Premio a la responsabilidad
No sería bien visto que las municipalidades tuvieran un gesto hacia los contribuyentes que cancelamos con esta antelación los permisos de circulación. Podría motivar a muchos más, y no ver las filas, interminables, el último día del mes de marzo. Acostumbremos a hacer las cosas con tiempo. Ojalá el Sr. alcalde, pueda leer esta idea.
Claudio Salinas Ovalle
Perros higiénicos
En los países desarrollados se exige a quienes sacan a pasear a sus perros en lugares públicos, fuera de llevarlos con collar y correa, que vayan provistos de elementos para recoger los excrementos de sus mascotas, tal como ellos lo hacen en los jardines de sus hogares.
Esta elemental medida de higiene pública deberían considerarla las municipalidades chilenas a cargo de sus veredas, parques y jardines, puesto que en la actualidad - y en especial los prados públicos que permiten el tránsito a pie o tenderse - son visitados por personas expuestos a pisar o acostarse sobre las "cacas".
Los parques con entrada controlada - como lo es el espectacular y cultural nuevo Parque Cuarto Centenario de Osorno - deberían indicar a su ingreso la exigencia a quienes portan perros, el exhibir la correa, elemento para recoger las necesidades de sus animalitos, envase para ello y posterior destino en los tarros para basura.
Previamente las municipalidades deberían anticipar en prensa y otros medios esta elemental e internacional exigencia higiénica para todas sus plazas, lugares y parques públicos.
El evitar los perros callejeros es problema municipal pendiente.
David Benavente
Ley de tenencia responsable
A pronto de, por fin, tener una ley de tenencia responsable de mascotas, existen aún muchos aspectos por discutir, difíciles decisiones nos esperan y, lo más probable, es que muchos no quedarán totalmente conformes con las soluciones.
Las problemáticas que conlleva el fenómeno en cuestión son de diversa índole y peligrosidad. Existen, según algunas estimaciones, 1 millón 700 mil animales abandonados, unas 40 mil denuncias de mordeduras anuales a seres humanos, transmisión de enfermedades y menoscabo en la población de animales silvestres. El abandono de mascotas es transversal a todas las clases sociales y aún el maltrato animal es tolerado por algunos sectores. Miles de accidentes automovilísticos, dispersión de basura y empeoramiento de la calidad de vida de las personas, especialmente en sectores más vulnerables, son algunas de las variables a considerar en la discusión respecto a la tenencia responsable de mascotas. En general, las conversaciones sobre estas materias se han enrarecido porque faltan actores importantes que algo tienen que decir respecto a las soluciones que permitan resolver estos problemas, mientras que estos espacios han sido ocupados por algunas agrupaciones que hablan más desde la emocionalidad que desde el pragmatismo, sin considerar la magnitud y gravedad del problema. Por otro lado, los políticos no han dado el ancho proponiendo soluciones para la galería y con la calculadora electoral en la mano. Es quizás, el problema animal una oportunidad para hacer política comunitaria de verdad, considerando el bien común. Un trabajo ciudadano que contemple las diferentes caras del problema: vecinos, agrupaciones animalistas, médicos veterinarios, funcionarios municipales y regionales, médicos, entre otros y, en conjunto elaborar una política pública vinculante. Con esto evitamos las propuestas sesgadas y populistas y, de paso, validamos uno de los primeros ejercicios de políticas en conjunto con la ciudadanía.
David Hernández Godoy, médico veterinario
Seguro de longevidad
Dentro del debate previsional, poco o nada se ha considerado una muy buena propuesta de un seguro de longevidad para las pensiones de la cuarta edad, donde la propuesta técnica más destacable es la de la ex superintendente de pensiones Solange Berstein, quien estimó que las pensiones podrían aumentar sobre un 20% con este seguro.
La lógica es muy simple, las pensiones se calculan hasta una edad definida, 85 años por ejemplo, y posterior a esa edad la pensión es financiada por el seguro de longevidad. El costo del seguro sería entre un 1,2% y 1,6% del sueldo de los trabajadores en su vida activa.
Llama profundamente la atención que está buena propuesta no tuviera relevancia para la comisión Bravo, la cual inclusive sugirió eliminar la modalidad de pensión retiro programado, lo cual beneficiaría a las compañías aseguradoras con sus rentas vitalicias. Es de esperar que el seguro de longevidad tome la relevancia que corresponde, pues mejora inmediatamente las pensiones a un costo bajo.
Eduardo Jerez