Andrea Arias
A quince días de que entre en vigencia la Ley de Probidad y Prevención de los Conflictos de Interés, iniciativa que busca restringir la relación entre la política y el dinero, el senador Eugenio Tuma (PPD), asegura que vendió su participación en todas las sociedades en donde figura su nombre, de acuerdo a su última Declaración de Patrimonio.
El asunto es que al menos tres de estas seis sociedades tienen contratos con el Estado, pero el parlamentario aclara que "no existe conflicto de interés", porque la ley no le impide que su propia señora o algún familiar pueda comprar. Situación que en la práctica ocurrió, pero que él defiende desde lo legal y al respecto pide "no extremar el juicio".
- Según su declaración de patrimonio de enero del año pasado tiene participación en una serie de sociedades que le prestan servicios al Estado, lo que colisiona con la Ley de Probidad y Prevención de los conflictos de Interés.
- Sí, pero esa ley todavía no está vigente. Comienza el 31 de marzo y hay 120 días para cumplir con la normativa. Y tengan la seguridad que al 31 de marzo estarán todos mis bienes declarados, como así mi declaración de intereses. Yo no he ocultado nada y en cumplimiento de la nueva Ley de Probidad vendí mi participación en sociedades que pudiesen implicar un conflicto de interés.
- A ver, repasemos cada una de las sociedades y su situación actual...
- Es que vendí todo, a esta fecha no tengo ninguna participación en ninguna sociedad.
- ¿Las seis que figuraban en la declaración fueron vendidas?
-Todo vendido, estoy cumpliendo con la ley.
- ¿A quién las vendió? Porque entiendo que la radio Las Colinas, emisora que registra contratos con la Municipalidad de Carahue se la transfirió a su señora. Entonces ¿igual queda en familia o no?
- Yo vendí de acuerdo a lo que me dice la ley y la ley no prohíbe o no me indica a quién debo enajenar. Lo importante es que no tenga propiedades que tengan conflicto de interés. Quienes se han vinculado con la radio las Colinas saben que este senador ha estado ausente de cualquier contrato.
- ¿Se las vendió todas a su señora o a algún familiar?
- Yo vendí todo de acuerdo a lo que la ley me establece incluso antes del plazo legal.
- ¿Dicha enajenación se hizo con su señora u otro familiar?
- Puede ser, pero eso no me lo obliga la ley. Dentro de la libertad de disposición que tienen todos sobre su derecho de propiedad yo hice uso de mi derecho.
- De acuerdo senador. Pero en esta materia la línea es bien fina y si esa enajenación queda en manos de su señora u otro familiar...
- Bueno, pero yo no le puedo impedir a mis familiares que compren lo que quieran comprar. En las sociedades cerradas, normalmente, se establece que los accionistas tiene prioridad sobre otro comprador.
- Dicho eso, ¿cree usted que por el sólo hecho de cumplir con ley se elimina el conflicto de interés que lo afecta?
- Eso tiene que ver con la actitud de cada autoridad. A mí me han conocido como profesional y empresario. Hemos sido exitosos junto a mi núcleo familiar, hemos dado trabajo y hemos generado un pequeño capital producto de actividades legítimas y desde que fui elegido parlamentario que abandoné cualquier iniciativa de emprendimiento y me he dedicado ciento por ciento a mi labor parlamentaria.
-Entonces ¿no hay conflicto de interés?
- La gente me conoce y sabe en lo que estoy. Si alguien me ha visto o me ve haciendo negocios con el Estado que lo denuncie.
- De acuerdo a la Constitución, ningún diputado o senador en ejercicio puede celebrar contratos con el Estado. ¿Qué le parece que fuera letra muerta?
- Precisamente por eso hicimos esta ley, de modo que se ajuste a los estándares que la gente espera y separar la política del dinero.
- Una de estas sociedades en cuestión (Flamingo S.A) le arrienda un inmueble a la seremi de Transporte. ¿Eso va seguir siendo así?
- Entiendo que eso hace muchos años ocurre así, pero no tienen que ver los contratos que una sociedad tiene con mi desvinculación absoluta de esa sociedad. Voy a cumplir estrictamente la nueva ley de probidad.
- Incluso si se lo traspasa a su señora...
- No, pero seamos rigurosos. Yo no lo traspasé, lo vendí y tengo separación de bienes. La Ley de Probidad no impide que familiares sean propietarios de cualquier tipo de actividad lícita. Cómo uno le va restringir la actividad económica, si mientras no exista un vínculo entre la política y el dinero, no hay por qué pensar que se está haciendo algo ilegal.
- Entonces, ¿cabe aquí un vacío legal que dejó el legislador?
- No, porque imagínese que hiciéramos una ley que impida que todos los familiares de quienes tienen una responsabilidad pública tuvieran que congelarse en el ámbito económico. Estamos extremando el juicio.
"Yo no le puedo impedir a mis familiares que compren lo que quieran comprar. En las sociedades cerradas se establece que los accionistas tienen prioridad por sobre otro comprador"."