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A siete años del 27/F: La Araucanía cuenta con 7 estaciones sismológicas

REFUERZO. Además, Onemi dispuso instrumentos en distintos puntos de la Región.
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La única estación sismológica que funcionaba en La Araucanía el día 27 de febrero de 2010, era una ubicada en Puerto Saavedra. A siete años de esa fatídica madrugada, el Centro Sismológico Nacional (CSN) confirmó que en La Araucanía están operativas 7 estaciones sismológicas que fueron instaladas para reforzar la medición y el monitoreo de los sismos que se perciben en la zona.

El dato del organismo involucra un avance con respecto a la situación previa a la catástrofe, en la que murieron 17 habitantes de la Región.

"Para el 27/F sólo estaba funcionando una estación sismológica en la Región de La Araucanía, (ubicada en) Puerto Saavedra, con instrumento antiguo. Existía además un acelerógrafo en Angol que registró el terremoto. Actualmente, en tanto, contamos con tres estaciones multiparamétricas y cuatro estaciones GPS", confirmó a El Austral el subdirector del Centro Sismológico Nacional, Mario Pardo.

Las estaciones multiparamétricas son las que cuentan con la mayor cantidad de instrumentos concentrados de análisis y medición. En la Región, están ubicadas en Cunco, Puerto Saavedra y Mamuil Malal. El funcionario añadió que además que "el CSN está revisando y evaluando ocho acelerógrafos instalados en la Región, coordinados por Onemi".

Nuevos instrumentos

La instalación de los acelerómetros -útiles para localizar el hipocentro y la magnitud de terremotos- fue una de las primeras medidas tomadas por la Onemi a nivel regional, según explicó su director (s), Juan Cayupi.

"Desde 2010 a la fecha han aumentado los sismógrafos y se han hecho mejoras mediante la instalación de equipos de última generación. La Onemi fue la responsable de la implementación de esta red de acelerómetros en la Región luego del 27/F y, mediante un convenio, se le traspasó la administración y control al Centro Sismológico Nacional", explicó Cayupi.

El director (s) de la Onemi Araucanía destacó que el aumento de la cantidad de instrumentos para medición de sismos no es la única reforma implementada tras el 27/F.

"Luego del terremoto, hemos ido incorporando nuevos programas en el sentido de, por un lado, preparar a la población que habita en las zonas de riesgo y, por otro, reforzar las coordinaciones con las autoridades y los organismos de las comunas", dijo Cayupi.

Sobre este punto, desde la Onemi detallaron que se han gestionado programas de participación comunitaria como, por ejemplo, la capacitación de funcionarios municipales encargados de emergencia comunal.

"Hemos estado realizando capacitaciones para que ellos sean los primeros informantes de reporte de intensidad Mercalli, así como hemos hecho simulacros de evacuación especialmente en la zona costera en los que la ciudadanía ha tenido una muy buena respuesta", comentó.

Telecomunicaciones

El director (s) de Onemi reforzó que desde el año 2010 a la fecha se han reforzado los sistemas de telecomunicaciones en las comunas costeras, además de la conexión radial que antes del terremoto funcionaba, de todas maneras, pero no al nivel de alcance de la actualidad.

"En cinco comunas costeras se han instalado equipos base y móviles para las instituciones operativas de emergencia, de manera tal de disponer una comunicación fluida y pronta en caso de alguna emergencia y para dar aviso o alarmas, en caso que corresponda. Los teléfonos satelitales continúan operativos, pero ambos métodos son paralelos para mantener contacto con nuestro Centro de Alerta Temprana", dijo el director (s).

"Hemos incorporado nuevos instrumentos (sismológicos) junto con capacitar e instruir a la comunidad".

Juan Cayupi,, director (s) de Onemi Araucanía"

fue la magnitud del terremoto ocurrido a las 03:34 de la madrugada del 27 de febrero del 2010. 8.8

La costa espera recursos para sirenas de tsunami

NECESIDAD. Los artefactos permitirían alertas de mejor manera a la población, especialmente rural.
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En espera de financiamiento por parte del Gobierno Regional está el ansiado proyecto que busca implementar de sirenas de alarma de tsunami a las comunas costeras de La Araucanía.

