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La intensa relación de Fidel Castro con Chile durante y después de Allende

DIPLOMACIA. La visita del líder cubano en 1971 se prolongó por 24 días, a pesar de que la idea original era que permaneciera sólo diez. Allende debió pedirle que se retirara.
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Fidel Castro visitó Chile en dos ocasiones, en 1971 y 1996, aunque la más recordada es cuando aterrizó en Antofagasta el 10 de noviembre de 1971. Llegó para celebrar el primer año de Gobierno de Salvador Allende, socialista elegido democráticamente, un camino muy distinto al que lo llevó a él al poder en la isla caribeña.

La visita de Castro se prolongó hasta el 4 de diciembre de ese año. Fueron 24 días, a pesar de que la idea original era que permaneciera sólo diez. Allende debió pedirle que se retirara. Durante la década siguiente, la relación entre Cuba y Chile estuvo marcada por el ingreso de armas destinadas al Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).

Fidel Castro regresó a Chile en noviembre de 1996, con motivo de la VI Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado.

A lo largo de aquellas tres semanas en noviembre de 1971, Castro conversó con Allende sobre la realidad latinoamericana y le regaló un fusil AK-47 de culata plegable, el mismo con el que el mandatario se quitó la vida el 11 de septiembre de 1973 en La Moneda. Asimismo, le aconsejó no confiar demasiado en los militares y le sugirió armar a los obreros en caso necesario, pues la clase obrera "puede, a tu llamado ante la Revolución en peligro, paralizar a los golpistas, mantener la adhesión de los vacilantes, imponer sus condiciones y decidir de una vez, si es preciso, el destino de Chile".

Hoja de ruta

Durante esas tres semanas, el cubano recorrió Chile desde el desierto hasta Tierra del Fuego. Se introdujo en la producción minera de los yacimientos recientemente nacionalizados, la industria vitivinícola en la zona central y la explotación del gas y el petróleo en la región austral. Tomó pisco y chicha, usó ponchos típicos del campo, comió chirimoyas, compartió almuerzos con pobladores, sindicatos y estudiantes. En todo un acontecimiento se coinvirtió el multitudinario diálogo que sostuvo en la Universidad de Concepción, donde uno de los jóvenes le consultó puntualmente por la relación entre el catolicismo y la revolución. El autor de la pregunta fue el ex ministro de Educación Martín Zilic.

Incomodidad

La visita de Castro enardeció y unió a los enemigos de Allende. Pero es un hecho que terminó por molestar al propio Allende, inquieto por su intromisión en la política interna. Carlos Altamirano, entonces secretario general del Partido Socialista, ha revelado en entrevistas que Allende le pidió que le dijera a Castro que se fuera, pero que él se negó.

"Salvador me pidió (que hablara con el líder cubano), pero yo no lo hice (...) No era fácil decirle a una personalidad y a un jefe de Estado de la talla de Fidel 'mire, ya está bueno que se vaya'. Tampoco yo era el más apropiado para decírselo".

El 2 de diciembre, dos días antes de su partida, Castro se despidió en el Estadio Nacional, donde atacó al imperialismo y a los derechistas chilenos. Además, animó al Gobierno a profundizar el proceso con la estatización de todos los recursos naturales y a luchar "¡Con la verdad, con la verdad, con la verdad! ¡Con la razón, con la razón, con la razón! ¡Con la moral, con la moral, con la moral!".

El 11 de septiembre de 1973, la Embajada de Cuba en Chile fue cercada por militares. Previamente, Fidel Castro había reforzado la seguridad del lugar mediante fortificación, un subterráneo y personal armado. Llegada la noche, los disparos tanto de los cubanos como del Ejército atravesaron la avenida Los Leones, en Providencia, motivo por el que al día siguiente Chile cortó relaciones diplomáticas con el país caribeño.

Introducción de armas

Años más tarde, Fidel Castro envió armas a Chile para la "Operación siglo XX", como se conoce al atentado contra Augusto Pinochet en 1986. Los destinatarios eran miembros del FPMR.