Jóvenes de la Región comienzan a fumar cerca de los 13 años elevando así el riesgo de infartos
ENCUESTA. El consumo en escolares ha disminuido, pese a que sigue existiendo facilidad en la compra.
Un adolescente consumidor de tabaco puede transformarse con seguridad en un adulto fumador, elevando así en un 42% el riesgo de infartos cardíacos.
Por tal razón, resulta alarmante que la edad de inicio de la adicción al tabaco en La Araucanía bordea los 13 años en la población de escolares. "No es lo mismo empezar a fumar a los 13 que comenzar a los 50 porque el daño depende del número de años que se fume y el número de cigarrillos que se consume al día. Esas son las dos cosas que hacen la magnitud del daño", afirmó el doctor Fernando Lanas, cardiólogo y académico de la Facultad de Medicina de la Ufro, quien agregó que el tabaquismo en Chile es el principal responsable de los infartos agudos al miocardio y varios tipos de cánceres, entre los que se encuentran el cáncer de pulmón, de esófago, de boca, de vejiga y de riñón.
Pese a que fumar un solo cigarrillo sigue siendo malo para la salud, ya que por cada unidad que se fuma va aumentando en 10% el riesgo de infartarse, hace unos días se conocieron los resultados de la última Encuesta Mundial de Tabaco en Jóvenes aplicada el año 2016 que arrojó una significativa disminución en los jóvenes chilenos en general.
Aunque no se aplicó específicamente en la Región, la directora del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, Senda Araucanía, Stefany Acuña, destacó que a lo largo de los años se ha producido una disminución del consumo en los adolescentes. "En escolares hasta cuarto medio, mientras la prevalencia diaria era del 13% el año 2003, disminuyó al 6% el año 2015 y de ahí la curva se estabilizó; mientras que la edad de inicio son los 13 años, por lo que el llamado a los padres y adultos es que puedan tener un rol parental significativo e involucrado en este período para que los adolescentes cuenten lo que les está pasando frente a la influencia de los amigos y compañeros de curso", indicó Acuña.
A su juicio, esta disminución se explica en parte por las campañas preventivas que consideran una fuerte presencia en los colegios. "Estamos realizando acciones preventivas en la población infanto adolescente, tenemos presencia en 567 colegios donde abordamos la prevención del tabaco, el alcohol y las drogas ilícitas", dijo.
La venta
Aunque la legislación actual prohíbe la venta de cigarrillos a menores de edad, los jóvenes entre los 13 y los 15 años siguen accediendo sin restricción a la compra. Sobre este desafío a abordar la directora de Senda Araucanía manifestó que "si bien hay una política pública de restricción de venta, los adolescentes igual llegan a adquirir por lo que ahí el llamado es a los locatarios que venden tabaco para que no les faciliten la venta a los menores de edad y, por otra parte, que adultos no se presten para comprarle a los menores".
En tanto, para el especialista de la Ufro, pese a que las restricciones que se les han impuesto a los fumadores han tenido efecto, las medidas se deberían endurecer aún más. "Se deberían prohibir los cigarrillos, pero el problema es que hay intereses económicos detrás y hay gente que va a considerar que eso atenta contra las libertades; sin embargo yo creo que mientras más estricta sea la campaña antitabaco va a ser mejor", sentenció el doctor Lanas.
Según advirtió el cardiólogo, "la cesación de fumar es una de las maniobras más efectivas en salud desde el punto de vista preventivo, porque se pasa de tener un factor de riesgo a definitivamente no tenerlo". Por tal razón, sin duda es una noticia positiva el que esté descendiendo el consumo entre los adolescentes porque eso significa más y mejores años de vida. "Si uno fuma vive entre 7 y 10 años menos, entonces estos jóvenes en vez de morir a los 70 van a morir a los 80, lo que es una buena noticia para ellos, para sus cónyuges, para sus hijos y también es una buena noticia para el sistema de salud del país porque el costo asociado a fumar por las enfermedades cardíacas, neoplásicas y respiratorias no es menor", concluyó el facultativo de la Ufro.