Boric y el Papa
Por su intermedio señor director, expreso mi extrañeza, mi molestia, por las palabras del diputado de la República, señor Boric, vía Internet, donde dice en la Cámara de Diputados, que es una pelotudez preocuparse de la venida del Papa y postergar el proyecto de identidad de género.
Creo que este señor está muy equivocado, sus expresiones, insolentes, sin respeto por la autoridad máxima de la Iglesia Católica de Chile y del mundo, donde es más importante estudiar una ley inconsecuente, que recibir a una autoridad espiritual que hace bien para el alma y reconciliación de los chilenos.
Veo con preocupación, que las autoridades de la República, piensen de la manera de este señor, estudiante universitario, con preparación negativa, altiva, con pensamientos adversos a la buena convivencia y buenos modales, lo encuentro peligroso para Chile, más todavía cuando piensan ser gobierno más adelante.
Como persona, como católico y chileno, estoy de acuerdo con la venida del Papa, pienso que puede ser bueno para reencontrarnos, volver a tener confianza entre nosotros y este mundo sea más amigable y llevadero.
Edmundo Paz Vega
Abuso del celular I
Toda la gran polémica entre expertos en comunicaciones, psicólogos, consejeros familiares, sociólogos, padres, académicos y otros, entre paréntesis, todos adultos, en relación al uso y abuso del celular por los niños; se reduce a "la culpa no es del niño, es de los mismos adultos que le regalan el celular, sin establecerle normas claras para su uso".
Siempre es bueno que los niños sepan que aparte de sus bien merecidos derechos, también tienen sus respectivos deberes.
Luis Enrique Soler Milla
Abuso del celular II
Señor director, quiero manifestar que Francia adoptó la radical decisión de prohibir los celulares en los colegios para combatir lo que el psiquiatra alemán Manfred Spitzer bautizó como "demencia digital" (Ediciones B, 2013), una adicción que afecta cognitiva y emocionalmente a los menores. Lamentablemente, existen indicios de que este síndrome también esté afectando a los niños en Chile.
En la Universidad de los Andes estamos conduciendo una investigación para conocer los hábitos de uso de los teléfonos celulares entre los niños de 10 a 18 años, para lo cual se realizó una encuesta en díadas a 300 niños y 300 padres de todos los grupos socio-económicos, y algunas cifras son alarmantes: en promedio, los niños reciben su primer teléfono a los 10,3 años y lo usan durante 6,8 horas diarias, como media, lo que quiere decir que un porcentaje importante recibió su primer teléfono entre los 7 y los 9 años y pasa hasta 12 horas al día jugando con su celular. El 87% declara que lleva su teléfono al colegio todos los días y el 71% lo usa dentro de la sala de clases. Seis de cada 10 niños reconocen que el celular ha afectado su rendimiento escolar, lo que parece ser confirmado por el paupérrimo desempeño que muestran los alumnos en las pruebas Simce de lectura y matemáticas.
Nuestros datos también demuestran que el celular no cumple ningún papel educativo, pues las tres principales funciones del móvil declaradas por los niños son escuchar música, intercambiar mensajes cortos con amigos (WhatsApp) y jugar. De estudiar con él, poco o nada.
El celular es el aparato tecnológico más distractivo que se ha inventado, y los propios escolares reconocen que la adicción a este dispositivo los lleva a bajar las notas. Lo que parece indesmentible es que no se puede estudiar y jugar con el celular al mismo tiempo, y en Francia han optado por conminar a los estudiantes a que se dediquen a lo primero.
Ricardo Leiva, Facultad de Comunicación Universidad de los Andes
Piden ser escuchados
Preocupados del grave problema de alcohol y drogas, tras lo cual se encuentra la mayor cantidad de violencia y delitos, como asimismo la situación del pueblo mapuche y una mirada distinta para resolver el conflicto, donde comunidades de la Araucanía y Los Lagos son miembros de nuestra corporación, hemos solicitado al presidente electo ser escuchados para entregarle nuestra propuesta sobre ambos problemas.
Nos preocupa que quienes llegan a ocupar cargos en reparticiones relacionadas con estos temas, sean personas ajenas al problema y asumen sólo porque se les otorga un trabajo bien remunerado. Estamos convencidos que la solución no pasa por oficinas de partidos ni por quienes estos designen, sino por un diálogo franco y soluciones realistas donde, junto a funcionarios responsables, se otorgue espacio a las organizaciones sociales preocupadas del tema y a quienes viven y sufren estos problemas.
Esperamos ser escuchados y que las promesas de campaña se transformen en realidad.
Juan C. Moraga D. director ejecutivo ONG Rehabilitación y esperanza