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"Tomé la decisión y

ELECCIONES. El ex intendente confiesa que la política "me persigue" y, en ese contexto, su apuesta es usar el poder de la Cámara Alta para poner en jaque al gobierno central y así resolver el conflicto de La Araucanía.
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La precandidatura del ex intendente, Francisco Huenchumilla (DC), como carta senatorial por La Araucanía se suma a la carrera parlamentaria. Lleva un año y siete meses fuera del Gobierno, sin embargo, como él mismo reconoce, "la política me persigue, entonces, en esas circunstancias, claro, yo he tomado la decisión de estar disponible para ser candidato a senador".

La razón de su decisión tienen en su base el deseo de usar el poder que entrega el cargo para "imponerse ante las autoridades centrales" y así lograr que tanto los partidos como el Ejecutivo, junto a su comité político, asuman el conflicto de La Araucanía como una cuestión de Estado.

Al respecto, es enfático en señalar que, desde la vuelta a la democracia, la representación legislativa en la Región, tanto de izquierda como de derecha, está en deuda con La Araucanía. Por eso, su apuesta es seguir golpeando la mesa, sólo que esta vez al no estar subordinado al gobierno, espera usar todo el poder y facultades de la Cámara Alta para negociar con el gobierno central una salida al conflicto de La Araucanía.

- El diputado Chahin dijo que le gustaría que usted fuera su compañero de lista en la carrera al Senado. ¿Veremos a Huenchumilla como candidato?

- El propio diputado y muchos otros personeros de la DC y fuera de la DC me han pedido que considere ser candidato a senador. Yo dejé de ser intendente en agosto de 2015 y la política me persigue, entonces, en esas circunstancias, claro yo he tomado la decisión de estar disponible para ser candidato a senador, a menos que los procesos internos de la DC se compliquen y empiecen los chaqueteos y codazos. En ese caso daría un paso al costado, porque a estas alturas de mi vida y después de toda la experiencia política que he acumulado, quiero tener la tranquilidad necesaria para aportar a la Región y al país, no estoy para peleas chicas.

- Luego de la forma como terminó su gestión de intendente ¿Qué sentido cobra su candidatura al Senado?

- La Araucanía no tiene el poder político para imponerse frente a las autoridades centrales y lograr que los partidos tomen el conflicto como una cuestión de Estado. Eso sucede por desconocimiento de la autoridad central respecto de nuestra situación, por falta de voluntad política, pero también por no colocar todo nuestro poder político parlamentario al servicio de esta causa. Y así es como el poder central nos maltrata. Maltratan a la Región cuando Piñera recibe a un conjunto inmenso de la sociedad pidiéndole una ley de la que nunca más se supo. Maltratan a la Región cuando no fueron capaces de analizar la propuesta que hice como intendente. Maltratan a la Región cuando el poder central humilla al intendente Miguel Hernández y humillado lo envían de vuelta por haber abierto la boca.

- Esta humillación ¿Qué alcances políticos tiene?

- Miguel Hernández con muy buena intención, pero probablemente con inocencia hizo ese llamado. Yo creo que lo humillaron y eso me duele, porque demuestra una vez más que para el poder central las autoridades regionales no valemos nada y tanto es así que hoy día el intendente de qué va a hablar (...) cuando probablemente va a estar pensando que no tiene piso o que lo pueden nuevamente desautorizar, entonces, la actitud política del gobierno central ha significado dejar sin base política de cierta independencia para ejercer su cargo a nuestro intendente.

- ¿Hizo mal el intendente al invitar a la CAM a dialogar?

- Si queremos instaurar un diálogo de verdad respecto de la violencia que vivimos, ese diálogo tiene que ser un proceso conducido por el gobierno central. Sin voluntad del ministro del Interior, del comité político y de la Presidenta, nunca vamos a tener un diálogo en la Región, por mucha buena voluntad que tenga el intendente, el señor obispo o algún parlamentario. Lo segundo es que si el intendente, no obstante eso, se tira a la piscina y contra viento y marea dice eso, sin duda en una actitud de valentía y me parece bien, pero en ese caso no debe dejarse humillar.

- ¿Debió entonces haber puesto su cargo a disposición?

- Exactamente, no debe dejarse humillar y decir saben qué más esta es mi postura y me mantengo. Ahora, ¿por qué no lo hizo?, no sé, pero Miguel Hernández es un buen hombre, yo lo estimo mucho, y siento mucho lo que le pasó. Yo solidarizo con él por esta humillación que sufrió.

