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Jóvenes con sobre 700 puntos en

UNIVERSIDAD. Remando contra los prejuicios, estos futuros universitarios se guiaron por la vocación para escoger la carrera como nace de sus corazones.
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Camilo Garrido

Medicina. Ingeniería Civil en Física. Licenciatura en Matemáticas. Geología. Estas son algunas de las carreras escogidas por puntajes nacionales de la Región, aprovechando su máximo logro en la Prueba de Selección Universitaria. Pero ¿qué hay de las pedagogías? Pues jóvenes que obtuvieron sobre 700 puntos en la PSU también escogieron por convertirse en profesores, pese a los prejuicios que conlleva esta opción.

Uno de esos jóvenes es Bastián García Riquelme, adolescente de 18 años, vecino de Padre Las Casas. Egresó del Liceo Bicentenario de Temuco a fines de este 2017 con una cosa en mente: estudiar teatro.

Agente de cambio

Pese a no prepararse demasiado -reconoce Bastián García-, consiguió 719 puntos ponderados en la PSU, pero en vez de optar por una carrera de alta remuneración, optó por Pedagogía en Lenguaje como una estrategia social.

Este padrelascasino critica duramente al sistema educacional actual ("Es malísimo, cruel y fomenta la competitividad antes que la colaboración"), por lo que aprovechó de utilizar su decisión a su favor y cambiar su entorno.

"Lo que yo espero es hacer clases que no sean fomes. Que los alumnos se interesen y que de alguna forma pueda cambiar algo en ellos. Hay buenos profesores, pero muchas veces las instituciones le cortan las alas a esos profesores, por el mismo hecho de que la PSU sea tan importante, hace que los profesores estén totalmente enfocados en la PSU", opinó.

Bastián García también tuvo que superar los prejuicios de sus propios parientes. Su padre Sixto García considera que apoyar la decisión de su hijo fue "difícil, entendiendo lo complejo que es la actualidad, donde todo se traduce a bienes materiales. Es un poco complicado, pero en el fondo es su futuro y sólo hay que apoyarlo".

¿Científico o humanista?

Javiera Cárdenas Moenne-Loccoz (19 años), por su parte, luego de un año tras un preuniversitario, rindió la PSU este 2016, ponderó 709 puntos y escogió Pedagogía en Ciencias como primera opción. Una conclusión que logró luego de cuestionar su propio entorno.

"Descubrí que la gran mayoría de las personas que se encuentran en un preuniversitario entra con la idea de estudiar Medicina. Eso me dejó marcando ocupado, porque considero que hay muchas más carreras que uno puede indagar", opinó Cárdenas.

Su decisión no fue aceptada fácilmente. Esta joven, oriunda de Villarrica, necesitaba la aprobación de su mamá. "Es el quiebre que uno tiene de esa idea de estudiar una carrera que, según cualquier persona con sentido común, cree que un médico se haría rico y un profesor no. La expectativa de que tu hijo sea mejor que tú tal vez no está superada", dijo explicando el punto de vista de su mamá, aunque finalmente prevaleció la autosatisfacción. "Yo le dije que era mi decisión, y que me la debía respetar, porque cuando uno hace algo porque quiere hacerlo, le puede ir bien en cualquier parte".

Sus primeras intenciones eran estudiar Medicina. Luego, pensó que Enfermería sería buena idea. Pero ¿por qué dio el salto a Pedagogía? "Uno tiene que descubrirse uno mismo y entender para qué puede ser bueno (...) una chica estaba estudiando Medicina, iba como en el cuarto año, y la carrera no le gustaba. Imagínate el esfuerzo que tuvo que hacer durante cuatro años. Congeló para estudiar Pedagogía en Ciencias. Eso a mí me motivó", contó.

Profe desde chica

Pero el ejemplo que cuenta Cárdenas no es único. La joven Camila Apeleo Sandoval (23 años) estaba estudiando Derecho en la Universidad de La Frontera (Ufro). Al cuarto año, sufrió una crisis vocacional: se convenció de que no quería ser abogada. Un bichito le picaba desde muy pequeña. "Siempre quise estudiar Pedagogía. Sólo por comentarios me metí a Derecho por buen puntaje (700)", reconoció Apeleo, habitante de la localidad de Niágara en Padre Las Casas.

