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Hábitos de vida incidirían en potencial infarto más que los genes

PROYECCIÓN. Factores como la comida y el deporte podrían reducir en un 50% las posibilidades de manifestar una enfermedad codificada en el ADN.
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Valeria Barahona

La posibilidad de que una persona sufra un infarto cardiovascular debido a su configuración genética ha sido comprobada por numerosos estudios. Sin embargo, esta tendencia biológica podría reducirse al adoptar un estilo de vida saludable, según un análisis del Hospital General de Massachusetts.

Un mensaje simple

El documento, publicado en The New England Journal of Medicine, muestra que la población con una elevada predisposición genética a desarrollar una enfermedad cardiovascular puede reducir su riesgo de infarto o de muerte súbita a la mitad, mediante la adopción de un estilo de vida sana. "El mensaje de nuestro estudio es, simplemente, que el ADN no dicta nuestro destino", dijo el director de la investigación, Sekar Kathiresan.

"Hay muchas personas, y no solo entre la población general, sino también entre los médicos, que piensan que el riesgo genético es inevitable. Pero parece que esto no es así en lo que concierne al infarto de miocardio", agregó el especialista.

Estilo de vida

Los médicos buscaron evaluar si la adopción de un estilo de vida saludable puede mitigar el riesgo genético de padecer una enfermedad cardiovascular.

Los autores analizaron los historiales médicos y los datos genéticos de más de 55 mil adultos participantes de cuatro ensayos clínicos: sobre el riesgo de arterosclerosis, de salud del genoma de la mujer, sobre dieta y cáncer, y acerca de la presencia de placas arteroscleróticas en las arterias coronarias.

Pauta de vida

Luego, los autores asignaron a cada participante un riesgo genético de enfermedad cardiovascular en función de que portaran o no cualquiera de las 50 variantes genéticas que ya se sabe que aumentan el riesgo de sufrir un infarto. Junto a ello, las personas recibieron una pauta de vida según hubieran adoptado o no cuatro hábitos saludables: ausencia de obesidad, práctica de ejercicio físico, dieta saludable, y ausencia de tabaco.

Grupos de riesgo

Así, y en función de su perfil, los participantes fueron divididos en tres grupos: "favorable", con adopción de cuatro o tres de los hábitos saludables; "intermedio", mediante el empleo de dos hábitos; y "desfavorable", con uno o ninguno de los hábitos.

Cabe destacar que en el caso de los participantes del perfil "desfavorable" del estudio, se detectó la prevalencia de diabetes e hipertensión arterial.

Análisis

Los resultados mostraron que las personas con el mayor riesgo genético y un perfil "desfavorable" tenían un riesgo, inclusive del 90%, de sufrir un infarto, muerte súbita o la necesidad de una angioplastia.

Sin embargo, los médicos del Hospital General de Massachusetts observaron que este riesgo se redujo progresivamente al ir las personas adquiriendo los hábitos de vida saludables.

variables genéticas son las que predisponen a las personas a sufrir un ataque cardiaco, las cuales no pueden modificarse. 50

de riesgo adicional de sufrir un infarto tienen las personas sedentarias, fumadoras y con dietas descuidadas. 90%