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Desde cenas hasta trabajo y ropa piden los niños de La Araucanía al Viejo Pascuero

REGALOS PARA LOS NECESITADOS. Por vigésima quinta vez, el corazón de los lectores se vuelca a la campaña "Apadrina una Carta" de Correos de Chile.
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Camilo Garrido

El espíritu navideño es un privilegio que no todos pueden vivir. Historias de esfuerzo o escasez que corroboran esta realidad hay por doquier en la Región. Y es precisamente ahí, donde más cuesta, que Correos de Chile apunta con su campaña "Apadrina una carta", donde miles de almas caritativas buscan una mano a quien ayudar.

Es imposible evitar llenarse las manos con mostacilla. Los papeles y cartones que entregaron los chicos están atiborrados de adornos y colores. El empeño que vuelcan los más jóvenes en sus escrituras transforma el mesón de Correos de Chile en un arcoíris. Eso en la forma, porque en sus relatos, los niños camuflan su ternura con su ingenuidad y su carencia de recursos.

Desear la paz mundial se volvió una frase cliché que entre los adultos ha llegado a ser objeto de burlas, pero para un niño de 10 años de la villa Turingia de Temuco que depositó la carta número 799, pareciera que paz es algo por lo que podría llegar a pagar.

Si bien entre sus peticiones está un set de cocina ya que "mi sueño es ser chef", dice, o cuadernos y lápices y una mochila "para ir a la escuela", entre líneas Martín describe de forma implícita su estado de salud. En su texto no lo menciona, pero su madre explica por teléfono: el niño sufre de artritis en sus brazos y también la dolorosa fibromialgia. "Yo no quiero sentir más dolor en mis huesitos", relata.

Pero cosas personales no es lo único que desea. En su carta, Martín insiste en que "si no puede regalarme eso, también quiero una vida mejor para todo el mundo". Finalmente, en otra muestra de su pureza de corazón, antes de abrirla la carta estaba cerrada con un sello hecho por él mismo, de figuras concéntricas y de múltiples colores repetitivos. "Viejito, te dejo este mandala para que te cuide tus sueños", escribe.

En otra de las correspondencias, la número 759, una niña de nueve años del sector Santa Rosa dice tener claro lo que necesita para ser feliz esta Navidad. "Quiero una muñeca y mi mamá no tiene para comprar una polera talla 16 (...) quiero un trabajo para ella y una cena de Navidad y (quisiera) que me celebraran mi cumpleaños", escribió Anita en una hoja de cuaderno, remarcada en algunas palabras con destacador amarillo, recortada y pegada en un cartón blanco.

Para comunicarse

Un dron, una tablet, una consola de juegos, un computador. Todos estos artículos tecnológicos fácilmente caben en cualquier lista de petición de los niños. Dado su alto costo, no siempre es asequible, especialmente cuando se le agregan exigencias como "de última generación", o "de la marca X".

Pero también es posible encontrar excepciones, como lo demuestra Daniela, de 16 años. Gran parte de su carta (número 534) la dedica a contar sobre la situación de sus padres: a él una insuficiencia renal le quitó sus dos riñones, además de haber sufrido infartos al corazón, lo que lo mantienen sin poder trabajar y con diálisis tres veces a la semana. Su madre, por su parte, trabaja en el área de aseo del supermercado Lider de calle Prieto Norte en Temuco. Su labor es de tipo part-time y la hace tres veces a la semana.

Luego de esta descripción, Daniela cuenta que necesita pedir un regalo para poder satisfacer una necesidad que considera muy importante: comunicarse con sus padres. "Le quería pedir un teléfono que me hace falta de hace mucho tiempo para guardar mis trabajos y tareas y buscar información ya que no tengo computador", dice. ¿Y con qué exigencias? "No les pido uno específico, ni de marca, tamaño, sólo que me ayude a comunicarme con mis padres", recalca.

No sólo para niños

Un relato diferente viene de la carta número 126, escrita por María Angelina, una padrelascasina de 57 años. Asegura que le pidió a una amiga que escribiera por ella "ya que mi nivel escolar es segundo básico".

