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ENTREVISTA. Fernando Peña, DIRECTOR DEL LABORATORIO DE PLANIFICACIÓN TERRITORIAL DE LA UCT:

"Urge un plan de ordenamiento territorial para asegurar la vida

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Camilo Garrido

Desde el inicio de este siglo, dos fechas son consideradas como hitos en torno a los riesgos naturales en Chile: el terremoto de febrero de 2010 y todo el 2015, año en que ocurrió la mayor cantidad de manifestaciones naturales, entre ellas la erupción del volcán Villarrica en marzo.

Ante estos hechos, el director del Laboratorio de Planificación Territorial de la Universidad Católica de Temuco (UCT), Fernando Peña, asegura que el país -y también La Araucanía- está en deuda en cuanto al trabajo para obtener un mapa de sensibilidad ante riesgos.

-¿Cómo ha avanzado Chile en cuanto a riesgos naturales?

-Hay tres grandes deudas en esta materia. La primera, sin duda, es desde el punto de vista de la educación. No hemos modificado los currículos que nos permitan formar al estudiante en la prebásica, en la básica y en la media de mejor forma. Tampoco en las carreras de Educación Superior. Un ingeniero civil, un constructor o un arquitecto debieran saber mucho más de riesgo natural que lo que sabían antes. Lo segundo tiene que ver con que no hemos incorporado esta comprensión de la dinámica territorial a partir de los asentamientos y no hemos actualizado los instrumentos de planificación territorial. Un tercer gran elemento se refiere a la necesidad de construir con más fuerza la memoria social e histórica de lo que significan los eventos naturales extremos y sus efectos.

-¿Qué falencias hay sobre la memoria histórica?

-Toda familia en Chile debiera tener a lo menos 20 litros de reserva de agua, porque Chile es un país que, si no fuera por un corte (de agua), hubiese sido un terremoto (...) La gente no asume que un criterio que debiera tener al momento de elegir su vivienda está asociado con saber si está en un área segura. Esos son temas de educación, pero también son de planificación territorial, que no sigamos construyendo en sectores que claramente están expuestos a algún evento natural o trópico, como un incendio forestal.

-¿Cumple esta Región con instrumentos de planificación territorial?

-Un último informe del Ministerio de Vivienda mostraba que menos de un tercio de las ciudades de Chile tenían su instrumento actualizado, por lo tanto estamos hablando de casi el 70% de las ciudades de Chile sin uno. En La Araucanía también estamos alrededor del 32% de ciudades sin su instrumento de planificación actualizado, lo que significa que tenemos que trabajar mucho para actualizar los documentos e incorporar la variable de riesgos naturales (...) Pucón hizo en su minuto el plan de ordenamiento territorial que lo hicimos nosotros por el año 2001 y luego están los planes reguladores comunales, que son eminentemente de alcance urbano.

-¿Cuáles son las zonas más críticas en la Región?

-Esta es una Región que ha tenido un crecimiento de los espacios urbanos muy significativo en los últimos 50 años. Sólo Temuco pasó de 40 mil habitantes en el año 1940 a la actualidad tener más de 260 mil y ha hecho ocupación de sectores frágiles, sectores de relleno, antiguas vegas. Las ciudades que más han crecido han sido Villarrica y Victoria, donde se ha concentrado la población. Por otra parte se ha despoblado la zona costera en forma significativa. (En la zona volcánica) se ha hecho construcción precisamente en las vías aluvionales del volcán. Ahí el documento de planificación ha ido muy lento, ahí deberíamos tener un plan regulador intercomunal que precisamente zonifique y distinga con precisión las áreas de restricción por peligro volcánico, por tsunami. Tenemos espacios en los cuales el terremoto y tsunami del año '60 dejó evidencias muy claras. Sectores como Queule se han vuelto a habitar.

-En ese sentido ¿qué es lo que necesita la Región?

-Urge un plan de ordenamiento territorial que defina con claridad cada uno de estos aspectos, que es uno de los elementos que incluye un plan de ordenamiento territorial, pero claramente se hace necesario para poder fortalecer la localización de la población y asegurar la vida de las personas. (...) Yo creo que éste es un desafío para la Región en el futuro de poder impulsar su plan, porque busca poner nuevas áreas en desarrollo, fortalecer su uso productivo, pero también generar equilibrio territorial, identificar las áreas de riesgo y, sobre todo, promover la calidad de vida de la población.

-¿Qué falta en la Región para obtener ese plan?

-El ordenamiento del territorio se define como un proceso macro técnico político, por lo tanto lo primero que tiene que haber es la voluntad política de impulsar un plan de ordenamiento territorial, como hoy se usa en el medio de los países desarrollados. Todos los países de la Ocde, por ejemplo, tienen planes de ordenamiento territorial (...) pero primero tiene que haber una voluntad política.

-¿Qué consecuencias hay de no tener un plan regional?

-El que la Región no tenga un plan regional de ordenamiento territorial, estamos en desventaja con regiones vecinas como, por ejemplo, la Región de Los Ríos, la del Biobío que lo está terminando, en el cual efectivamente se está proyectando el largo plazo del territorio.


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"En La Araucanía estamos alrededor del 32% de ciudades sin su instrumento de planificación actualizado, lo que significa que tenemos que trabajar mucho". "Tenemos espacios en los cuales el terremoto y tsunami del año '60 dejó evidencias muy claras (de escasez de un plan). Sectores como Queule se han vuelto a habitar"."

de La Araucanía 32%