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¿Cómo las erupciones volcánicas pueden conducirnos a la próxima glaciación?

PASADO. A partir de huellas geológicas, un grupo de científicos estima que la combinación de estos fenómenos, que liberaron gases por doquier, sumado al desplazamiento de los continentes y la existencia de hielo en la superficie, congelaron la Tierra.
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Valeria Barahona

En Chile existen más de 2.900 volcanes, de los cuales 90 presentan actividad subterránea, es decir, que podrían hacer erupción, de acuerdo a lo informado por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin). Por estos días, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) mantiene la alerta amarilla en el volcán Lanín, frente a Curarrehue (Región de La Araucanía), además de los complejos Planchón - Peteroa (Maule) y Nevados de Chillán (Biobío). Un escenario así, pero con explosiones a lo largo de 3 mil kilómetros durante más de una década, fue lo que hace 717 millones de años provocó la segunda glaciación de la Tierra, conocida como Sturniana.

A partir de huellas geológicas, un grupo de científicos de la Universidad de Harvard propuso que la combinación de las múltiples erupciones volcánicas, liberando gases por doquier, sumado al desplazamiento de los continentes y la existencia de hielo en la superficie, congelaron la Tierra.

"La respuesta está en la relación entre la actividad de los volcanes y el medio ambiente", dijo a la revista "Geophysical Research Letters" el investigador Francis Macdonald.

Cadena explosiva

En los años anteriores a la sucesión de explosiones volcánicas, la superficie terrestre permanecía unida en un súpercontinente llamado Rodinia.

Cerca de la línea del Ecuador, que divide al planeta en dos, estaba ubicado el cinturón de fuego de Franklin, franja de más de 3 mil kilómetros de largo que hoy en día, tras la deriva continental, va desde Alaska a Groenlandia. Ahí tuvo lugar la cadena de erupciones que condujo al congelamiento, de acuerdo a la investigación.

El poder del azufre

Pese a lo contradictorio que parece el unir una explosión de material incandescente a la formación de una capa impenetrable de hielo, esto fue posible a causa de la composición del suelo, rico en azufre.

La fuerza emanada desde el subsuelo permitió que este elemento llegara a la atmósfera en forma de dióxido de azufre (SO2).

Una de las principales características de este gas es su capacidad para enfriar el clima, producto del bloqueo a la radiación solar.