Luces y sombras de las energías renovables
Las energías renovables han experimentado una importante expansión durante los últimos años en el mundo. Contando Chile con privilegiadas condiciones para su desarrollo, no sorprende que nos hayamos embarcado entusiastas en su inserción en la matriz eléctrica.
Las energías renovables tienen ciertas características que las diferencian de las fuentes térmicas basadas en hidrocarburos (carbón, gas natural y diesel). Entre estas, destaca su especificidad geográfica. En efecto, mientras la ubicación de una generadora termoeléctrica es una variable que los desarrolladores pueden decidir, una central que usa primarios renovables como el sol o el viento, debe ubicarse donde el recurso esté disponible en la cantidad y forma apropiada.
Por ello, el desarrollo de la energía renovable tendrá una expresión regional importante. Independiente de dónde se ubique la demanda por energía, las centrales estarán instaladas en lugares específicos del territorio donde existe una abundancia relativa del recurso primario. Esto implicará que algunas zonas recibirán importantes inversiones pero también que deberán pagar los costos de convivir con ellas.
En particular, la energía debe ser transportada a los centros de consumo lo que implica líneas de transmisión que pueden ser molestas ya sea por la contaminación visual que producen las torres hasta el hecho que la franja bajo éstas incorpora una zona de exclusión en la que no puede crecer nada ni se pueden permitir construcciones.
Finalmente, las centrales representan una inversión importante (y por lo tanto, ingresos a la economía local) durante su fase de construcción pero no demasiados durante la fase de operación ya que la mayoría funcionan con sistemas de control automático que contemplan escaso personal en terreno.
Para intentar paliar estos efectos, recientemente el gobierno aprobó la ley de equidad tarifaria que contempla que los habitantes de las comunas que concentren importantes unidades de generación pagarán un precio menor por la electricidad. Es un avance pero, ciertamente, existen mejores y más eficientes formas de compensación que debieron considerarse. Entre ellas se ha propuesto, por ejemplo, que las patentes municipales se paguen proporcionalmente a la distribución de las inversiones y no sólo de los trabajadores, como ocurre hoy. De esta forma, las comunas que sean receptoras de inversiones en energías renovables podrán beneficiarse de ellas de igual forma que lo hará todo el país.
Andrés Hernando