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Cartas de Navidad: la oportunidad de abrazar al prójimo con un regalo

SOLIDARIDAD. Mil treinta y siete cartas al "Viejito Pascuero" llegaron este año a la oficina Temuco-Centro de Correos de Chile. Son misivas que cargan sueños, en su mayoría, de niños a quienes se puede apadrinar sólo yendo a las oficinas del servicio postal.
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Eduardo Henríquez O.

Hace 24 años los funcionarios de Correos de Chile notaron que ciertas cartas circulaban en esta época del año sin un destinatario ni destino convencional. Dirigidas por lo general al Viejito Pascuero, los trabajadores del servicio postal vieron lo evidente y decidieron hacerse cargo del asunto.

Así nace una campaña que ya es una verdadera tradición, comenta la jefa de la sucursal Temuco-Centro, Lina Chávez. Primero surge como un gesto interno de la institución y luego se abre al público para convertirla en una experiencia comunitaria, un acto solidario y caritativo que en 2016 se tradujo - para Temuco - en mil 37 cartas a las cuales responder con un obsequio de Navidad.

La cruzada de Correos comenzó el 19 de noviembre y está a a punto de terminar. De hecho, la versión 2016 cerrará el jueves (22) con la entrega de regalos que hará el propio personal de la entidad y colaboradores, en las oficinas de Portales 801 (esquina Prat).

Hasta ayer, comenta la jefa de la oficina central de Temuco, poco más de la mitad de las cartas habían sido apadrinadas por personas naturales, instituciones y empresas de la Región que se han acercado hasta el mesón con misivas instalado en la sala de atención a publico del edificio.

La cartas provienen de diferentes comunas y localidades. Hay remitentes de Cholchol, Lonquimay, Renaico, Queule, Metrenco, Chivilcán, y en su mayoría corresponden a Temuco y Padre Las Casas.

Niños y niñas son los que más escriben, aunque también figuran adultos y niños que piden un regalo para algún adulto. Y entre los obsequios soñados destacan balones, chuteadores, camisetas de fútbol, muñecas, bicicletas, patines, hasta computadores.

"La idea - explica Lina Chávez - es que quien apadrine una carta se comprometa a entregar el regalo a su destinatario. Eso porque el norte de esta campaña es generar el encuentro entre personas, compartir, que se conozca. Y si alguien por alguna razón no puede entregarlo personalmente nosotros hacemos las gestiones. Así pasó con un regalo que gracias a Bomberos de Renaico llegará a manos de una pequeña y otro niño de Queule recibirá una bicicleta que ni se imagina gracias al nexo que hará la oficina postal de San José de la Mariquina".

La tipología de los regalos solicitados es muy amplia y suele escapar de vez en cuando de lo convencional. Una "tele" aunque sea usada para la abuelita, una cama, sillas para la mesa y hasta atención dental figuran entre las 500 cartas que aún esperan un milagro de Navidad, en Temuco.

Seis sillas, si es que se puede

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Desde Pedro de Valvidia, Temuco, Daniela (15) envía una carta al buzón del correo. En ella describe cómo ha cambiado la vida dentro de su núcleo familiar desde que a su papá le diagnostican una insuficiencia renal, comenzara a dializarse y quedara literalmente invalidado para hacer trabajos pesados en el rubro de la construcción donde ejercía. Una pensión de 85 mil pesos hoy es una limitación para pensar en regalos de Navidad, menos cuando su mamá está sin trabajo. Es por ello que Daniela pide considerar a su familia, ojalá una tablet para su hermanita menor, botines para alternar su único par de zapatillas y dado que hay una silla para la mesa familiar sueña con seis sillas, si es que se puede.