El texto habla de una mujer que debido a su diabetes sufrió la amputación de sus dos piernas, mientras se mantiene viviendo en una casa con sólo dos piezas, donde no puede utilizar una silla de ruedas que le donaron por tener un gran tamaño, por lo que, explicita, debe moverse arrastrándose en el piso. La situación se ve aún más compleja, debido a la dificultad que encuentra de ir al baño, cosa que debe solucionar como pueda, con lo que tenga.

"Lo único que ansío es si la bondad de alguien me facilitaría como préstamo alguna casita con baño adentro y obviamente con el espacio para poder desenvolverme adentro", asegura María Angelina, quien destaca estar postulando a una casa nueva.

Solidaridad

Un buzón en las oficinas de Correos en Temuco, ubicadas en calle Portales, esperará hasta el 23 de diciembre todas las peticiones que los habitantes de esta Región quieren plantearle al "Viejito Pascuero", ya sea de niños como también, por qué no, adultos.

La familia de Tamara Aburto, por ejemplo, cree que tiene todas las de merecer un regalo. La niña, de 10 años, se ha destacado en su escuela, especialmente por su escritura, pero por mucho que la quieran premiar, no siempre alcanza. "Le pedí (al Pascuero) una cena navideña y una pelota para mis hermanos, porque nosotros no podemos comprarlas", contó. Por eso escribió su carta con mucho cariño y, acompañada de su mamá, la fue a depositar al buzón.

En este recinto de correspondencias han llegado -a la fecha- más de 1.170 cartas, las que luego de una revisión validando las que no se duplican, quedaron en 818 peticiones que esperan ser satisfechas.

Sin embargo, Lina Chávez, jefe de sucursal de Correos de Chile de Temuco centro, asegura que se redujo una importante cantidad de personas que "apadrinaron" (o retiraron) las cartas, calculando que hasta el momento se han comprometido 412 documentos, que corresponde a un 45% del año pasado.

"Veo más tranquila, como más pausada la gente, pero también nosotros hemos sido más exhaustivos en el control (...) Los regalos son muy exclusivos, entonces generalmente esta campaña está dirigida solamente a los niños vulnerables o de extrema pobreza", dijo Chávez.

En efecto, aún quedan historias desgarradoras plasmadas en papel, que develan las reales necesidades de los niños y también de los mayores.

Pero en Temuco no faltan deseos de regalar minutos de felicidad. Una de ellas, Diana Nicolás, llegó junto a sus colegas sólo por curiosidad y, con decisión, se llevó una carta. "La verdad pasamos por aquí, vi las cartas y me acerqué a leer. Me llamó la atención la de una niñita que está pidiendo una muñeca y una mochila", contó. Era la primera vez que apadrinaba una carta, quien encontró "súper bonita" esta iniciativa. "La Navidad es para los niños. De eso se trata. Todos nos emocionamos con las cartitas de los niños", dijo.

La campaña termina oficialmente el 23 de diciembre, aunque también se pueden retirar cartas en los días posteriores a Navidad. Lo importante es estar presente y lograr atender a la gran cantidad de niños que piden una sonrisa para estas festividades. "Llamo a toda la comunidad de Temuco a que vengan a buscar estas cartitas que todavía nos queda una cantidad importante sin retirar, y estos niños están esperando cumplir su deseo. Sólo se necesita el interés de ayudar y compartir en esta campaña que Correos ya 25 años lleva trabajando para todo el país", finalizó la funcionaria Lina Chávez.

1.170 cartas ha recibido Correos de Chile en Temuco esta temporada. De ellas 818 se pueden leer para regalarle a los niños y adultos que escriben lo que desean para esta Navidad.

23 de diciembre termina oficialmente la campaña "Apadrina una carta". Sin embargo, después de Navidad los lectores aún pueden retirar correspondencia para el "Viejo Pascuero".

45% de las cartas apadrinadas en 2016 fueron apadrinadas o retiradas esta temporada hasta la fecha. El año pasado, llegaron 1.800 cartas, de las cuales 1.500 fueron apadrinadas.