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Analistas regionales pronostican alta abstención para la elección de mañana

LA ARAUCANÍA. Expertos adelantan que la participación juvenil jugará un rol clave a la hora del conteo de votos de presidente y senadores, las más disputadas.
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Juan Carlos Poblete González

La Región de La Araucanía enfrentará mañana la elección presidencial, parlamentaria y de cores con el sistema de voto voluntario, que entró en vigencia en el año 2012.

La primera elección de autoridades nacionales con ese método fue en la primera vuelta del año 2013. En aquella oportunidad, el Servicio Electoral (Servel) fijó en un 53% el nivel de abstención, estimando que votaron 389 mil 971 personas, es decir, el 47% de un universo total de 812 mil habilitados para el sufragio, en toda la Región.

Aquella votación representó una sustantiva baja con respecto al proceso electoral del 2009, en el que la abstención alcanzó apenas un 16%.

Por lo mismo, analistas políticos locales coinciden en que la abstención de esta elección será, nuevamente, alta en la Región. Eso sí, la mayoría espera que disminuya respecto del 61,3% que alcanzó para las elecciones municipales de octubre del año pasado.

Abstención importante

El periodista Luis Nitrihual, actual vicedecano de la Facultad de Educación, Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de La Frontera (Ufro), estima que la participación bordeará entre el 47% y el 49%, aunque no descarta que el porcentaje se eleve ante la "polarizada" discusión pública que se ha dado.

"El problema es que la abstención y el descrédito de la política vienen sucediendo desde hace tiempo. Prácticamente, desde recuperada la democracia, los indicadores de confianza en las instituciones políticas viene en caída libre. De modo que la abstención hay que leerla como síntoma de algo más grave. Es el humo de un incendio. Se trata de la lejanía de la clase política. De una desconfianza generalizada con las instituciones de todo tipo", examina el académico.

De la misma forma, el académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Empresariales de la Ufro, Mauricio Partarrieu, opina que "se debería mantener la tendencia de la baja participación, pero no podría ser peor de las municipales, a raíz de las extremas posiciones que han debatido, como Kast y Artés", ejemplifica.

"Los que siempre votan, van a ir a votar de nuevo y por lo mismo, espero que la participación bordeará el 50%", añade.

Votos abiertos

Los académicos también observan que el nivel de participación de los jóvenes será un factor determinante.

El director del Magíster en Gobierno y Asuntos Públicos de la UCTemuco, Christopher Martínez, expresa que la abstención jugará "un papel importante" en esta elección, sin embargo, el espectro de votantes entre los 18 y los 28 años marcará una diferencia que puede, incluso, ser crucial a la hora de definir un ganador.

"En la mayoría de los países, la participación electoral de los jóvenes es menor que la de los otros grupos etarios. Ahora bien, la abstención juvenil en Chile es muy alta respecto de los otros grupos (...) y los jóvenes de nivel socioeconómico alto declaran votar en mayor proporción que aquellos de niveles bajos...", sostiene.

En cuanto a ese punto, el abogado y académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma, Jaime Veloso, proyecta que el descontento de la juventud con la política será algo que nuevamente quedará evidenciado en las urnas.

"La clase política no ha sido capaz de generar interés en la participación de los jóvenes en política por diversos factores: la falta de renovación de los actores, la corrupción, la falta de transparencia y la falta de procesos de formación y enseñanza de cultura cívica", expresa el abogado constitucionalista.

El surgimiento de nuevos grupos políticos que están comenzando a innovar en las formar de construcción de sus planteamientos y definiciones es la única esperanza que la mayoría de los especialistas advierte como para lograr "reencantar" a los jóvenes, aunque no a todos.

"Será necesario esperar quizás una década para el efecto que pueda tener el reingreso de la educación cívica al curriculum educacional, que implicaría una mayor participación de jóvenes y con ello, ofertas electorales a estos grupos emergentes", finaliza el cientista político de la UCT, Francisco Vega.

"El voto de los jóvenes es crucial"

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Olivia Langer, directora

regional

del Injuv

El Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) realizó una encuesta relativa a la participación electoral en la que, tras encuestar a 1.132 hombres y mujeres menores de 28 años, reveló que aunque el 50% de los jóvenes se declara "poco o nada interesado" en la política, el 74% va a ir a votar.

-¿Cómo ve la relación entre los jóvenes y la política?

-Los jóvenes participan en voluntariados, organizaciones sociales, juntas de vecinos, centros de alumnos, agrupaciones universitarias, deportivas, culturales, entre otros espacios de participación que cada vez estamos esforzándonos para abrir más. Los jóvenes participan y como Gobierno estamos motivados en lograr que esa participación se manifieste en las urnas, porque le hace bien a la democracia. Sin participación no hay una democracia sana.

-¿Qué tan importante será el voto joven en esta elección?

-Hay cuatro millones de jóvenes en el país. O sea, si tan solo votara el 50%, se marcaría una diferencia significativa. Por eso el voto joven es crucial. Lo que los jóvenes priorizan en un candidato son características como la honestidad, la cercanía y el compromiso. Tan solo un 4% de los jóvenes declara como "importante" la militancia de los candidatos. Por eso es importante que los partidos políticos y los candidatos le den una vuelta a este dato y tomen en cuenta esta información, para ver cómo pueden captar ese voto joven que va a ser tan decisivo.

-¿A qué se debe el desencanto de los jóvenes con la política?

-Tenemos que asumir que los jóvenes desconocen los procesos democráticos y las funciones de las autoridades. Las generaciones actuales no han tenido educación cívica. Debemos trabajar, más que como Gobierno de turno, sino que como Estado, en devolverle a la ciudadanía y a los jóvenes, especialmente, la responsabilidad y el compromiso de decidir quiénes liderarán el país.