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Dramáticos momentos marcaron el retiro de los cuerpos de las 10 víctimas

VOLCAMIENTO DE BUS. Hasta anoche, 11 lesionados se mantenían hospitalizados. Uno de ellos, todavía en riesgo vital en el Hospital de Temuco.
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"Estuve a punto de decirle de que no viajara, porque uno como que de repente presiente cosas pero fue... (...) calmadamente, el jueves se despidió de sus hijos y de mí... y se fue". Con la voz entrecortada, el concejal de Tirúa, José Linco, contó a El Austral los últimos momentos que compartió junto a su esposa Ana María Colipi (45), una de las 10 víctimas fatales que dejó el volcamiento de un bus en el kilómetro 24 de la Ruta CH-181, entre Victoria y Curacautín.

Colipi formaba parte de la delegación de 35 personas que habían viajado desde la comuna costera de Tirúa, en Biobío, hasta Lonquimay, en la cordillera de La Araucanía. El motivo del viaje era realizar un trafkintu (intercambio) de sabiduría medicinal ancestral entre adultos mayores de comunidades mapuches-lafkenches (de la costa) y comunidades pehuenches (de la cordillera), quienes sumaron a funcionarios del Departamento de Salud Municipal de Tirúa, en el marco de un programa de colaboración de atención complementaria entre la medicina mapuche y la tradicional.

Toda la comuna ubicada a orillas del mar sabía de la misión de la que volvían durante la tarde de este sábado. Por lo mismo, el accidente causó tanto impacto y conmoción. Ahora, según comentaron autoridades locales y familiares que llegaron hasta Temuco, los fallecidos serán recordados como mártires de la conservación de la medicina mapuche, ya que justamente el encuentro era para proveer un mejor servicio en el Centro de Salud Familiar (Cesfam) de Tirúa, donde todos prestaban servicios como funcionarios municipales y colaboradores interculturales.

Larga espera

Dado el estado en que quedaron los cuerpos, la identificación y la autopsia de rigor se convirtió en un proceso extenso para el Servicio Médico Legal (SML).

Fue recién pasadas las cinco de la tarde ayer, cuando la caravana de seis carrozas fúnebres y más de una treintena de vehículos particulares salieron desde el SML de Pueblo Nuevo en dirección a Nueva Imperial. Allí, se unieron otras cuatro carrozas y más vehículos de familiares, quienes continuaron su camino en dirección a la costa hasta llegar a Tirúa, por el camino ripiado que cruza por detrás de Carahue.

En los momentos previos al inicio de la caravana, los familiares se dieron apoyo mutuo y recibieron la visita de diferentes autoridades locales y regionales. En ese contexto, fueron muy pocos familiares los que quisieron recordar a sus sus familiares ante la prensa. Uno de ellos fue, precisamente, el concejal José Linco, quien no solo perdió a su esposa, sino también a su suegra, Carmen Pilquimán Mariñán.

"Todos los que fueron estaban entusiasmados. Era un viaje con una razón bien específica, pero también era de encanto. Iban a conocer otro lugar y otras personas, iban a cruzar de mar a cordillera para intercambiar lo que sabían, entre todos. Por eso es triste, porque ocurrió mientras estaban aportando para la sociedad… y porque perdí a mi compañera", relató el concejal de Tirúa.

Otro concejal que también fue afectado por la pérdida de sus seres queridos fue Javier Marihuen. Aunque conversó con tranquilidad, no ocultó sus sollozos al recordar a sus tres familiares fallecidos: Segundo Huenupil, Albertina Liguenpi y Esterlina Marihuen y Aylen Huilita, la última, menor de edad.

"Son un tío, dos tías y una prima, menor de edad. Estoy desde ayer (viernes), desde que supe del accidente. Vi la noticia a través de los canales de la televisión y me acerqué aquí al hospital. Desde ese momento que estoy acá, acompañando a los familiares", consignó.

Dolor comunal

La alta cantidad de lesionados y fallecidos puso a prueba, en un primer minuto, la capacidad de respuesta en la evacuación y estabilización por parte de los recintos hospitalarios de la provincia de Malleco y la Región.

La subsecretaria de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud, Ana Gisela Alarcón, visitó los hospitales de Traiguén, Victoria y Lautaro, donde se internaron los lesionados (ver recuadro), comenzando su recorrido durante la mañana de ayer en el Hernán Henríquez Aravena de Temuco, donde fueron hospitalizados "los pacientes más críticos (...) al ser el de mayor complejidad de la Región", explicó.

Alarcón detalló que tres de los 11 heridos se encontraban hospitalizados en Temuco, pero uno -declinando a informar quién- se encuentra en el peor estado, siendo tratado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de ese recinto. "Tiene varias contusiones abdominales, lesiones de víceras, fracturas, policontusiones, politraumatismo. Afortunadamente es un paciente joven así que esperamos que la edad lo ayude a superar este trance tan delicado en este minuto", dijo.

Un segundo paciente, agregó la subsecretaria, fue trasladado de la UCI a la Unidad de Tratamientos Intermedios (UTI) el cual se encuentra fuera de riesgo vital.

A pesar del esfuerzo del personal médico, los familiares no ocultaron su angustia por los lesionados. "Sabemos que no es grave pero tampoco es ligero, entonces lo que se nos viene es duro. Lo más difícil de enfrentar esto como familia, es que somos de muy lejos y tenemos que estar acá, lejos de la casa, soportando todo lo ocurrido", lamentó Jovina Maril, hija de Flora Livinqueo (60), partera del Cesfam de Tirúa.

A través de un comunicado, Flota Clacort & Hijos, la empresa propietaria del bus volcado, corroboró "con mucho pesar" el listado de las identidades de sus pasajeros fallecidos y reiteró sus condolencias a los familiares.

Al mismo tiempo, la empresa aseguró que el bus "viajaba completamente en regla", añadiendo que su conductor está "estable" en cuanto a su estado de salud, pero detenido, de acuerdo a las medidas cautelares solicitadas por la Fiscalía a la espera de su formalización por su presunta irresponsabilidad al momento del accidente (ver página 5).