Camilo Garrido
Por enésima vez, el guardaparques José Antonio Burgos recorrió -como dicta su rutina de oficio- el sector Prado 18 de la Reserva Nacional Malleco, en La Araucanía. Sin embargo, su última ronda fue inigualable: encontró un murallón, producto de un fenómeno geológico, que además podría datar de la época del Paleolítico.
El trabajador explicó que el curioso objeto se encontraba en las cercanías del sendero Lagunillas, a 1.200 metros sobre el nivel del mar. "Lo comenté en la ocasión, pero no fue posible hacer un análisis. Pero ahora, el área está más despejada", indicó, aludiendo a que un incendio en el lugar, ocurrido en 2002, facilitó el acceso en ese sector.
Burgos comunicó el descubrimiento por medio de fotografías a la administración de la reserva y a la dirección de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), los que también se hicieron valer de académicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), para analizar las rocas, apiladas en forma horizontal una sobre y junto a otra.
"Hace millones de años, se produjo el ascenso de magma que hay en el interior de la Tierra, y que a través de una grieta, de una fisura de la corteza, fue lanzada a la superficie, se enfrió y con el paso del tiempo y la erosión, se va despejando el terreno y asoma esto en forma de columnas", detalló el geógrafo Pablo Osses, académico del Instituto de Geografía de la PUC, quien analizó en terreno el murallón.
Osses además indicó que falta la tarea de analizar la composición de las rocas y poner el hallazgo en valor.
Mario Higueras, administrador de la Reserva Nacional Malleco, destacó la sorpresa e indicó que irán "descubriendo también cosas nuevas de la primera Área Silvestre Protegida del país; nos dedicamos casi en forma exclusiva a la faena de explotación forestal y hemos dejado casi de lado lo que se refiere al turismo, más aún éste, que es de tipo científico".