Así lo confirmó el alcalde de Teodoro Schmidt, Alfredo Riquelme, quien reconoció que aunque la comuna costera está "más preparada que antes", la necesidad de contar con sirenas es algo que "urge".

"Como Asociación de Municipios de la Costa Araucanía (Amca) presentamos un proyecto para implementar sirenas en la costa de las comunas de Toltén, Teodoro Schmidt, Saavedra, Carahue y Nueva Imperial. Ese proyecto está a la espera de financiamiento pero en realidad debe hacerse sí o sí. Estamos hablando de vidas humanas que podrían estar mejor protegidas si se implementara este sistema", aseguró Riquelme a El Austral.

Bomberos: labor vital

Rodrigo Holzapfel, comandante del Cuerpo de Bomberos de Toltén, dice que la comunidad tiene una buena respuesta en cuanto a conducta sísmica, así como también se han realizado avances en cuanto al mejoramiento de las telecomunicaciones.

"La gente ya sabe que si ocurre un sismo que no permite mantenerse en pie, debe evacuar a zona segura. Sin embargo, si hay un sismo lejano, son los bomberos quienes se encargan de difundir la alarma, a través del altavoz de sus unidades", comentó Holzapfel.

"El 70% de la población de la comuna de Toltén habita en zonas de riesgo. Estamos hablando de unas 9 mil personas que deben ser alertadas por Bomberos. Por lo mismo esperamos contar pronto con este sistema de sirenas que se activarían de manera remota por parte del Shoa y la Onemi. Es la forma más rápida de informar a la comunidad y por lo mismo esperamos que el proyecto consiga los recursos, de manera de entregar más tranquilidad a la población a la que servimos", dijo Holzapfel.

Sobre este proyecto, el director (s) de Onemi, Juan Cayupi, comentó que se está "buscando el financiamiento, ya que sería una mejora".

"Lección no aprendida"

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ex subdirector nacional de la Onemi

En esa trágica madrugada del 27 de febrero de 2010, a las 03:34, la tierra en gran parte del país se remecía con una magnitud de 8,8 grados Richter. Por un espacio de cuatro minutos todo era horror y destrucción. El terremoto se llevaba la vida de 525 compatriotas dañando más de 500 mil viviendas, dejando dos millones de damnificados. Pero no era la tragedia más grande vivida. A pesar de la magnitud de la catástrofe, el terremoto y maremoto de Valdivia en el año 1960 seguía siendo el registro histórico más grande de la de humanidad, del cual poco habíamos aprendido y casi nada nos habíamos preparado.

Después vino una deficiente y confusa reacción de las autoridades del gobierno, que tienen por mandato constitucional proteger la vida de los ciudadanos. Luego vino la llegada de un nuevo equipo de gobierno que asume un país devastado por esta catástrofe y que inicia su accionar en dos frentes: la reconstrucción y la implementación de una nueva institucionalidad para enfrentar las emergencias. En un periodo de cuatro años se logra un 90% de avance en reconstrucción, pero la implementación de la nueva institucionalidad para enfrentar las emergencias queda paralizada en el Congreso Nacional. Allí, el proyecto de ley duerme desde hace 6 años y ha logrado cero avance.

Todas las catástrofes vividas, con posteridad al 27/F, nos hacen denunciar con más fuerza que nunca que la institucionalidad que nos rige hoy no permite tener, ni menos desarrollar, un verdadero sistema de protección civil y emergencia, porque el documento que lo sustenta es indicativo, o sea, "voluntario" para todos los organismos públicos o privados.

La gestión del riesgo de desastres en Chile gira alrededor de un documento teórico que no se puede implementar por falta de fortaleza jurídica y, por lo tanto, es ineficaz, más aún cuando en ella no se consideran a las municipalidades. Estamos, entonces, en deuda. Y lo peor, en estado de fragilidad, por lo que esperamos que en los próximos programas de gobierno, los futuros Presidentes de Chile se comprometan activamente con la reducción del riesgo de desastre y se le entregue al país un sistema de respuesta a emergencias moderno, eficiente y eficaz.

Fredy Rivas,