"Estamos inmersos en una Región donde no se pueden desconocer los problemas de violencia"
Fueron 28 años de servicio como pastor titular en la Segunda Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Temuco, con un total de 39 años de monasterio. Tras este período en el que ha guiado a decenas de creyentes, el pastor José Mardones se retira oficialmente.
"Me voy tranquilo, después de servir todo mi ministerio en la ciudad. He sido un pastor medio atípico en ese sentido, porque a los pastores los trasladan", cuenta sobre este cambio. Según indica, antes de oficializar el retiro vinieron las respectivas reflexiones de lo que ha significado su paso por la Iglesia Dinamarca. Pese a que considera que pudo haber hecho mejor ciertas cosas, el pastor Mardones dice estar tranquilo y muy feliz con la persona que tendrá la tarea de continuar ese trabajo.
Así, mañana domingo a las 11 de la mañana se realizará un culto en la Iglesia Dinamarca para despedir al pastor José Mardones. Sin embargo, antes del retiro, el pastor conversó con El Austral sobre los mayores desafíos para la iglesia, las particularidades de La Araucanía, el actual quehacer político y la homosexualidad como una conducta tratable.
Dificultades
-¿Qué ha sido lo más difícil en estos 39 años en el ministerio?
-Abordar la problemática familiar. La familia desde hace mucho tiempo ha estado siendo bombardeada por cosas externas que la destruyen. Siendo el núcleo principal de la sociedad, no ha estado ajena de ataques. Hay un alto índice de infidelidad en la ciudad, separaciones, anulaciones matrimoniales, ausencia paternal en el hogar, violencia intrafamiliar. La otra cosa es que hay una sociedad nihilista busca el placer y desapegarse de lo bíblico y llevar la religión como un adorno. No es fácil plantarse con el mensaje evangelístico ante una sociedad que en alguna medida evita a Dios. En este sentido, el cristianismo es una contracultura.
-¿Hay algo en La Araucanía que sea particular en relación al resto del país?
-Sí, claro. Estamos inmersos en una región donde no se pueden desconocer los problemas de violencia y todo lo que ha significado esta realidad con el pueblo mapuche. Nos tiene a todo el pueblo y las entidades cristianas preocupados. La violencia ha crecido en la Región y de ahí que se han hecho esfuerzos para encontrar la paz.
-¿Qué se necesita para revertir esta situación?
-El tema de fondo es un tema bien complejo, en primer lugar si hablamos de pueblo mapuche, es complejo porque datan de muchos años los equívocos que se han dado. Pienso que lo que ellos piden, sus tierras, el agua, creo que es absolutamente legítimo. Pero la respuesta primaria tiene que darla el Gobierno, quizás tiene que tener un profundo reconocimiento de los errores del pasado y llegar a tener una disposición de pedir perdón a este pueblo. Lo otro es que uno entiende por el mensaje que ha predicado y años que ha servido en esto, que si el hombre no vuelve a Dios, es muy difícil que conozca la paz.
Escenario político
-¿Qué puede opinar acerca del escenario político?
-En primer lugar, nosotros somos apolíticos. Que hayan hermanos que tengan una tendencia política es otra cosa, pero nosotros no propagamos la política. Segundo, nosotros somos llamados por Dios a orar por nuestros gobernantes, cualquiera esté en el poder. Pero tercero, yo quiero decirle que nosotros no podemos estar con leyes que están en contra de lo que Dios ha dicho. En cuanto al escenario político, fue muy temprano cuando empezaron a aparecer nombres, me parece incongruente. Personalmente hoy día no tengo una inclinación clara, ni conozco posturas acerca del tema de género, aborto, con excepción de uno o dos nombres. El señor Alejandro Guillier me parece está abiertamente de acuerdo con todas estas cosas, no es mi candidato. No puedo dar mi voto ni apoyar algo que yo crea sea contrario a mis principios.
-¿Cómo se ha desarrollado el gobierno de la Presidenta Bachelet?
-No estoy de acuerdo con ese tipo de principios que sostiene la Presidenta. No estoy de acuerdo que estos principios se hagan leyes en un país que se dice cristiano. A veces es muy difícil entender al evangélico porque es bíblico. Hay muchos valores y cosas lindas que uno puede apreciar en una persona, pero el dar pase a esta línea de pensamiento que son absolutamente contrarias a la palabra, no estoy con el ánimo de apoyar.
-En esta última década son temas la identidad de género y homosexualidad. ¿Cómo considera que se ha llegado a este punto?
-No es que la sociedad hace pecador al hombre, pero él ya viene con la tendencia de pecar. Crecemos en un mundo de pecaminosidad, pero la verdad en cuanto a esto del género, yo creo que es una mala conducta, lo que se está viviendo es la realidad natural del ser humano, que sin buscar a Dios se entrega a diversas conductas o tendencias. Lo que me parece muy penoso es que haya un organismo como la ONU de que donde afloran estas determinaciones para hacerlas llegar a todo el mundo, dándole lugar a las leyes de género, apoyando el homosexualismo, el aborto y todas estas cosas.