Andrea Arias
Entre los 15.484 inscritos en la Región para rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU), hay 66 internos de los distintos centros penitenciarios que maneja Gendarmería y el Sename que también medirán sus conocimientos.
La información fue entregada por la encargada regional de educación de Gendarmería, la socióloga Jocelyn Yáñez, quien indicó que la tendencia los últimos tres años, tanto a nivel nacional como regional, es a una disminución de los inscritos.
La PSU se rendirá en la Escuela Manuel Rojas del CCP de Temuco y, según explicó Yáñez, "la educación es un derecho garantizado por la Constitución y corresponde que el Estado garantice el acceso a este derecho, el cual no se pierde por estar privado de libertad. Además en el contexto penitenciario, la educación es un pilar fundamental en el proceso de reinserción social".
ESCUELA CCP TEMUCO
Opinión que también respalda, a partir de la experiencia, el director de la Escuela Manuel Rojas del CCP de Temuco, Néstor Aravena.
"LA PSU está a disposición de todos los alumnos que quieran tomarla, hay algunos alumnos que le ven sentido en cuanto a seguir avanzando en sus estudios al egresar de la unidad penal, pero también hay otros que quieren darse el gusto de participar y que no le cuenten cómo es la PSU", comentó Aravena.
Al ser consultado por el rendimiento de los internos, el director de la escuela de la cárcel de Temuco precisó que el resutado normal "es lo mínimo aceptable, esto es 400 puntos en promedio y excepcionalmente hemos tenido algunos chicos que escapan a esa regla", planteó el docente.
Este año dentro de los 22 reos del CCP de Temuco que rendirán la PSU, hay un extranjero. Su nombre es Ángel Fuentes Villalba (64), es nacido en Perú, pero a los seis meses se fue con su familia a Colombia, país que considera su patria. El "colombiano" como le apodan al interior del recinto penal, es oriundo de Rivera, uno de los 37 municipios del departamento del Huila, ciudad ubicada a unos 320 kilómetros de Bogotá.
En febrero, Villalba, cumplirá la mitad de su condena de 12 años por el delito de narcótrafico. Es la segunda vez que está privado de libertad. Anteriormente, estuvo en el recinto de Colina, en Santiago, 16 años también por narcotráfico.
Según cuenta Villalba, quien lleva cuatro años asistiendo a la escuela de la cárcel, está preso por "ambicioso" y a estas alturas de su vida lamenta el haberse involucrado en la mafia, la que conoció muy joven, de hecho, en Colombia, interactuó con el contador de Pablo Escolar.
Villalba explica que dará la PSU para medir sus conocimientos. Espera que le vaya bien y cuenta volverá a postular al CET de Vilcún, pues posee un título técnico agrícola que le gustaría poner en práctica. "Fue la ambición la que me metió en esto, pero no lo recomiendo, hay que educar al respecto", dijo.