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"Fijamos una ruta en marzo de 2014 que ha sido acogida al más alto nivel"

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Andrea Arias

El perdón que pidió la Presidenta en su calidad de Jefa de Estado al pueblo mapuche, según el exintendente, Francisco Huenchumilla (DC), establece un fundamento ético y tiene una implicancia política que marca un antes y un después.

Sin embargo, Huenchumilla también advierte que los anuncios de reconocimiento y desarrollo tienen una debilidad en su base que se relaciona con que "los tiempos políticos de este Gobierno están acabados".

- ¿Cómo evalúa la petición de perdón al pueblo mapuche que hizo la Presidenta, un gesto que usted como exintendente realizó al asumir?

- La petición de perdón de la Presidenta tiene una dimensión ética y una implicancia política, porque significa reconocer la responsabilidad del Estado en todos los encuentros que ha tenido con el mundo indígena y, en particular, con el pueblo mapuche. Entonces, me parece que lo que ha hecho la Jefa de Estado es muy positivo y es satisfactorio para mí, porque nosotros fijamos una ruta en marzo de 2014 que hoy ha sido acogida al más alto nivel del Estado. De aquí para adelante todos van a tener un fundamento ético y político para demandar del Estado una conducta diferente. Esto marca un antes y un después, porque el Estado tiene continuidad histórica.

- Hay actores mapuches que plantean que el perdón sin un esclarecimiento de poco sirve. ¿Está de acuerdo?

- Lo que pasa es que esta petición de perdón es el fundamento para todas las medidas que hay que tomar de aquí en adelante, de tal manera que lo que se haga va a depender de la voluntad política de los gobernantes y de la fuerza que tenga el mundo mapuche.

- ¿Se requiere a su juicio un esclarecimiento mayor?

- Creo que sí, pero esto es de largo aliento y trasciende a los distintos gobiernos, porque también implica un tema de maduración cultural de la sociedad chilena para aceptar lo que hay detrás de esta petición de perdón. Entonces, no creo que podamos encontrar fórmulas de materialización objetiva de ese perdón durante este Gobierno.

- ¿Este plan de reconocimiento y desarrollo es suficiente para pensar en que la solución del conflicto empieza a encajonarse?

- Lo que pasa es que el plan de la Presidenta tiene un problema de tiempos, porque los tiempos políticos del actual Gobierno están prácticamente terminados, entonces es muy difícil que en estos meses se hagan cosas de fondo. Entonces, en ese sentido, soy muy escéptico y creo que hacer esto al final del Gobierno significa que es imposible materializar cualquier cosa legislativa respecto de los anuncios que propone la Presidenta.

- Desde ese punto de vista, ¿tienen asidero las críticas que se han levantado del mundo mapuche respecto de que estos anuncios son sólo un "refrito", donde no hay claridad de los recursos y mecanismos?

- Los dirigentes mapuches tienen todo el derecho a no creer. Ellos están cansados de promesas desde 1989 en adelante. Basta con pensar en el reconocimiento constitucional.

- La Presidenta habla de reconocimiento político de los pueblos originarios, pero no enuncia escaños reservados. ¿Qué le parece?

- Es que lo que hizo la Presidenta fue una cosa general y después tendrá que afinarse en qué consiste la participación política y el reconocimiento. Yo creo que eso forma parte del trabajo que tendrá que hacer este Gobierno o el que sigue.

- ¿Cuál es la importancia de las propuestas de feriado nacional el 24 de junio y la oficialización del mapudungún?

- Ayudan al cambio cultural del país para ir lentamente reconociendo el derecho a la diversidad. Ambas medidas reflejan el grado de madurez que está teniendo el país respecto de estos temas.

- ¿Los anuncios en materia de desarrollo son contundentes?

- Ahí no sé si le faltó información a la Presidenta por parte de sus asesores, pero, por ejemplo, en materia de caminos, lo anunciado no se condice con lo que ya existe en la Región, porque cuando yo fui intendente firmamos un convenio de programación con el MOP por $385 mil millones en cuatro años, lo que excede por mucho a las platas en caminos a que ella se refirió. Ahora si son nuevas platas, bienvenidas sean. Lo mismo podríamos decir de las aguas y riego.

- La Ley Araucanía es parte del paquete de medidas. ¿Es un instrumento confiable que incida positivamente?

- Es una buena idea, pero muy difícil de concretar. Esto ya se frustró en el Gobierno de Piñera, porque no es viable una ley a largo plazo comprometiendo presupuestos. Eso tiene poca viabilidad cuando quedan cinco meses. Es un buen volador de luces.

"El plan de la Presidenta tiene un problema de tiempos, porque los tiempos políticos del actual Gobierno están prácticamente terminados"."