Anhelo regionalista deberá esperar
En el mejor de los casos, la elección directa de gobernadores regionales se concretará en las municipales del año 2020.
Lamentablemente para las pretensiones de los regionalistas, el ministro del Interior, Mario Fernández, confirmó recientemente que en noviembre próximo no habrá elección directa de gobernadores regionales, tal como se había comprometido la actual administración de Gobierno. No hubo consenso en el Parlamento y los plazos ya no acompañan a este proyecto.
Todo indica que, en el mejor de los casos, la iniciativa podría concretarse en las próximas elecciones municipales, programadas para 2020.
Como pocas veces antes, las regiones han comenzado a tomar conciencia de las enormes desigualdades territoriales, con una capital que crece de manera desmesurada y un resto del país que avanza a tranco menor, o que bien ve partir las riquezas que genera con poco o nada a cambio, como es lo que ocurre con nuestras regiones mineras.
La distribución de la inversión pública comparada entre Santiago y el resto de las regiones es vergonzosa, a pasar de que dos tercios de la población nacional vive fuera de los límites de la Región Metropolitana.
Si las regiones tuviesen mayores grados de autonomía para la toma de decisiones políticas y económicas, y si el Estado se preocupara de un crecimiento más armónico a lo largo del territorio, atendiendo a las fronteras interiores y a las zonas que históricamente han quedado postergadas del desarrollo, lo más probable es que la tensión social no existiría.
Pero más que eso, podrían encaminar su desarrollo de mejor manera, ya que son los propios habitantes de los territorios, quienes legítimamente pueden empujar su desarrollo. Es decir, el enorme centralismo de Chile, le cuesta dinero al propio país.
En este escenario, la elección de los gobernadores regionales podría ser un avance importante. Es cierto, que las competencias no son todas las requeridas y que la figura del delegado presidencial puede causar problemas, no obstante, ese escenario es mejor que lo actual. Es de esperar que el próximo gobierno despeje este anhelo de los regionalistas.