", dice Gladys González, propietaria de la Cocinería Los Canallas, quien ha sido testigo -al igual que sus colegas- de cómo tras la pérdida del Mercado Municipal por el incendio de abril, muchas personas giraron hacia los locales gastronómicos del lugar, uno de los pocos puntos de la capital regional que guarda las tradiciones mapuches y del campo sureño.

"Son 15 años trabajando en el área de la gastronomía al interior de la Feria Pinto", asegura Gladys González, quien agrega que el nombre de "Los Canallas" con que bautizó su local no es por ninguna referencia en particular, sino que simple marketing. "Imaginamos que Los Canallas llamaría la atención de la gente, y así fue exactamente".

La propietaria del local asegura que -al igual que en la otra docena de cocinerías- la clientela está conformada por los temuquenses que trabajan en las inmediaciones, y por los vecinos de comunas cercanas -Padre Las Casas, Cunco, Freire, Lautaro, Cholchol- que aprovechan cada viaje hasta la capital regional para disfrutar de las recetas caseras.

"A la gente de fuera sobre todo, le gusta venir a probar nuestra especialidad, la cazuela", precisa Gladys González, quien agrega que "aparte tenemos pescado frito, caldillo de mariscos, chuletas...Los precios son bastante convenientes, por ejemplo una merluza española frita, de buen tamaño, cuesta 3.500 pesos. La gente nos distingue por eso, por la calidad de nuestros platos y por la abundancia. Imagínese que para servir la cazuela lo hacemos en platos hondos especiales, más grandes de lo normal, y eso el cliente lo agradece".

"Tenemos clientes fieles, que vienen todos los días a almorzar, además de mucha gente de campo".

Rubén Reumay,, cocinería Reumay"

"Todos los días tengo una buena clientela que viene en busca de un plato rico, grande y con sabor".

Juana Ancamil,, cocinería "Juanita la única""

"A la gente de fuera, sobre todo, le gusta venir a probar nuestra especialidad, la cazuela".

Gladys González,, cocinería "Los Canallas""

1.000 pesos cuesta un vaso de ceviche, que se expende en las pescaderías. Así, mientras aguarda por su plato en las cocinerías, puede comprar este tentempié a solo un par de metros de distancia.

13 locales conforman este sector de la Feria Pinto que se ubica frente a las pescaderías y donde las cazuelas, las pailas marinas y el pescado frito son los platos dominantes.

2.500 pesos es el valor promedio de una cazuela en esta parte de la Feria Pinto. Con una bebida, hay que agregar 500 pesos. Platos especiales como curanto o paila marina, no pasan de $ 4.500.