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La Ufro cautela inédito álbum de imágenes de las Jornadas Nerudianas del año 1970

FOTOGRAFÍA. 47 años han pasado desde que en Temuco se realizó una semana de actos en homenaje a Pablo Neruda, tiempo en que las imágenes permanecieron en poder de Jorge Aravena Llanca.
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Guillermo Chávez

Una selección de 50 fotografías inéditas y ampliadas a gran formato, de las 600 recientemente adquiridas al fotógrafo chileno Jorge Aravena Llanca, se encuentra próxima a ser inaugurada en la Biblioteca Central de la Universidad de La Frontera.

Su autor permaneció recientemente en la Ufro identificando cada imagen para su registro en los archivos de la Biblioteca, correspondiendo muchas de ellas a las Jornadas Nerudianas realizadas en Temuco del 9 al 15 de diciembre de 1970 con motivo de la despedida que se le ofreció en Chile al poeta Pablo Neruda antes de asumir su función diplomática en Francia.

En dicha jornada participaron todos los escritores conocidos de la época, como Jorge Teillier, Braulio Arenas, Juvencio Valle y otros ya desaparecidos, por lo que Jorge Aravena constituye uno de los pocos testimonios vivos de este acontecimiento literario organizado por la sede Temuco de la Universidad de Chile, y que tuvo como escenario a Nueva Imperial, Almagro, Carahue, Lautaro, Pitrufquén y el Teatro Central de Temuco.

Otras imágenes responden a encuentros sociales entre poetas en la capital, en las que se puede observar a Pablo Neruda en Isla Negra, con sus amigos Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges, Jorge Edwards, Sara Vial y preferentemente con Jorge Teillier.

Jorge Aravena, además de fotógrafo fue intérprete de tangos y amenizaba las tertulias invitado por los propios escritores. Por tal razón, es que fue conocido como "El cantor de los poetas alegres", poniéndole música a las noches más inolvidables de la época.

Ese material fotográfico es el que ha recorrido toda Europa y ha atravesado dos veces el océano, hasta quedar definitivamente en poder de La Universidad de La Frontera. Este legado, permitirá que su nombre sea recordado en esta casa de estudios y en Chile, por el registro que traspasó momentos que se creían olvidados y desaparecidos.

DESDE BERLIN

Dos días permaneció en Temuco Jorge Aravena Llanca, actualmente radicado en Berlín, Alemania, tras permanecer ocho años en Ecuador, donde llegó tras el golpe militar.

En La Universidad de La Frontera conversamos con él mientras trabajaba intensamente en la identificación de las fotografías.

-¿Cómo nació su amistad con Pablo Neruda?

-"Mientras viví en Argentina, compuse un trabajo musical dedicado a José Miguel Carrera, quien allá fue considerado un bandolero. Antes de grabarlo en disco, un historiador, Hernán Bravo Moreno, conoció mi trabajo y se lo llevó a Neruda. Quiero conocer a este muchacho, dijo el poeta, porque él también había escrito a Carrera. Allí lo conocí, almorzamos juntos y al despedirnos me regaló dos poemas para que los incluyera en mi disco. Así nació nuestra amistad.

-¿Y con Jorge Teillier?

-Creo que lo conocí en un bar de Santiago y fue una amistad mucho más profunda. Me preguntó si conocía el tango "Marioneta" y se lo canté. Luego me propuso hacer una exposición con fotos de poetas que titulé "Rostros poéticos de Chile" que expuse en la Biblioteca Nacional, donde era director Juvencio Valle. Más tarde, por orden del propio Presidente Salvador Allende, viajé a Buenos Aires a exponer mis fotos, acompañado de Manuel Rojas como presentador.

CON BORGES

-Usted no sólo estuvo ligado a poetas chilenos, sino que fue amigo de famosos latinoamericanos como Eduardo Galeano y Jorge Luis Borges. ¿Cómo se produjo el encuentro con este último en Ecuador?

-Yo vivía en Ecuador y Borges fue invitado en 1978 a las Jornadas Culturales organizadas por el Gobierno Militar. Fueron quince días en que me correspondió acompañarlo como cicerón. Allí conocí su calidad humana y de su accidentada visita a Chile que le significó perder el Premio Nobel.

MUERTE DEL POETA

-¿Alcanzó a asistir al funeral de Pablo Neruda?

-Me sentí muy apenado por no haber asistido, pero fue una cobardía mía. Es que era mucho el miedo que existía en las calles. Me encontraba trabajando en la Universidad de Chillán y no me atreví a viajar a Santiago.

-¿Cuál será su próxima producción?

-Estoy preparando el libro "Cuando murió Gardel, nació Teillier", porque el mismo día que murió Carlos Gardel, nació Jorge Teillier. Ese capítulo marca la poesía de Teillier, porque amaba mucho el tango y descubrió que todos los tangos de Gardel son láricos. Ese argentino que se fue a Francia recordaba su barrio latino, el farolito de la esquina, las mujeres que amó. Con eso se empapó Teillier para crear su propio lar que no es este sur ni La Araucanía, como se cree, sino el país que dejaron sus ancestros.