"Me he portado súper bien"

Tiare vive en Santa Rosa (Temuco). Sobre una hoja de papel rojo pegó su carta y con corazones y brillos hace un pedido personal al Viejito Pascuero. Lejos de fijar su atención en artefactos tecnológicos o muñecas, lo que quiere es algo mucho más simple, pero que le gusta muchísimo. "En esta navidad te quiero pedir un set de lápices brillantes y un diario de vida porque me he portado súper bien y tengo súper buenas notas en el colegio". Tiare cierra su misiva con una posdata que dice "siempre me ha gustado mucho lo que te he pedido... que pases una Feliz Navidad".


"Una visita a mi abuelita"

"Querido Viejo Pascuero"

A sus 9 años, Escarleth entiende muy bien que el Viejito Pascuero de Correos de Chile suele prestar atención no sólo a los sueños propios de los niños, sino que a lo que los niños sueñan también para quienes aman. En su caso, su abuelita. Así se lo hace saber en su carta. "En esta Navidad quiero que por favor le hagas una visita a mi abuelita y le traigas un regalito. Se llama Margarita y me gustaría que le regales una tele, no importa que sea usada porque ella no tiene y siempre que la visito la veo solita y le hace falta (…) Y cuando la voy a visitar me gustaría ver monitos con ella, porque ella es muy cariñosa y buena conmigo".


Salud dental


para Iván

Un regalo que no es para sí misma es el que pide con absoluta convicción Luzmira de Padre Las Casas. Ella no es una niña, sino una adulta. Su carta no tarda en cobrar sentido. En el contexto de Navidad, ella aboga por su pareja, Iván, con quien tiene dos hijas. Él, comenta ella, es un hombre trabajador que se gana el pan de cada día laborando de sol a sol en el campo. El asunto es que hoy está con la autoestima muy baja. El deterioro de su dentadura ha alejado su sonrisa y no alcanza dinero para resolver su problema. "Es un hombre muy joven y trabajador, pero se avergüenza para salir (…). Tú eres el único que nos puede ayudar a que seamos una familia feliz", expone Luzmira en su carta.


La recompensa

Entre cartas y cartas asoma de pronto una como la del pequeño Franco. Con 11 años escribe desde algún lugar del sector rural sólo para recordarle al "Viejito" que los que se portan bien merecen un cariñito. Sin pedir nada en específico expone su caso así: "Le cuento que este año me porté súper bien con mi mamá y mi papá, hasta pasé de curso con un 6.5 a quinto básico. Espero que usted me recompense por mi comportamiento y mis buenas notas ya que mis papás no tienen los recursos para hacerme un regalo". Antes de despedirse Franco da las gracias y escribe que espera que su solicitud tenga una buena acogida.


"Quisiera pedirte una cama"

Aunque le gustan los peluches, Javiera (11) escribe esta Navidad desde la reducción Nahuelhual, en Quepe (Freire) porque hay algo que le hace falta y sueña con todas sus fuerzas. Lejos de un juguete lo que pide al Viejito es una cama. "Hay tantas cosas que me gustaría contarte. Una de esas es que (…) este año el árbol de Navidad lo vestí con mi abuelita. Viejito este año quisiera pedirte una cama ya que la mía se me rompió y estos días he tenido que dormir con mi abuela. Por eso te he escrito esta carta", comenta Javiera, quien relata también que pasó de curso con 6.3 y que el 20 de diciembre acaba de cumplir sus 11 años.


Para pedalear en Lumaco

"Mi nombre es Jorge... (y) vivo en el campo", así se presenta un niño de 12 años de Lumaco que asegura portarse bien en casa y también en el colegio. Su carta enviada a Correos es sucinta, pero reveladora. Consciente de que su mamá no lo puede todo, menos con cuatro hijos a cargo y sin compañero, ya que su papá ya falleció, Jorge admite que hoy no se atreve a pedirle nada para esta Navidad, sin embargo, sueña con un regalo. Su sueño es una bicicleta para recorrer los parajes de Pichipellahuen. Como él son muchos los niños y niñas que escriben en esta fecha. La mayoría de las cartas incluye dirección y/o teléfono de contacto. Así que si quiere ayudar, están las condiciones para hacerlo. Personal de Correos lo asesorará.