Pitanzas a números de emergencia
Más de la mitad de los llamados que reciben Carabineros y Bomberos son bromas de mal gusto.
Una intensa campaña está realizando la Gobernación de la provincia de Cautín en conjunto con Carabineros y Bomberos de Temuco, tendiente a frenar las denominadas "pitanzas" a los servicios de emergencia. Se trata de una iniciativa que busca que los ciudadanos hagan un uso responsable de los números 132 y 133, toda vez que a diario estas instituciones reciben muchísimos avisos falsos, que no son más que desagradables bromas que realizan generalmente menores de edad, y que generan pérdida de tiempo y de recursos materiales y económicos valiosos que podrían destinarse a una emergencia real.
Se trata, claramente, de un tema preocupante y del cual se debe tomar real conciencia, ya que según informa la Central de Comunicaciones de Carabineros de Cautín, ha recibido 206 mil llamadas al nivel 133, y de esas, 174 mil 111 han sido descartadas por pitanzas, cortes, bromas e insultos.
En Bomberos la situación es similar, ya que el propio comandante de la institución afirma que cerca de la mitad de los llamados recibidos corresponde a bromas.
Ante esta situación y dada la complejidad que reviste perseguir todas aquellas "pitanzas" que distraen la atención de organismos cuya principal función es velar por la seguridad de los habitantes de Temuco y la Región, lo que corresponde es que la propia ciudadanía tome conciencia de la importancia de este problema y busque métodos para educar a los vecinos en el correcto uso de estos servicios.
Campañas como la emprendida por la Gobernación de Cautín y los propios organismos afectados van en la dirección correcta, ya que cuando se está ante una situación que amerite la presencia de Bomberos, Carabineros o ambulancias, el tiempo de respuesta de una unidad de emergencia es vital para evitar un delito, salvar vidas o bien impedir que el fuego arrase con una vivienda. Por ello, hay que hacer un correcto uso de los números 131, 132 y 133 y utilizarlos exclusivamente cuando se está ante un hecho que requiera la presencia de organismos especializados. De ello depende, muchas veces, la vida de los propios afectados.