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Astrónomos chilenos participarán de investigación sobre los anillos del asteroide más pequeño del sistema solar

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El equipo de astro-ingeniería de la Universidad Católica (UC) encabezará el estudio del asteroide Chariklo, el objeto más pequeño del Sistema Solar rodeado por anillos, al igual que Saturno, Júpiter, Urano y Neptuno.

Los investigadores analizarán los anillos del asteroide, su excentricidad y precesión -movimiento retrógrado -para entender su formación y estabilidad, a través de simulaciones numéricas.

Chariklo es el quinto objeto del Sistema Solar en presentar anillos y, a su vez, el de menor tamaño. Su órbita se encuentra en la periferia planetaria.

Historial

Los anillos del asteroide fueron descubiertos en 2013, mediante el Observatorio UC Santa Martina, en la Región Metropolitana.

"El 23 de julio, todos los telescopios del equipo internacional, del cual la UC es parte, esperaban el tránsito de Chariklo. La observación resultó un éxito, porque los datos obtenidos permitirán mejorar el conocimiento de la forma, tamaño y topografía del cuerpo principal del asteroide", dijo el ingeniero Leonardo Vanzi.

El seguimiento efectuado fue, además, uno de los primeros en utilizar datos de Gaia, la misión espacial europea que hará el mapa más detallado de la Vía Láctea, agregó el académico.

El equipo de instrumentación astronómica, liderado por Leonardo Vanzi, es parte de una colaboración internacional que estudia cuerpos en el Sistema Solar. Para esto utilizan la técnica de ocultación estelar que ocurre cuando un objeto pasa enfrente de una estrella distante, bloqueando brevemente su luz.

Placas tectónicas fueron formadas por el impacto de grandes meteoritos

TEMBLORES. Los violentos movimientos entre las rocas que forman la corteza terrestre produjeron elevaciones de material, las que ahora inciden en los sismos.
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Valeria Barahona / EFE

Los impactos de grandes meteoritos sobre la Tierra podrían haber contribuido a la evolución de los primeros fenómenos tectónicos -deformaciones de la corteza -en el planeta, publicó ayer la revista especializada Nature.

La investigación, liderada por la Universidad de Macquarie (Australia), afirmó que estos golpes podrían haber generado procesos de reciclaje de la corteza terrestre hace más de cuatro mil millones de años.

Este planteamiento cuestiona el paradigma actual, que señala que, en sus orígenes, la Tierra no presentaba actividad tectónica o sísmica.

Evidencias

"El interior de la Tierra durante el periodo Hadeano (hace entre 4.560 y 4 mil millones de años ) quizá era demasiado caliente como para mantener placas tectónicas. Sin embargo, no está claro si grandes impactos pudieron generar un sistema tectónico", explicaron los autores en su estudio.

Simulaciones tectónicas

Los científicos realizaron "simulaciones tectónicas a escala global" sobre la evolución de la Tierra, expuesta a "flujos de impacto variables" durante la era Hadeana. Aunque algunas evidencias sugieren que existía poca actividad entre la corteza terrestre y el manto, el examen de los materiales geológicos más antiguos, como los granos de circonio, señaló otra cosa.

Las nuevas pruebas indicaron que pudo producirse un proceso de reciclaje de la corteza, similar al observado en las zonas de subducción actuales, donde una placa tectónica se hunde debajo de otra, generalmente en las zonas oceánicas.

Los cráteres provocados por impactos -fenómeno habitual durante la formación del Sistema Solar -, podrían haber iniciado los procesos de subducción antes de la aparición de las placas tectónicas tal y como se conocen ahora, afirmaron los autores.

Modelo numérico

Esta conclusión surgió a partir de un modelo numérico que simuló el efecto que tuvieron los choques de grandes meteoritos contra la Tierra durante la evolución de las placas tectónicas.

Los académicos también constataron que la energía liberada por los golpes subió la temperatura del interior del planeta, generando la ascensión de columnas de materiales en el manto (corteza), lo que, a su vez, impulsó la subducción en las finas y frágiles placas tectónicas de la Tierra primitiva.

A diferencia del comportamiento de las zonas de subducción situadas en los límites de placas tectónicas actuales, los eventos de subducción simulados en este estudio fueron de corta duración -para la edad terrestre: menos de diez millones de años -, además de ser localizados geográficamente.

Los investigadores concluyeron que la Tierra pasó de un estado tectónico inactivo a otro de actividad, según el tamaño y la frecuencia de los impactos de material estelar.

Fragilidad

La Universidad de Oxford, en Reino Unido, reveló que las placas tectónicas son más frágiles de lo que se pensaba, ya que la evolución de las tensiones en las fallas generadoras de terremotos dependería del tamaño de los cristales que forman las rocas, al interior de la corteza terrestre.

Flexibilidad y peso

La flexibilidad de las placas, cualidad que evita los grandes cataclismos, es desafiada por el peso de volcanes o de grandes capas de hielo, también depende del tamaño del cristal, concluyeron los investigadores.

"Para determinar esto se utilizaron experimentos de nanoindentación -ensayo de dureza llevado a cabo a la escala de longitudes nanométricas -, donde un lápiz de diamante microscópico se presionó en la superficie de un cristal de olivina -grupo de materiales que constituyen las rocas de la superficie terrestre -. Estos experimentos revelaron que la resistencia del cristal depende del tamaño de la indentación", dijo el profesor Lars Hansen.

millones de años se habrían producido los impactos de objetos celestes contra la Tierra, en el periodo Hadeano. 4.560

u ocho centímetros avanzan al año las placas de Nazca y Sudamericana que, al ser opuestas, chocan y generan temblores en Chile. 7