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Katy Perry gana un juicio contra un grupo de monjas

POP. La autora de "Hot and cold" pretende transformar un convento en su casa.
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El Austral

La cantante estadounidense Katy Perry estuvo más de dos años envuelta en un proceso judicial por la compra de un convento de la Congregación del Inmaculado Corazón de María, en el codiciado barrio de Los Feliz de Los Ángeles, California, donde viven varios famosos de Hollywood, como Scarlett Johansson y Robert Pattinson. No obstante, ayer un tribunal determinó que no existe impedimento para la transacción.

La autora de "Hot and cold" intentó adquirir la propiedad a manos de la Iglesia Católica estadounidense, que en principio no se opuso, pero sí las habitantes del lugar, las hermanas de la Congregación Misioneras Corazón de María y sus representantes, Rita Callahan y Catherine Rose Holzman, quienes llevaron el caso a tribunales, según The Hollywood Reporter.

Vivir en un convento

Tras dos años de litigio, la jueza de la corte superior de Los Angeles, Stephanie Bowick, permitió a la cantante convertirse en la dueña del convento, quien declaró que su intención es vivir ahí.

En abril del año pasado, Bowick había sentenciado que las hermanas no tenían autoridad legal para vender el convento a una tercera persona, la empresaria Dana Hollister, pero esa decisión fue desechada tras una apelación.

En el nuevo dictamen, la jueza dejó en claro que las hermanas, aunque hubiesen tenido la capacidad legal para vender la propiedad, no podían hacerlo porque la inversionista no tenía el dinero necesario para la compra.

Por su parte, la arquidiócesis de Los Angeles explicó que su mayor interés fue el bienestar de las monjas y que "se vio obligado a tomar acciones legales", luego de que Hollister sólo entregara $44 mil dólares y documentación sin garantía de que haría el pago completo.

Perry ofreció US$14,5 millones a la Iglesia Católica estadounidense, debido a su interés de transformar el convento en su residencia, pero las monjas se opusieron desde un principio y continuaron en ello.

El último argumento, presentado la semana pasada, fue que la intérprete de "Firework" practicaba brujería por haber participado del tour de "Las brujas de Salem", en el popular poblado de Massachusetts.