"En ese entonces era más chica, entonces me dejé influenciar mucho. Está poco valorizada la Pedagogía también, a nivel país", contó la joven, cuyo sueño es obtener su título profesional, luego continuar con un magíster y desempeñarse en zonas rurales. "Yo crecí en una zona rural, estudié en un colegio rural, entonces sé la importancia de la labor de un profe, más allá del aula", agregó Camila Apeleo.

En la Escuela de Pedagogía de la Ufro, adscrita a la Facultad de Educación, Ciencias Sociales y Humanidades, se huelen aires de orgullo. Esto porque, junto con celebrar la titulación de 141 nuevos profesores este año, durante el proceso de Matrículas lograron un superávit de inscripciones a las seis carreras de Pedagogía que ofrece esta casa de estudios, alcanzando un promedio de 110% de matrículas. Pedagogía en Castellano y Comunicación, la mayor de todas, alcanzó un 120% de vacantes disponibles, con 48 nuevos estudiantes.

Edgardo Parra, director de la Escuela de Pedagogía, celebró que "creemos que será un panorama muy auspicioso para los profesionales de la Educación, y eso se notó en las postulaciones. Hubo más de 15 mil postulaciones adicionales a las que se dio el año anterior a nivel país en las Pedagogías".


la PSU cuentan por qué eligieron Pedagogías

Quinto año de "Yo quiero ser profesor"

Desde 2013, la Universidad de La Frontera implementa su programa "Yo quiero ser profesor", en la que 50 estudiantes de educación media son preparados para convertirse eventualmente en profesor. Una prueba de diagnóstico elige a los estudiantes que luego de una serie de talleres, en su primer año de universidad ingresarán sin exigirles puntaje de PSU. "Sobre el 95% de estudiantes que han ingresado por ese programa se han mantenido dentro de las Pedagogías. Es un programa que busca el talento y la vocación", dijo Edgardo Parra, director de la Escuela de Pedagogía de la Ufro.

nuevos estudiantes recibió la Escuela de Pedagogía de la Universidad de La Frontera este año. 286

de cupos se han cubierto en promedio con la matrícula de estudiantes en las 6 carreras de Pedagogía Ufro. 110%

Un ejemplo de vocación

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Juan Carlos Poblete González camina por la vida con alegría. A pesar de su origen humilde y de conocer la precariedad de cerca, este hombre de apenas 21 años esboza en su rostro una mirada de agradecimiento y felicidad.

Juan Carlos se tituló la semana de Periodista. Gracias a sus méritos académicos, fue el elegido para ofrecer el discurso central de la ceremonia en el Aula Magna de la Universidad de La Frontera. Sus palabras emocionaron a los presentes, en especial a quienes conocen bien su historia de esfuerzos y carencias, y a quien la vida lo premió con una familia comprometida con su educación y generosa para otorgarle el apoyo y amor que un hijo necesita para cumplir sus sueños.

Juan Carlos nació en Lumaco, donde estudió en la Escuela F-174 y en el Liceo Municipal de esta rural comuna. Tras dar la PSU, pudo haber estudiado cualquier carrera, quizás una más rentable y de mayor empleabilidad, sin embargo decidió guiarse por su vocación y recaló en la Escuela de Periodismo de la Ufro, donde fue el mejor alumno en sus cinco años de estudios, con un promedio de 6,5. Aun estudiando, con 20 años de edad, fue contratado como profesional de planta del Diario El Austral.

Conocido como JC, este novel periodista nos regala un ejemplo de sacrificio, de vocación y de admiración por las cosas más simples pero bellas de la vida. Con apenas dos décadas a cuestas ya tiene claro lo que quiere. Lo suyo -por lo menos aún- no son los lujos ni las ambiciones desmedidas. Juan Carlos prefiere vivir aterrizado, pero con objetivos claros. Aunque recién está comenzado en esta profesión, y por lo tanto le queda mucho por aprender, dice que en Periodismo no sólo tiene la chance para desarrollarse profesionalmente, sino que tiene la gran oportunidad de trabajar por su Región, por las personas que más lo necesitan y por ayudar a construir un mundo mejor.

Pido disculpas si estas líneas atentan contra los pudores de Juan Carlos. No le advertí, y creo que ni se lo imagina, que le dedicaría el contenido de esta tribuna. Pero ayer desperté con las ganas de contar su historia y la de sus padres. Creo que ellos le hacen bien a la sociedad.

Mauricio Rivas Alvear

Director Diario

El Austral