El fin de 35 años de historia
RECINTO. El restaurante "Chiloé" recibió desde la década del 80 a los comensales que llegaban desde el sector norte hacia Temuco.
Una parada obligada para los viajeros que llegaban desde el norte hacia Temuco. Así fue recordado el tradicional restaurante "Chiloé", el que sufrió la madrugada de este martes un devastador incendio donde resultaron fallecidas una madre y su hija.
El recinto se encontraba ubicado en el número 01410 de la avenida Rudecindo Ortega y junto con el local, el incendio destruyó una serie de departamentos interiores que se ubicaban en el sector posterior de la vivienda, los que eran arrendados por la familia Huillipán, quienes también residían en la casa habitación.
Según recordaron los vecinos y amigos del restaurante, la especialidad de la casa eran las preparaciones caseras, principalmente platos marítimos los que eran servidos con celeridad por parte los propios dueños del local de comidas, en un ambiente hogareño.
Asimismo, destacaba por ser sede de reuniones sociales de amigos o grupos de empresas, los que llegaban en horas de la noche a disfrutar de una cena en ocasiones especiales.
Según indicó Doris Huillipán, hija y hermana de las dos víctimas fatales, el restaurante inició su funcionamiento hace más de 35 años en la misma ubicación de siempre y desde su apertura siempre fue un punto de encuentro para los temuquenses.
"Mi papá le puso ese nombre en honor a mi madre, porque ella era de Calbuco, pero en ese tiempo no se conocía mucho esa localidad y como era un restaurante de platos marítimos optó por bautizarlo como Chiloé", dijo Doris.