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El balance tras megaincendio

Se estima que los siniestros forestales que afectaron al país hace unas semanas dejaron daños totales por más de 17 mil millones de pesos.
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Cuando el megaincendio que afectó a las regiones de O'Higgins, del Maule y Biobío ya está controlado, llegó la hora del balance. Y este lo hizo la Corporación Nacional Forestal (Conaf), que estimó el costo económico de la emergencia en más de 17 mil millones de pesos, clasificando al siniestro que tuvo en vilo al país durante más de dos semanas como el segundo más destructivo registrado en el siglo XXI, detrás del ocurrido el año pasado en Alberta (Canadá), donde se quemaron 700 mil hectáreas. Además, exceptuando los incendios registrados en las regiones Metropolitana, de Valparaíso y de La Araucanía, la superficie afectada fue de 467 mil hectáreas y en el control de la emergencia participaron 170 brigadas, tanto nacionales y extranjeras; dejando, finalmente, un lamentable saldo de seis mil damnificados, 11 personas muertas y la destrucción completa de localidades como Santa Olga.

Otra consecuencia de este megaincendio es que generó 78,2 millones de toneladas de CO2, lo que significa 3,5 veces más contaminación que la que generan al año todos los autos en el país.

Pero, ¿por qué se registró esta tragedia? Según expertos de la Unión Europea que indagaron las causas de la emergencia, señalaron que se debió a las sequías que afectan a Chile desde 2009 y el cambio climático, lo que generó un aumento nunca antes visto de las temperaturas en la zona. Es más, Conaf detalló que los días más críticos fueron el 26 y 27 de enero, cuando el termómetro se alzó con temperaturas de 37,1° en Santiago, 37,3° en Curicó, 42,5° en Chillán y 35,2° en Valdivia.

Ahora bien, ya controlada la emergencia se deben sacar las lecciones correspondientes, a fin de evitar la ocurrencia de otra tragedia similar, y a la vez generar las condiciones humanas y técnicas capaces de controlar una emergencia de similares características. La tarea es compleja, pero en ella deben poner sus esfuerzos tanto el Estado como la empresa privada ligada al sector forestal.

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Entregan regalos para Lautaro en su aniversario

En su aniversario número 96, la comuna de Lautaro recibió diversos regalos. Entre ellos la inauguración de una multicancha en la calle Pedro Aguirre Cerda. A esto se suma la entrega de dos relojes gigantes, uno de ellos ubicado en la Avenida Bernardo O'Higgins, entregado por el Club de Leones.

Machis tendrán viviendas especiales en Cholchol

Machis de la comuna de Cholchol contarán con viviendas que tendrán características respetando la cultura mapuche. El proyecto beneficiará a unas 30 machis y los inmuebles tendrán una serie de dependencias especiales, como un fogón y también forma de ruca, para facilitar el trabajo que realizan con sus pacientes.

Conaf presentó querella por tres incendios

Preocupación han generado los incendios forestales en el presente año en la Región. Es por esto que durante la jornada de ayer, el director regional de Conaf, David Jouannet y el abogado de la Corporación, Gonzalo Gómez, interpusieron en el Juzgado de Garantía de Temuco una querella criminal por el delito de incendio.

Más que optimismo, esperanza

La Corporación Nacional Forestal calcula que los siniestros consumieron más de 467 mil hectáreas, dejaron a más de 6 mil personas damnificadas y a 11 de ellas fallecidas. Ruego para que Dios nos ayude a todos a ser verdaderamente esperanzadas.
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A pesar de las grandes pérdidas, de todo tipo, que nos han dejado los incendios forestales, escucho, con mucha alegría, decir: "Pero nos volveremos a levantar"; "vamos que empezar de nuevo"; "la esperanza es lo último que se pierde": etc. Esta apreciable actitud de vida me ha llevado a reflexionar en torno a lo que, verdaderamente, significa la Esperanza Cristiana, que junto con la Fe y la Caridad reciben el nombre de Virtudes Teologales, por cuanto, son infundidas por Dios mismo en el alma de los fieles, para darles la capacidad de actuar como verdaderos hijos suyos.

En la vida nos encontramos con mucha gente optimista, como se dice, "tiradoras para arriba", cuya presencia es siempre grata, ya que son capaces de mirar el lado bueno de las cosas y nos ayudan a mantener un clima positivo. Sin embargo, debemos aclarar que la Esperanza Cristiana es mucho más que el puro humano optimismo, la Esperanza como ya he dicho, es una virtud infundida por Dios en el alma. Recuerdo las palabras del Santo Padre, el Papa Francisco: "… la esperanza es otra cosa, no es optimismo. La esperanza es un don, es un regalo del Espíritu Santo y por esto Pablo dirá: 'Nunca defrauda'. La esperanza nunca defrauda, ¿por qué? Porque es un don que nos ha dado el Espíritu Santo. Pero Pablo nos dice que la esperanza tiene un nombre. La esperanza es Jesús. No podemos decir: 'Yo tengo esperanza en la vida, tengo esperanza en Dios', no: si no dices: 'Tengo esperanza en Jesús, en Jesucristo, persona viva, que ahora viene en la Eucaristía, que está presente en su Palabra', no es esperanza. Es buen humor, optimismo…". Al respecto siempre me ha impresionado cómo el pueblo de Israel, en el Antiguo Testamento, vivía su fe en forma de esperanza, en la confianza que llegaría el día en que las promesas divinas se cumplirían. Si bien el Nuevo Testamento ha retomado estas líneas para mostrarnos que la esperanza ha encontrado su cumplimiento en la persona de Jesucristo, no es menos cierto que, la vida de los creyentes sigue siendo aquella que se caracteriza por la esperanza. El motivo propio de nuestra esperanza siempre es Dios, sin embargo, por propia voluntad de Él, podemos ponerla también en la humanidad de Cristo, de la Santísima Virgen (que no abandona a los hermanos de su Hijo) y en los Santos, que nos ayudan con su intercesión. Ruego para que Dios nos ayude a todos a ser, no sólo personas optimistas, sino verdaderamente esperanzadas, que junto con la vivencia de su Fe y de la Caridad logremos resurgir, "desde las cenizas".

Héctor Vargas Bastidas, obispo de Temuco