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"Todos juntos"

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El fin de semana pasado nos reunimos a almorzar con un grupo de amigos. La idea era que todos los invitados llevaran sus especialidades culinarias. Por mis años vividos en Ecuador, me atreví con un ceviche de camarón, mientras un amigo de origen palestino se lanzó al ruedo con su receta de ceviche peruano, la que habría aprendido en Lima hace unos pocos meses.

Honestamente, nuestros chilenos intentos fueron un precario remedo de lo que queríamos lograr. No se acercaban siquiera a los sabores originales que todos recordábamos y que además hoy, no es necesario ir tan lejos para deleitar nuestros paladares.

Si bien los extranjeros residentes en La Araucanía, de acuerdo con el Departamento de Extranjería y Migración (DEM) del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, equivalen a un 0,9% del total de la población regional, han logrado una amplia notoriedad, principalmente en Temuco y Padre Las Casas, donde se concentra la mayor parte de los extranjeros residentes en la Región.

Los resultados obtenidos en el Estudio de Opinión Pública realizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Empresariales de la Ufro, sobre la percepción que existe por parte de los temuquenses y padrelascasinos consultados, respecto de los extranjeros residentes, es positiva.

Un 63,8% los considera un aporte o un gran aporte para la sociedad. Se puede apreciar además una correlación virtuosa entre el grado de conocimiento y la percepción positiva.

No obstante lo anterior, existe también un grupo minoritario, que se concentraría en aquellos grupos de mayor edad y menores ingresos económicos; quienes opinan que los extranjeros residentes podrían representar un problema. Los argumentos más comunes fueron que estos ocuparían puestos de trabajo en desmedro de los nacionales.

Los argumentos para respaldar la idea que la población extranjera y particularmente aquella que ha llegado en los últimos años; no serían un aporte para nuestra comunidad, carecen de todo sustento objetivo y más bien se basa en prejuicios.

Si bien hablar de extranjero e inmigrante, desde un punto de vista sociológico, obliga a hacer una diferencia respecto de lo que la gente entiende, hoy es posible afirmar que tanto la opinión ciudadana, como la evidencia empírica acumulada en trabajos en Chile y el mundo, demuestran el gran aporte de los inmigrantes a la innovación, emprendimiento y productividad de los países que los acogen. (Migración en Chile 2005-2014).

Yo fui inmigrante y si bien no aprendí a preparar el ceviche, comprendí que el hogar de cada uno es donde están quienes nos quieren y a quienes queremos. Las fronteras son una ficción quizá necesaria, pero tenemos un solo hogar que se llama tierra y como dirían los Jaivas, hay que aprender a vivir todos juntos.

Mauricio

Partarrieu, académico

de la Ufro