Eduardo Henríquez O.

La Semana de la Educación 2017 tuvo un comienzo reflexivo y ejemplar. Esto a la luz del primer simposio educativo denominado "Experiencias de inclusión desde la perspectiva de aprender juntos", organizado por la sede Temuco del Instituto Profesional AIEP y respaldado por la Universidad Mayor y Diario El Austral de La Araucanía, el cual tuvo como invitados especiales al intendente (s), Ricardo Chancerel y al docente ganador del Global Teacher Prize Chile y maestro de la Escuela Municipal Quelhue de Pucón, Eligio Salamanca.

La jornada, explicó la jefa del área de educación de la Escuela de Desarrollo Social AIEP Temuco, Catherine Zambrano, tuvo como propósito poner en relieve las nuevas metodologías y experiencias educativas basadas en la personalización de la enseñanza, autorregulación del aprendizaje y estructuración cooperativa del aprendizaje.

En este contexto, el director de El Austral, periodista Mauricio Rivas Alvear, entrevistó al profesor Eligio Salamanca, que compartió las recetas de su premiada trayectoria. He aquí un extracto de la misma.

- En el auditorio hay muchos estudiantes que ven en usted un ejemplo a seguir. ¿Qué consejo le daría a los futuros profesionales de la educación?

- El primer consejo es que no sigan mi ejemplo sin investigarlo bien. Nunca transmitir o seguir un método, un consejo, una receta sólo por el hecho de que tengan que hacerlo. Es súper importante ser profesionales, y un profesional se caracteriza principalmente por ser crítico y autocrítico de lo que hace y de lo que entrega, sobre todo. Un profesor siempre va a ser la suerte para los estudiantes, pero hay que preocuparse por ser la buena suerte para los estudiantes.

- ¿Siempre pensó en dedicarse a la docencia o evaluó otras opciones?

- Yo decidí ser profesor como a los seis años. Después de una situación muy trágica en la vida de mi familia, mis papás junto con el resto de los apoderados de ese sector rural (Quelhue) decidieron habilitar una escuela y traer una profesora. Ellos construyeron el mobiliario. Era una comunidad que trabajaba en ese sentido, en comunidad. La profesora, recién egresada, trabajaba mucho con nosotros y como yo tenía facilidades para lo académico, me empezó a encargar tareas como tomar lecciones o apoyar a otros estudiantes. Eso me gustó mucho. Y me gustó el sacrificio que ella ponía. Con el tiempo fui ratificando esas ganas de ser profesor. Uno se encuentra con profesores buenos a los cuales puede imitar, y puede encontrarse con profesores muy malos de los cuales también aprende.

- Eligio, a propósito de sueldo, por demanda histórica, los profesionales de la educación no creen que sus salarios estén acorde a la importancia que su rol tiene en la sociedad y el desarrollo del país. ¿Comparte esa demanda?

- Eso es relativo porque los sueldos siempre van a ser escasos en la medida que yo privilegie "tener" más que "ser". Si el principal objetivo de quienes estudian para trabajar en la educación es hacerse ricos están equivocados y tienen tiempo para arrepentirse (...) Pero sí creo que en Chile el trato hacia los profesores debería ser mejor. Incluyendo el sueldo.

- ¿Qué le parece la Reforma Educacional que ha impulsado el actual Gobierno?

- Yo parto siempre de la idea que prevalecen las buenas intenciones, pero las buenas intenciones no siempre consiguen las obras de la misma forma. Creo que se ha fallado en escuchar y recibir la información que tienen los protagonistas del sistema educativo, los profesores y estudiantes. Tengo la sensación que en muchas ocasiones se escucha pero no se oye. Creo que la única forma de mejorar la educación es cuando surja como una iniciativa más consensuada para establecer la reforma, en donde todos seamos incluidos.

- Si usted fuese Presidente de Chile, ¿cuál sería la primera medida que adoptaría para mejorar el modelo educacional?

- Yo creo que hay que fortalecer la educación pública, pero pública de verdad, esa educación que compartimos la mayoría de los chilenos, invertir donde se necesita que es en educación pública, porque el que no necesita educación pública y puede pagar, que lo haga, pero creo que hay muchos jóvenes que se están perdiendo en Chile porque no se invierte en capital humano.

- ¿Qué importancia le da a las pruebas como Simce y PSU?

- Creo que miden algunas habilidades parciales, y son importantes en la medida que sepamos utilizar de buena forma el reporte que nos entregan, el problema del Simce no es la prueba en sí, el problema es cómo se ha empleado este instrumento, como una estrategia de segregación y de marketing.

- En 2018 cumplirá 30 años en la Escuela Rural de Quelhue y 50 años en lo personal. ¿Piensa terminar su carrera allí?

- El tiempo lo dirá. Yo he aprendido a ser feliz en Quelhue y no tengo razones para irme de allí. De los cinco finalistas que quedaron el año pasado para el Global Teacher Prize soy el único, afortunadamente, que está trabajando en aula todavía, aunque poco este año, pero el próximo año espero volver al ciento por ciento al aula.

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"Yo decidí ser profesor como a los seis años (...). La profesora, recién egresada, trabajaba mucho con nosotros y como yo tenía facilidades para lo académico, me empezó a encargar tareas como tomar lecciones (...). Eso me gustó mucho". Yo creo que hay que fortalecer la educación pública, pero pública de verdad, esa educación que compartimos la mayoría de los chilenos"."