Lorenzo Lovera Seguel
Sandra Vidal Aedo, de 48 años, es y sigue siendo el pilar fundamental al interior del clan Antivil-Vidal. Con mucho esfuerzo ha criado junto a su marido a tres hijas en un entorno de una familia muy feliz en Temuco. Sus sueños y los de los suyos podrían derrumbarse si es que no se puede operar de un invasivo cáncer al cerebro que la afecta desde noviembre pasado, cirugía que le supone desembolsar a la familia una suma de $15 millones.
Y esa es precisamente la principal piedra de tope que hoy tienen al interior de la familia. Ellos se declaran personas humildes, de mucho esfuerzo y trabajo, y por ende, no tienen esa cantidad de dinero que serviría para cancelar la operación - a realizarse en Santiago - y además para poder asegurar las sesiones de radio y quimioterapia.
De acuerdo al presupuesto entregado por la Fundación Arturo López Pérez, Sandra Vidal requiere imperiosamente de $9.895.734 para poder asegurarse de ser operada del tumor maligno al cerebro, operación que no tiene otro fin que extirparle el tumor cerebral.
Los otros $5 millones, en tanto, servirían para cubrir la radio y quimioterapia a las que se deberá someter en caso de salir airosa de la cirugía.
Por lo mismo, primero por la urgencia y segundo por la necesidad de contar con un dinero que no tienen es que la familia abrió una cuenta bancaria para recaudar la cantidad que les permita realizar el tratamiento. De hecho, el tiempo apremia ya que la mujer luego de ser tratada en el Hospital Hernán Henríquez Aravena de Temuco recibió un diagnóstico de 4 meses de vida como máximo.
En caso de querer aportar con la familia Antivil-Vidal, puede hacerlo a través de la Cuenta Rut del Banco Estado, N° 18199161, a nombre de Sandra Antivil Vidal, Rut 18.199.161-5.
Para mayor información sobre el caso, también dejan a disposición el siguiente correo electrónico: s.antivil.vidal@gmail.com.
Historial
De acuerdo a la misma Sandra Antivil Vidal, hija de la mujer, el historial de salud de su madre se arrastra hace ya 20 años ya que en esa época fue diagnosticada de diabetes mellitus.
Lo anterior generó que hasta el día de hoy deba inyectarse 6 veces por día insulina, y previo a eso debe realizarse glicemias en sus dedos 5 veces al día.
Sobre todo el proceso que han debido afrontar, la hija expresó mediante una carta que "nosotros éramos una familia muy feliz, unida y agradecida de todo lo que Dios nos ha dado, nuestro pilar familiar lo componía mi mamita y por eso hoy queremos luchar por ella para que no muera", indicó.
Lo que más preocupa a Sandra y al resto de su familia es que "la enfermedad de mi mamita ha avanzado muy rápidamente y estamos contra el tiempo y por eso queremos llegar al máximo de personas posibles porque queremos intentarlo todo, ella se lo merece todo", dijo.
Hoy, se aferran a la fuerza de la mujer de 48 años, que igualmente debe seguir en tratamiento, que tiene un alto costo mensual para su familia, dinero que a veces falta.