- ¿Qué es lo que lo motiva del cargo de senador?

- Me motiva que podamos hacer un proceso de acumulación de poder para resolver nuestros conflictos, superar la pobreza y lograr el desarrollo, a través de un cargo tan potente. Siento que el ser senador tiene un poder inmenso y que no ha sido utilizado con la fuerza que otorga el cargo. Me parece que, una posible postulación mía al Senado puede contribuir a que resolvamos, en conjunto con todos, los problemas de la Región, porque yo tengo la fuerza y la independencia necesaria y si algún mérito tuvo mi paso por la Intendencia fue el haber colocado a La Araucanía en la agenda nacional.

- Como senador, ¿se la jugaría para sacar adelante su propuesta de paz social que el gobierno desestimó?

- No necesariamente mi propuesta, porque corresponde a una opinión, no es la verdad. Lo mío es un elemento de juicio que debe ser confrontado con la verdad de los demás. Pero como yo conozco cómo se ejerce el poder y además tengo la independencia absoluta para enfrentarme a los poderosos y al poder central, ya que no me dedico a los negocios, mi voto como senador tendría su precio en oro para el poder central si es quieren contar conmigo para los grandes temas nacionales. Así es como yo exigiría que el poder central se aboque a los problemas que tenemos como Región: yo quiero ser un puente, pero con toda la fuerza que tiene el cargo de senador, y que siento que aquí no se ha usado.

- ¿No se ha usado ahora o desde la vuelta a la democracia? porque usted fue diputado...

- No se ha usado desde la vuelta a la democracia, y me incluyo en mis años de diputado, porque allí estuve en todo lo que fue la Ley Indígena. Pero no tenía la experiencia, el conocimiento, la fuerza ni el poder. En estos veintitantos años hemos aprendido que no podemos esperar del poder central una misericordia con La Araucanía, necesitamos colocar todo el peso de nuestras facultades, en este caso como senadores, porque el poder entiende con el poder.

- ¿Hace un mea culpa o está tranquilo respecto de lo que hizo con la Ley Indígena en su minuto?

- La Ley Indígena es hija de su tiempo, cuando estaba el gobierno de Patricio Aylwin, es decir, casi 30 años atrás. La Ley Indígena propiciaba el desarrollo con identidad y pretendía resolver el tema del desarrollo del pueblo mapuche. Hoy día, los planteamientos son políticos, el mundo cambió, el país, el movimiento mapuche cambiaron, en ese tiempo no había un sector del movimiento mapuche que quisiera la violencia política como un camino, entonces, el escenario es otro.

- Una de las promesas de la Presidenta fue crear la institucionalidad indígena, pero al parecer quedará en la intención. ¿Hay promesas incumplidas?

- Respecto de la conducta de este Gobierno, lo mío es una opinión política. Yo digo que aquí no se hizo lo que se prometió y eso políticamente merece que alguien lo diga. Yo me atrevo a decirlo, nosotros estamos en deuda aquí, lo lamento profundamente, pero lo peor es quedarnos callados. Lo más probable es que un senador va a salir diciendo que hemos hecho tantas inversiones, caminos, tanto de esto y de aquello, pero eso mismo lo hacemos en Coquimbo y Talca, aquí en cambio tenemos un conflicto de violencia política.

- No se ve que el Gobierno pueda cumplir con la elección de gobernador regional este año. ¿A quién responsabiliza?

- Además del Gobierno yo responsabilizo a algunos senadores que andan con la calculadora en la mano respecto de cómo quedan, porque ellos tienen su clientelística y colocan a los seremis, jefes de servicio, a su parentela y por eso la gente no le cree a los políticos y estamos tan desprestigiados.


estoy disponible para ser candidato a senador"

Esta candidatura de Huenchumilla sería la número siete desde 1989, cuando salió diputado por primera vez. Desde entonces han pasado más de 25 años y el Congreso le puso fin al binominal, además de legislar la relación entre la política y el dinero. Esta nueva normativa espera Huenchumilla que influyan positivamente, ya que el 2009 cuando perdió la opción senatorial, "no obstante haber sacado una votación bastante honorable, el dinero fue un factor determinante. Aquí hubo un candidato y una candidata que no sólo andaban con los bolsillos llenos de plata, sino que con maletas llenas de plata comprándose a la gente en todas partes. Hoy día eso está más regulado y espero que eso funcione bien y que podamos tener un buen debate respecto de nuestras propuestas".