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Tribunal condenó a 10 y 13 años de cárcel a homicidas de Angol

JUSTICIA. Jaime Artigas y Mirko Castro fueron encontrados culpables de la muerte de Alexis Ávila, en 2016.
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El Tribunal Oral de Angol sentenció a Jaime Artigas Lizama (34) y a Mirko Castro Castro (30), a la pena de 13 años y 10 años y un día de presidio, respectivamente, por su participación en calidad de autores del delito de homicidio simple ocurrido el 26 de marzo de 2016, al interior del pub "La Previa", en contra de Alexis Ávila Sánchez.

Según acordó el tribunal, Mirko Castro deberá cumplir una pena de 10 años y 1 día de cárcel tras acreditarse que fue él quien le proporcionó el revólver calibre 38 y las municiones a Jaime Artigas Lizama para que cometiera el crimen, quien, a su vez, recibió la pena más alta de 13 años de privación de libertad.

Durante el juicio oral la Fiscalía probó que a las 03:30 horas del 26 de marzo de 2016, fue Jaime Lizama quien percutó dos disparos en contra de Alexis Ávila Sánchez, a corta distancia, en el interior del local ubicado en calle O´Higgins N° 583, segundos después de recibir el arma y las balas de manos de su compañero.

El fiscal Carlos Bustos explicó que las imágenes de las cámaras de seguridad del pub jugaron un rol clave para condenar al segundo acusado, pues lo muestran entregando el revólver.

"En un principio Mirko Castro era un testigo más en los hechos que habían ocurrido, de hecho era uno de los testigos que teníamos como presenciales para acreditar que Jaime Lizama había realizado los disparos contra la víctima, sin embargo, estos registros gráficos nos aportaron que el imputado Mirko Castro también tuvo participación, en ese sentido creemos que es bien particular contar con registros tan gráficos de la ocurrencia de los hechos", señaló.

El fallo establece, por último, que los condenados no podrán acceder a pena sustitutiva alguna, por lo que deberán cumplir sus respectivas condenas en forma efectiva.

Peritaje dice que arma usada por carabinero que hirió a Brandon estaba en buen estado

TRABAJO. Documento avala la versión del joven mapuche de 17 años herido en diciembre pasado.
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Lorenzo Lovera Seguel

El 6 de enero del 2017 -19 días después de que Brandon Hernández Huentecol fuera herido por un carabinero en el sector Curaco de Collipulli- la PDI elaboró un peritaje balístico, a cargo de Cristian Lizama López, que concluye que el uniformado habría tenido responsabilidad en el ataque que dejó al joven con más de 100 perdigones en su cuerpo, heridas que lo mantuvieron por 45 días en la Clínica Alemana de Temuco donde fue sometido a más de 20 operaciones.

Aquello se desprende de lo redactado por la Sección Balística del Laboratorio de Criminalística que determinó, entre otras cosas, que la escopeta marca Hudson, modelo Escort, calibre 12, estaba en buen estado al momento de ser usada por el sargento segundo Cristian Rivera Silva, ya que se señaló que no presentaba "alteraciones en sus piezas o mecanismos".

De hecho, el último aseo al arma Hudson fue hecho el día 11 de diciembre de 2016 por el encargado de armas, Jaime González Herrera.

Otra de las consideraciones a las que llegó el perito Lizama López fue la distancia a la que el uniformado le disparó al joven de 17 años. Sobre ello, el peritaje, en su página 5, sostiene que "se desprende que la distancia a la cual se encontraba la boca del arma del cuerpo de Hernández Huentecol debió oscilar alrededor de 50 centímetros de la zona de la cadera".

En su oportunidad, la fiscal Nelly Marabolí precisó que el disparo se produjo luego que "uno de los menores (por Brandon) le trata de arrebatar la escopeta antidisturbios a uno de los funcionarios de Fuerzas Especiales" claro que esa hipótesis podría ser desechada puesto que uno de los uniformados presentes ese día, Marcelo Anabalón Nahuelpan, declaró que "ubica a Rivera Silva después del disparo en una posición que habría generado un tiro de abajo a arriba, tal como el observado en las lesiones de Hernández Huentecol".

A lo anterior, se suma la declaración del carabinero Juan Carlos Colicheo, quien respecto de los hechos narró que "de pronto sentí un disparo y como mantenía la visual sobre los jóvenes, vi que uno de ellos, el que estaba boca abajo empezó a sangrar de su costado derecho de la cintura, al tiempo que el sargento Rivera deja a un costado la escopeta y dice fuerte: 'Chuta, la cagué".

Versión Sargento

El día 30 de diciembre de 2016, Cristian Rivera Silva participó de la primera reconstitución de escena que intentó esclarecer qué ocurrió con Brandon Hernández.

Ante los investigadores de la Brigada de Homicidios de la PDI, el sargento segundo implicado dijo que "yo arreglaba la correa con mis dos manos (quedando la escopeta suelta y colgando por gravedad) cuando sentí que se produjo el disparo...".

Sus palabras, eso sí, no fueron balísticamente aceptadas por los peritos, quienes al respecto concluyeron que "una escopeta colgando libre solo tiene opción de producir un disparo vertical hacia el suelo, lo que no se condice con la trayectoria angular que tienen los perdigones en el cuerpo de Hernández".

El perito además concluye que "tampoco es aceptable desde la ubicación que afirma tener al momento del disparo".

Pdi

Consultada la PDI, en concreto el subprefecto de la Brigada de Homicidios, Víctor Ruiz, éste sólo declaró que "estamos haciendo un análisis porque existirían discordancias en las versiones de Brandon y el carabinero involucrado".

Esos análisis dicen relación con un peritaje técnico -solicitado por la defensa de Hernández Huentecol y que aún no se ha realizado - que busca analizar la credibilidad y la estabilidad emocional de Cristian Rivera Silva, quien además tiene antecedentes de haber herido a un compañero de Carabineros en julio de 2014 situación por la cual la Fiscalía Militar de Los Ángeles lo condenó a la multa de 11 UTM.

Familia

"Nosotros desde el principio hemos dicho que lo ocasionado por este carabinero fue intencional". Así reaccionó Ada Huentecol, madre de Brandon, al conocer los resultados del peritaje de la PDI.

La mujer luego indicó que "mi hijo no llevaba ningún cuchillo para cortarle el arma como dicen. ¿Qué más pruebas quieren? Mis hijos son sanos, dedicados a su casa y colegio y nunca han estado involucrados en los temas mapuches".

Huentecol espera que la investigación de la Fiscalía concluya pronto aunque sí anhela que el carabinero sea formalizado por el delito de homicidio frustrado. En paralelo a ello, aún resta por saber los detalles de la demanda contra el Estado que preparan junto a su abogada, Manuela Royo.

Al ser consultado por el peritaje elaborado por la PDI, Carabineros informó que no se iban a referir al caso.

"Mi hijo no llevaba ningún cuchillo para cortarle el arma como dicen. ¿Qué mas pruebas quieren?".

Ada Huentecol,, madre de Brandon Hernández"

Brandon Hernández Huentecol fue herido por un sargento segundo de Carabineros en Collipulli. 18-12-2016