"Cuesta mucho convencer a las autoridades de lo necesario de la actividad artística"
Le preguntan por fotos y amablemente espera y sonríe, sin pronunciar demasiadas palabras. Héctor Noguera (79) pareciera ser de una naturaleza introvertida, pero en cuanto se sube al escenario desborda una indudable pasión por las artes que necesita transmitir.
Su trabajo como actor le ha significado decenas de exitosas producciones teatrales, televisivas y cinematográficas, además del reconocimiento en 2015 del Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales. Más aún, como gestor cultural Noguera creó en los años noventa la compañía Teatro Camino, que en el 2000 logró concretarse en un teatro en Peñalolén.
Sin embargo, un área no tan lejana a las artes, como él asegura, fue lo que le trajo recientemente a Temuco. Ayer miércoles el actor participó en el XIV Encuentro de Innovaciones Pedagógicas y Calidad Educativa de la Universidad Mayor, en su función como decano de la Facultad de Artes de esta casa de estudios.
Artista y académico
- ¿Cómo conviven el quehacer artístico y el académico para usted?
- Creo que las dos cosas están muy conectadas. Una obra artística en sí misma es una creación de la cual el ser humano puede sacar conclusiones que le conciernen como persona, y eso ya es pedagogía de alguna manera. Si uno es creador también puede enseñar a los demás y mostrarles cuál es el camino de la creación, para que ellos a su vez puedan crear dentro del área de las artes escénicas. Ambas cosas están indudablemente muy conectadas. No me parecen tan lejanas ni disímiles.
- Este año cumple ochenta años y está preparando una biografía...
- No sé si alcance a salir para los 80, porque en realidad la tarea ha resultado mucho más larga de lo que imaginamos. Empezó (la idea) hace unos diez años y lo que pasa es que he sido flojo para hacerlo. Esa es la razón por la que me asocié con mi hijo Damián que es licenciado en Literatura, además de músico, y con eso comprometerme mucho más.
- ¿Qué significa tener una familia absolutamente ligada al mundo de las artes?
- Mi intención era simplemente formar una familia, no tenía el preconcepto de que debiesen ser artistas. Sin embargo, así se ha dado y por lo menos directamente no he influido para ellos. Seguramente el hecho de ver en mí, una persona dedicada al teatro y las artes de la representación a lo mejor les ha motivado. No era mi intención, pero estoy muy feliz de que así sea. Convivimos muy felices en esto y es raro un trabajo donde no haya alguien de mi familia, somos bastante creativos cuando nos unimos.
Televisión
- ¿Cuál es su balance respecto al éxito de las teleseries chilenas de hace 15 años con las de la actualidad?
- Los tiempos son distintos en cuanto a las audiencias que las teleseries tienen hoy en día. En primer lugar hay muchos mercados y las áreas dramáticas son mucho más prolíficas, entonces hay más productos. Además, la vida de la gente es distinta, hace quince años atrás cuando se emitieron esas teleseries famosas de TVN en las que tuve el privilegio de participar, la vida del ciudadano común era distinta, no existía Internet ni redes sociales y la gente llegaba de trabajar muchísimo más temprano. No se puede esperar tener hoy día las mismas audiencias que se tenían antes. La televisión tiene esas audiencias hoy en día en programas esporádicos, pero no continuamente. Es difícil comparar porque son épocas distintas.
- ¿Volverá a la televisión?
- No sé. Por el momento no tengo ningún plan, no tengo ninguna propuesta, aunque sí muchas para teatro y algunas para cine también.
Gestión cultural
- ¿Qué percepción tiene respecto a la gestión cultural independiente en el país?
- Es una experiencia dura. Cuesta mucho convencer a las autoridades de lo necesario de la actividad artística, específicamente en el caso mío con el teatro. De alguna manera los concursos implican algo perverso, en el sentido de que si tú lo ganas le quitas la plata al otro y si gana el otro te está quitando la plata a ti. Y ayudar a la creación artística no se trata de financiarla enteramente, pero sí colaborar y tener conciencia de que es importante. Además, a veces se invierte enormemente en nuevos teatros y salas, pero no en la creación de los grupos. Creo que ahí hay algo que está mal distribuido.
"Una obra artística en sí misma es una creación de la cual el ser humano puede sacar conclusiones que le conciernen como persona, y eso ya es pedagogía". "Hace quince años atrás cuando emitieron esas teleseries famosas de TVN en las que tuve el privilegio de participar, la vida del ciudadano común era distinta". "Los concursos implican algo perverso, en el sentido de que si tú lo ganas le quitas la plata al otro y si gana el otro te está quitando la plata a ti"."
En Latinoamérica
A nivel latinoamericano, Héctor Noguera ha presentado obras teatrales en Perú, Bolivia, Argentina, Ecuador, Costa Rica en el último tiempo. Más aún, tras su participación en 2013 en la cinta Mr. Kaplan del uruguayo Álvaro Brechner, el chileno recibió reconocimiento internacional por su papel protagónico como Jacobo Kaplan en el Festival Internacional de Biarritz América Latina, el Festival Internacional de Cine de Montecarlo y el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.