Camilo Garrido
Conmoción en Collipulli, en La Araucanía y en todo el país causó el disparo que Brandon Hernández Huentecol, de 17 años, recibió en la espalda el 18 de diciembre de 2016, de parte de un sargento segundo de Carabinero, en un incidente que está siendo investigado por la Fiscalía de Angol.
Sin embargo, ésta no es la única vez que el funcionario policial, identificado como Christian Rivera Silva, alega haber lesionado a alguien por accidente. Esta postura la defendió ante tribunales en 2014, cuando la Fiscalía Militar de los Ángeles lo condenó por herir con un arma de fuego a un compañero de la institución.
Así lo confirmó el fiscal militar de Angol y Los Ángeles, el capitán del Ejército Cristopher Marchant Bocaz.
El antecedente
"El día 10 de junio del año 2016 se condenó a este individuo a la multa de 11 Unidades Tributarias Mensuales (equivalente en esa época a $501.963 ) por el cuasidelito de lesiones menos graves contra el ciudadano José Luis Ortiz Luengo", indicó el persecutor militar, quien revisó los antecedentes archivados en la Fiscalía Militar de Los Ángeles, en la Región del Biobío.
Incluso, Marchant indicó que la misma condena fue ratificada "por el juez militar de Valdivia y la Corte Marcial".
El fiscal militar de Angol narró que el hecho data del 19 de julio de 2014, cuando Christian Rivera Silva se encontraba en la Primera Comisaría de Los Ángeles junto a Luis Ortiz Luengo, cuando del arma de Rivera se percutió una bala, la que llegó a parar al cuerpo de Ortiz Luengo.
"Ese día el capitán de Carabineros que se presenta a la Comisaría de Los Ángeles denunció ante la Fiscalía Militar que este carabinero había disparado su arma de fuego en un procedimiento y le pegó a otro carabinero negligentemente", consignó el fiscal Marchant, quien detalló que el arma fue: "Una pistola. Un revólver institucional de marca Taurus que maneja Carabineros".
El persecutor agregó que, si bien la denuncia se interpuso por un contexto de violencia innecesaria, "no se logró acreditar la violencia materialmente, sino que se logró acreditar una negligencia".
Al consultarle a Cristopher Marchant Bocaz por las condenas que arriesga un funcionario de Carabineros que haya incurrido en una falta como la del sargento segundo Rivera, detalló que "como se acreditó por el fiscal (militar) de la época que era un cuasidelito de lesiones, la sanción puede ser una prisión menor o una multa de 11 UTM, y se le aplicó la multa, no más".
En tanto, desde el Ministerio Público se informó que el fiscal de Angol, Nelson Moreno, ya conoce el antecedente de la condena recibida en Los Ángeles y que aquel proceso fue incorporado a la carpeta investigativa por el caso de Brandon Huentecol.
En torno a este caso existen dos querellas, una presentada por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y otra interpuesta por la familia de Brandon Hernández Huentecol. En este último recurso la representante del grupo familiar es la abogada Manuela Royo, quien manifestó que ya conocía del caso ocurrido en Los Ángeles.
"Nos pareció sorprendente que un carabinero, una persona que ya tiene antecedentes de actos de esta especie, pueda seguir teniendo uso de armas de fuego", dijo la profesional.
Royo consideró, en base a estos antecedentes que "existe una responsabilidad institucional grave" y opinó sobre el sargento segundo que "es una persona que no tiene irreprochable conducta anterior, pero que en este caso, como todo ciudadano, debe ser juzgado por la justicia".
Otro caso
A lo anterior se suma una querella por amenazas de muerte contra Rivera Silva interpuesta por su cónyuge, en la que las víctimas son la mujer y sus dos hijas, lo que actualmente está siendo investigada por la Fiscalía de Collipulli. El documento de la denuncia consigna que el presunto delito ocurrió en una casa de la comuna de Los Ángeles el 5 de noviembre de 2016, un mes y 13 días antes de la agresión a Brandon Hernández en Collipulli.
Carabineros no quiso entregar declaraciones a El Austral respecto a estos antecedentes.